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Presidente Petro responde a críticas por acto en Medellín y profundiza en principios de 'justicia restaurativa'

El presidente Petro defiende el acto en Medellín, abordando las críticas al evento que incluyó gestores de paz. Argumenta que la 'justicia restaurativa', busca rehabilitación y no venganza.
Petro responde críticas por acto en Medellín: justicia restaurativa, clave de su política
Foto: Flickr Presidencia
Diego Quijano

A través de un hilo en su cuenta de X, el primer mandatario señaló a la prensa tradicional de enfocarse en las reacciones políticas de sectores de derecha, omitiendo los mensajes “directos y explícitos” expresados durante el evento. El jefe de Estado subrayó que su objetivo fue doble: celebrar la aprobación de la ley laboral y exponer los avances en el proceso de paz urbana en Medellín.

“El preso no es un delincuente, es una persona en rehabilitación”, afirmó el presidente, ya que la justicia restaurativa —ahora ley en Colombia— tiene como fin transformar vidas y comunidades desde un enfoque de humanidad, verdad y no venganza.

Ferrajoli y el garantismo jurídico

En el hilo, el primer mandatario compartió un video donde Luigi Ferrajoli, uno de los juristas más influyentes del mundo, expone las bases de su obra Derecho y Razón. En la entrevista, Ferrajoli explica cómo su experiencia como juez entre 1967 y 1975 lo llevó a plantear una teoría crítica del derecho basada en la separación entre el deber ser y el ser jurídico.


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Según el académico, la ley, lejos de ser un reflejo moral, debe ser entendida como un artificio que abre espacio para la crítica desde la justicia. Esta postura ha derivado en la formulación del garantismo penal, una doctrina que propone proteger al imputado y al detenido como sujetos vulnerables frente al poder del Estado.

Ferrajoli sostiene que los derechos fundamentales deben ir acompañados de garantías reales, pues “no son suficientes los derechos si no existen mecanismos para hacerlos efectivos”. En ese sentido, el derecho penal, como expresión máxima del poder estatal sobre el individuo, debe ser limitado por principios de justicia.

Proceso de paz urbana y gestores en Medellín

El presidente Petro defendió que en Medellín se ha iniciado un proceso de paz urbana con actores presos que anteriormente dirigieron estructuras armadas, quienes hoy fungen como gestores de paz. Aclaró que no se trata de pactos con delincuentes callejeros, sino de conversaciones con quienes tienen capacidad de influir en jóvenes de barrios vulnerables.


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Según el jefe de Estado, gracias a este proceso, se ha logrado una importante reducción en los índices de extorsión y homicidios, llevando la tasa de más de 400 homicidios por 100.000 habitantes a cerca de 10. Además, destacó la eliminación de “fronteras invisibles” entre barrios como una victoria de la Mesa de Itagüí, integrada por estos líderes hoy privados de libertad.

El presidente también criticó la llamada “gobernanza paramilitar” que, según él, imperó durante años en Medellín bajo el dominio de bandas como las de Don Berna. Gustavo Petro aseguró que esa estrategia produjo desplazamientos internos, gentrificación, pérdida de democracia y un aumento del riesgo climático para miles de familias.

Un acto con un mensaje

El evento en la Alpujarra generó controversia por la presencia en tarima de gestores de paz que son hoy reclusos. Ante esto, el presidente Petro fue enfático: “La justicia no es venganza, sino verdad y humanidad”, y llamó a superar la ideología de muerte que, según él, ha dominado por años a las juventudes de los barrios populares.

“El 'no nacimos pa’ semilla' debe desaparecer. Nosotros somos el gobierno de la vida”, concluyó el primer mandatario.

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