Agua Clara, orgullo de Buenaventura, gana la Medalla al Mérito Turístico Comunitario
Entre 500 iniciativas de turismo comunitario de todo el país, Agua Clara, una comunidad del corregimiento número 8 de Buenaventura, fue reconocida con la Medalla al Mérito Turístico Comunitario, un galardón otorgado por el Gobierno nacional que destaca el trabajo colectivo, la sostenibilidad y la conservación ambiental.
En la convocatoria, tres proyectos resultaron finalistas, todos provenientes de Buenaventura: la Reserva de San Cipriano, Pacífico Guías Turísticos y Agua Clara, que finalmente se alzó con el máximo reconocimiento.
Para la comunidad, esta medalla representa una herramienta de empoderamiento y un impulso para continuar fortaleciendo el turismo responsable que los ha convertido en guardianes de la naturaleza. Su proyecto busca ofrecer a los visitantes una experiencia única en contacto con el entorno natural, promoviendo al mismo tiempo la preservación ambiental y el desarrollo sostenible.
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Ubicado en el corregimiento número 8, Agua Clara es un destino que muchos describen como un paraíso natural. El lugar está rodeado por un río de aguas cristalinas, senderos ecológicos y majestuosas cascadas que atraen a turistas nacionales e internacionales. En sus aguas es posible nadar entre peces, disfrutar del avistamiento de aves y explorar la riqueza de su biodiversidad.
El esfuerzo de la comunidad ha permitido que este rincón del Pacífico se consolide como un referente nacional de turismo comunitario. Bajo la orientación del consejo comunitario, los habitantes trabajan unidos para conservar su entorno y fortalecer su oferta turística, integrando además la cultura y la gastronomía local, que fusiona los sabores del mar y de la tierra.
“Agua Clara es una invitación a vivir una experiencia auténtica con la naturaleza y con nuestra gente”, aseguran sus líderes, quienes destacan que el reconocimiento nacional es también una oportunidad para que el mundo conozca las riquezas de Buenaventura.
Y es que, sin duda, Buenaventura es la mejor esquina del mundo, un territorio que sigue demostrando que el turismo comunitario puede ser motor de desarrollo, identidad y esperanza.
