En el Día Mundial del Control de la Calidad del Agua, la OMM advierte sobre la crisis global
El agua se está acabando más rápido de lo que se genera: más de dos tercios de los ríos y fuentes de agua del mundo están sufriendo cambios extremos, con sequías e inundaciones que afectan a más de 3.600 millones de personas. El ciclo del agua está cada vez más desbalanceado y pone en riesgo tanto el medio ambiente como nuestras economías.
Ciclo del agua: el desajuste climático que amenaza el planeta
La crisis del agua en el mundo está alcanzando niveles críticos, con un ciclo hídrico cada vez más desajustado. Según un reciente informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), las cuencas hidrográficas de todo el planeta muestran fluctuaciones extremas que oscilan entre la sequía intensa y las lluvias desmesuradas. Este fenómeno está afectando tanto a las comunidades como a los ecosistemas, poniendo en riesgo las economías y el bienestar de miles de millones de personas.
En septiembre de 2025, imágenes de un niño de siete años luchando por avanzar a través de aguas de inundación en Punjab, Pakistán, reflejan la gravedad de esta crisis. Estos desastres se están tornando cada vez más frecuentes, y las consecuencias del cambio climático son cada vez más evidentes.
Lee también
- Mujeres bomberas lideran la defensa de la Serranía El Pinche frente a incendios forestales
- Colombia lidera la transición energética con el lanzamiento del Laboratorio de Aprendizaje de Energía Limpia
El desequilibrio en los recursos hídricos
En 2024, casi dos tercios de las cuencas hidrográficas del mundo registraron valores fuera de lo normal, y solo un tercio presentó condiciones “normales”. Este desequilibrio se ha repetido durante seis años consecutivos, con regiones como el Amazonas y el sur de África enfrentando sequías severas, mientras que zonas de Asia y Europa central sufren de lluvias excesivas.
El informe de la OMM señala que, además de las sequías, la pérdida acelerada de masa glaciar es otro indicador de los efectos del cambio climático en los recursos hídricos. Esta pérdida contribuye a la escasez de agua dulce y aumenta la presión sobre los sistemas de abastecimiento.
Un impacto devastador en las comunidades y la economía
Este cambio en el ciclo del agua no solo tiene repercusiones medioambientales, sino que también está afectando a la economía global. La falta de agua adecuada ya afecta a unos 3.600 millones de personas, y se estima que para 2050 esta cifra podría superar los 5.000 millones, según datos de la Organización de las Naciones Unidas.
Los efectos del desajuste en el ciclo del agua son visibles en la agricultura, la salud y el bienestar de las personas. Las sequías prolongadas destruyen cultivos y aumentan la escasez de alimentos, mientras que las inundaciones provocan pérdidas económicas y desplazamientos masivos de población.
La importancia de los datos y la cooperación global
Frente a esta crisis, la OMM ha subrayado la necesidad urgente de mejorar la recopilación y el intercambio de datos sobre los recursos hídricos. Según Celeste Saulo, secretaria general de la OMM, “sin datos, corremos el riesgo de actuar a ciegas”. Este informe es un llamado a la acción para fortalecer la cooperación internacional y garantizar una gestión adecuada del agua.
En este sentido, la OMM destaca la importancia de seguir invirtiendo en la observación y el monitoreo de los recursos hídricos, para poder anticipar los efectos de los fenómenos climáticos extremos y mitigar sus impactos.
Un futuro incierto si no actuamos ahora
El desajuste en el ciclo del agua es una realidad que nos afecta a todos, y los riesgos asociados continúan creciendo. Es fundamental que los países trabajen de manera conjunta para implementar estrategias de gestión del agua que aseguren el acceso adecuado a este recurso vital para las generaciones futuras. Sin medidas urgentes y basadas en datos científicos, la crisis del agua podría empeorar aún más, afectando de manera irreversible el equilibrio de los ecosistemas y las economías de todo el mundo.