Parador del Pastel Pitalero: un logro con voluntad de matrona
El Parador del Pastel Pitalero está ubicado en el corregimiento de Pital de Megua a una orilla de la vía la Cordialidad que de Barranquilla conduce hacia Baranoa - Atlántico.
La atención al público es diaria entre las 6:00 a.m. y las 6:00 p.m. El kiosco cuenta con sillas cómodas y un ambiente acogedor cerca de la naturaleza para que los clientes puedan disfrutar degustar su pastel.
Cada día el Parador del Pastel Pitalero ofrece variedad de sabores, puedes encontrar pasteles de pollo, cerdo, combinado pollo y cerdo, conejo, gallina, carnero ahumado, pavo, guartinaja, ñeque, entre otros.
¿Cómo empezó todo?
Preocupadas por vender los pasteles en unas mejores condiciones para ellas y sus clientes, las matronas de la Asociación de Mujeres Hacedoras de Pastel Pitalero -Asomuhapa- decidieron buscar la forma de convertirlo en realidad.
Claudia Patiño, una de las lideresas del grupo, cuenta “esta es una asociación que inicia con las manos vacías, con muchas mujeres que teníamos la inquietud de construir algo aquí, donde hemos trabajado casi 10 años en unas condiciones muy precarias, con lluvia, con sol, en unas carpas”.
Las matronas se ubicaban a la entrada de Pital de Megua para vender sus productos y estar a la vista de todo el que transitara por la Cordialidad sin contar con autorización para usar esa esquina, decididas por conseguir su objetivo, se postularon a una convocatoria.
“Se mete el proyecto, el proyecto gana y es realizado con apoyo del Fondo Emprender del Sena. Como pertenecemos también a la Asociación de Mujeres Campesinas logramos que nos aprobaran el terreno que veníamos usando hace años, pues lo maneja la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos de Colombia -ANUC-”, explica Claudia Patiño.
Tras cumplir los requisitos establecidos, inició el proceso de legalización y posteriormente la construcción del Parador del Pastel Pitalero que abrió sus puertas el pasado 31 de marzo.
¿Qué sigue para las matronas?
Para Jennifer Marsiglia Pastrana de la Corporación Sabores y Saberes, que el Parador del Pastel Pitalero hoy sea una realidad, es la materialización de la voluntad de las matronas.
“Es el símbolo de que a las matronas no les queda nada grande cuando se dan cuenta de su poder transformador, pero sobre todo cuando movilizan procesos en su comunidad que hace que también abran los ojos y las acompañen en las luchas que dan”, afirma Jennifer.
Jennifer, activista de la red de matronas en el departamento del Atlántico, sostiene que, al alcanzar este logro tan importante, genera nuevos retos como mantener el parador y la variedad de productos que ofrecen.
“El reto ahora está en formar esos públicos para que comprendan por qué un pastel de Pital de Megua es distinto de otro que podamos encontrar en el país. Porque además el parador genera un espacio importante de interlocución con ellas encontrando cada día una sazón distinta y conociendo de primera mano a la persona que elaboró el pastel que uno se está comiendo”, señala Jennifer Marsiglia.
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Finalmente, Claudia Patiño dice “para nosotras las 30 mujeres de ASOMUHAPA, no hay una que no esté feliz, no hay una que no esté contenta de saber que vamos a trabajar en otras condiciones y que vamos a vender nuestro rico y delicioso producto como el pastel en mejores condiciones para todos”.
