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En San Andrés cazan pez león para proteger la biodiversidad marina

El pez león, capaz de comer diariamente hasta el 6 % de su peso corporal, es una especie particularmente fértil y alcanzan la madurez sexual muy pronto.
Caza de Pez león en San Andrés proteger biodiversidad marina
Foto: Lion Fish Expeditions
Sally Flores

El Pez León se ha convertido en una de las mayores amenazas para la biodiversidad marina, su presencia ya es común en zonas como el territorio insular colombiano.  Ante ello, autoridades y ambientalistas a través de ciertas estrategias, buscan mitigar la propagación de esta especie invasora.

El pez león, también llamado pez escorpión, es originario de las cálidas aguas del Indo-Pacífico.  Allí se alimenta de una gran variedad de presas entre las que se incluyen moluscos y peces pequeños, algo que logra gracias a su camuflaje y a sus rápidos reflejos.

La principal característica de este pez es la cresta de espinas en su espalda y sus aletas, que se abren como un abanico, con un llamativo patrón de franjas pardas, rojizas y blancas, pero que resultan venenosas para otras especies. Para el ser humano normalmente no es letal, pero su punzada puede ser muy dolorosa y provocar náuseas y problemas respiratorios. 

El pez león, capaz de comer diariamente hasta el 6 % de su peso corporal, es una especie particularmente fértil y alcanzan la madurez sexual muy pronto. Una hembra puede liberar entre 10.000 y 30.000 huevos no fertilizados cada 4 días, lo que se traduce en unos 2 millones de huevos al año.

Durante las últimas décadas este pez se ha convertido en una especie invasora, estableciendo poblaciones fuera de su hábitat natural, como en el sureste de EE. UU, en el Caribe y, más recientemente, en el Mediterráneo. Ha invadido estos mares acosando vorazmente a las especies autóctonas, con un fuerte impacto sobre muchas especies comerciales.

En Colombia, los primeros reportes de pez León fueron en el año 2009 en el Parque Nacional Tayrona. Actualmente debido a que su presencia se ha convertido en una amenaza para la biodiversidad marina, en regiones del país como en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina han surgido iniciativas para la caza de esta especie. 

“Inicialmente la intención era comercializar la carne de pez león, una iniciativa que nació en pandemia, viendo que se estaban sacando todos los peces pequeños del arrecife.  Pero nos dimos cuenta que no era algo rentable porque la inversión para una jornada de caza no compensa la cantidad de carne que sale de este pez invasor”, asegura Lina Hudson, representante de Lion Fish Expeditions.

Sin embargo, de acuerdo con Hudson, al ver que en el lapso de 6 meses se lograron capturar cerca de 800 peces, decidieron cambiar la forma de emprendimiento y dedicarse al buceo turístico amarrado a la conservación del arrecife, y utilizar los recursos obtenidos por este medio, para financiar las jornadas de caza del pez león. 

“Desde que iniciamos con este trabajo, se han capturado más de 4.500 peces león, esto equivale a 21 años de control en el archipiélago, basado en los resultados de los torneos anuales organizados en el departamento para el control de esta especie, y en donde se cazaban entre 200 y 300 individuos por jornada”. 

Hace 3 años, la Armada Nacional de Colombia se unió a esta iniciativa, proporcionado embarcaciones para las jornadas de caza, así como el acompañamiento de buzos pertenecientes a la institución”. 

La mas reciente jornada se realizó en el mes de marzo.   En esta ocasión, buzos de la Estación de Guardacostas del archipiélago y voluntarios de la Fundación Lion Fish Expeditions, llegaron hasta cayo Albuquerque, ubicado a 25 millas náuticas al suroeste de San Andrés.

“Durante 2 días, buzos altamente calificados realizaron una inmersión de aproximadamente 25 metros, logrando la captura de mas de 25 peces, además, realizaron verificación en zonas estratégicas que se constituyen como despensa para los pescadores artesanales”, asegura el segundo comandante de la Estacio de Guardacostas, teniente de Fragata, Jairo Babilonia. 

Como parte de este proceso, algunos pescadores artesanales de San Andrés están siendo entrenados, con lo que se busca una mayor efectividad durante las expediciones organizadas para la captura de pez León. 

“Teniendo en cuenta que el buceo para la caza del pez león es altamente invasivo, la intención es generar el menor impacto posible, y los pescadores artesanales tienen desarrollada su puntería y un conocimiento del ecosistema”, asegura Hudson

Estos pescadores no solo son capacitados como buzos autónomos para que hagan parte de estas jornadas, sino que además tienen la posibilidad de beneficiarse económicamente de esta actividad.

Cabe resaltar que la carne del pez león es apta para el consumo humano y con algunas de las partes de esta especie, artesanos de la isla elaboran accesorios como aretes, collares y pulseras; contribuyendo al desarrollo social y económico de las comunidades. 

Además, al mitigar su presencia se garantiza que pargos y meros, ampliamente consumidos, logren alcanzar un tamaño adecuado, representando un beneficio para los pescadores de la zona.

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