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Cineasta colombiano premiado en el Festival de Locarno

A poco más de un mes de su estreno en las salas de cines colombianas, el segundo largometraje de Oscar Ruiz Navia, acaba de recibir el Premio del Jurado en la sección "Cineastas del Presente" (dedicada a películas caracterizadas por la originalidad en sus temas, enfoques o estilos) del 67º Festival de Cine de Locarno.

Un nuevo e importante reconocimiento para el cine colombiano y para el cineasta caleño, quien con su exitosa ópera prima, El Vuelco del Cangrejo, había recibido el Premio FIPRESCI en el Festival de Berlín en 2010, entre otros reconocimientos.

El jurado que le otorgó el premio a la película colombiana estuvo presidido por el director Ossama Mohammed (Siria), el director del festival Thierry Jobin (Suiza), el escritor, director y actor Don McKellar (Canadá), la actriz Clémence Poésy (Francia) y el editor Mary Stephen (Hong Kong, France).

Junto a Los Hongos, premiaron con el Leopardo de Oro a Navajazo de Ricardo Silva (México), el premio al mejor director emergente a La Creazione Di Significato de Simone Rapisarda Casanova (Canadá, Italia) y una Mención Especial para Un Jeune Poete de Damien Manivel (Francia).

El Festival de Cine de Locarno ha sido el lugar para descubrir a grandes cineastas de su generación como Claude Chabrol, Stanley Kubrick, Milos Forman, Marco Bellocchio, Glauber Rocha, Mike Leigh, Bela Tarr, Chen Kaige, Edward Yang, Jim Jarmusch, Spike Lee, Gregg Araki, Abbas Kiarostami, Gus Van Sant, Fatih Akin, Claire Denis, Kim Ki-Duk, entre muchos otros. Una particularidad del festival es la pantalla al aire libre que se pone en la Piazza Grande, con asientos para 8.000 espectadores.

Los Hongos llega a las salas de cine colombianas el próximo 25 de septiembre. El lanzamiento del tráiler de la película se llevará a cabo el próximo 19 de agosto, en Bogoshorts Sessions en Cine Tonalá Bogotá, donde también se presentarán dos videoclips de la película.

Sinopsis:

Cada noche después del trabajo, Ras pinta grafitis en distintos muros de su barrio al oriente de Cali. Durante el día es obrero de construcción y el hijo de María, una dulce mulata que emigró a la ciudad proveniente de la selva del pacífico.

Ras no ha vuelto a dormir y está empezando a soñar despierto. María sufre por esto pues piensa que alguien lo ha embrujado y el chico terminará en la locura. Un día Ras pierde su trabajo por robar varios tarros de pintura con los que venía haciendo un gran mural en el lote contiguo a su casa.

Sin un peso para ayudar a su madre, atraviesa la ciudad en busca de Calvin, otro jóven grafitero estudiante de bellas artes que vive unos días difíciles tras el divorcio de sus padres y el cáncer que padece su abuela. Los chicos irán sin rumbo fijo por la ciudad, como el que quiere perderse y no regresar. En el camino, como dos hongos, contaminarán su entorno de inmensa libertad.

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