Festival del Jaguar: un acuerdo entre generaciones por la paz con la naturaleza en las Sabanas del Yarí
El evento, liderado por la Asociación Empresarial Campesina del Yarí (ASECADY) con apoyo del PNUD y la Embajada de Noruega, consolida un proceso comunitario para proteger el corredor biológico del jaguar y fortalecer una identidad amazónica basada en el respeto por la vida.
“Antes veíamos al jaguar como un enemigo; hoy lo consideramos un aliado del bosque”, afirma María Fierro, tesorera de ASECADY.
¿Educación ambiental: sembrar conciencia desde la escuela?
Cerca de 2.000 estudiantes de instituciones rurales participaron con muestras culturales y pedagógicas. “El jaguar nos enseña que el territorio es uno solo, y todos somos responsables de conservarlo”, señala Edwin Guzmán, rector del Centro Educativo Las Brisas.
El docente de biología Ángel Lasso presentó una cartilla elaborada por estudiantes sobre la convivencia con el jaguar. “Fue un proyecto de biología territorializada. Los niños son autores de sus relatos y muestran que otras formas de habitar el territorio son posibles”, comenta.
Para James Calderón, joven promotor campesino, el Festival del Jaguar “ayuda a entender cómo cuidar al jaguar, pero también nos da espacios para expresarnos con el deporte y la cultura”.
Esa energía juvenil nutre el acuerdo intergeneracional por la conservación del jaguar, un pacto simbólico entre niños y adultos que incluye compromisos concretos: restauración de bosques, protección del agua y prácticas productivas sostenibles.
Lea también: “Lo que realmente molesta a Washington es una América Latina que hable con voz propia”: Inna Afinogenova
¿Una apuesta compartida por la conservación?
“No se puede conservar una especie si no somos conscientes de su valor”, subraya Jimena Puyana, gerente de Desarrollo Sostenible del PNUD Colombia. Durante el festival se anunció el inicio del proyecto “Corredor del Jaguar”, que se implementará en el Magdalena Medio, las Sabanas del Yarí, Guaviare y Putumayo, liderado por el Ministerio de Ambiente, con apoyo del PNUD, y con recursos del Fondo Mundial de Medio Ambiente.
El PNUD también impulsa el viverismo comunitario y la ganadería sostenible. “No se trata de plantar por plantar, sino de restaurar estratégicamente los corredores por donde el jaguar se mueve, mientras fortalecemos las economías locales”, añadió Puyana.
Desde la Embajada de Noruega, la asesora Magdalena Arbeláez destacó: “Esta iniciativa une dos prioridades de nuestra cooperación: la construcción de paz y la conservación de la Amazonía. Lo más valioso es que nace de las comunidades y de los niños”.
¿Un legado que continúa?
Madres, hijos y abuelos comparten un mismo compromiso con la selva. Yudis Cerquera, promotora campesina, resume ese vínculo: “Al comienzo teníamos miedo del jaguar, pero comprendimos que si lo cuidamos, cuidamos también nuestro futuro”.
El rescate reciente de dos cachorros de jaguar, hoy bajo el cuidado de Corpoamazonia, se convirtió en símbolo del festival y del compromiso colectivo con la vida.
El Festival del Jaguar es hoy una plataforma de diálogo entre generaciones y saberes. “La paz con la naturaleza es crear cultura, es cuidar el territorio”, afirma Fernando Urrea, presidente de ASECADY. “El campesino del Yarí ya no es enemigo del bosque, sino su guardián”.
Con cada edición, el festival reafirma que convivir con la selva es posible y necesario para garantizar el equilibrio y la vida en la Amazonía colombiana.
#ElCalentao 🥘 | En las sábanas del Yarí se desarrolló la 4a edición del Festival Jaguar, un encuentro de varias generaciones donde comunidades campesinas y centros educativos se reúnen para conservar y convivir con los jaguares de la Amazonia colombiana. 🇨🇴
📻 En San Vicente… pic.twitter.com/6WQObvalWE— Radio Nacional CO (@RadNalCo) November 10, 2025