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Papa León XIV concluyó visita a Líbano e hizo un llamado a priorizar el diálogo en Venezuela

El papa León XIV concluyó su visita al Líbano con un llamado urgente a frenar la violencia en Medio Oriente y apostar por el diálogo, extendiendo también un mensaje de negociación y soluciones pacíficas ante la crisis en Venezuela.
Valery Ramírez

El papa León XIV cerró su visita oficial al Líbano con un mensaje firme: detener de inmediato los ataques, las hostilidades y cualquier forma de lucha armada. Antes de partir desde el aeropuerto de Beirut hacia Roma, pidió que “nadie crea que las armas traen beneficios”, insistiendo en que la negociación y el diálogo son el único camino posible para construir paz en Medio Oriente.

Durante su último discurso en Beirut, el pontífice expresó su deseo de que incluso quienes hoy se consideran enemigos puedan comprometerse con la fraternidad. “Las armas matan; el diálogo edifica”, afirmó ante autoridades civiles y religiosas del país, marcando el mensaje más fuerte de toda su agenda en territorio libanés. También recorrió la zona del puerto de Beirut, donde la explosión del 4 de agosto de 2020 dejó 245 muertos, ofreciendo una oración por las víctimas y consolando a algunas familias afectadas.


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A bordo del avión papal de regreso a Roma, León XIV se pronunció sobre la situación en Venezuela, donde Estados Unidos ha amenazado con posibles operaciones militares. El papa aseguró que siempre es mejor buscar maneras de diálogo o presiones económicas para lograr cambios, antes que recurrir a ataques que afectarían directamente al pueblo. “A nivel de la conferencia episcopal y con el nuncio en Venezuela se están buscando maneras para calmar la situación por el bien del pueblo, porque son ellos los que sufren, no las autoridades”, indicó.

La visita del papa se produjo pocos días después de un ataque de Israel al sur de Beirut que rompió la tregua vigente desde hace un año y dejó un integrante del movimiento chií Hizbulá muerto. En Beirut, el pontífice celebró una multitudinaria misa ante más de 150.000 fieles y pidió que el Líbano se convierta en “morada de justicia y fraternidad, y profecía de paz para todo el Levante”, recordando que la comunidad católica hoy representa menos del 30 % de la población libanesa. Como gesto inusual en un viaje papal, dirigió un saludo especial a las regiones que no pudo visitar, entre ellas Trípoli, la Becá y el sur del país, zonas que viven situaciones particulares de conflicto e incertidumbre.

Con estas palabras, León XIV concluyó su recorrido por el país árabe y dejó un mensaje de unidad, esperanza y búsqueda de soluciones pacíficas tanto para Medio Oriente como para Venezuela, antes de continuar su retorno a Roma tras una escala previa en Turquía.

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