Así avanza la reparación colectiva en Cesar y La Guajira

Por: Daniela Cárdenas Seoanes

En el departamento de Cesar se adelantan varios procesos de reparación colectiva en comunidades étnicas y no étnicas, cuyos avances varían de acuerdo a la población. De acuerdo a el director de la Unidad de Víctimas territorial Cesar-Guajira, Víctor Hugo Mosquera, se han entregado de maquinaria para fortalecer los proyectos productivos en los que se trabajan para reparar a las víctimas.

Las poblaciones beneficiadas son los municipios de Pelaya y Pailitas; y los corregimientos de Poponte en el municipio de Chiriguaná, Casacará en el municipio de Codazzi, Santa Cecilia en el municipio de Astrea, la vereda El Toco en el municipio de San Diego, Estados Unidos en el municipio de Becerril y Minas de Iracal en Pueblo Bello.

“Entre otras acciones de reparación colectiva, en conjunto con el PNUD, se adelantó la construcción y entrega de unas tiendas comunitarias con la finalidad de fortalecer las actividades productivas comunales”, aseguró Mosquera. En la mayoría de los municipios se entregan tractores, pero en Pailitas se entregó una camioneta en la que el comité de impulso se traslada a los destinos a los que deben hacer gestiones.

“En el caso del corregimiento de Santa Cecilia se espera la próxima semana entregar a la comunidad cinco botes con toda la seguridad y tecnología suficiente para que puedan retomar la actividad pesquera propia de esta región y que los habitantes debieron abandonar por los daños causados por el conflicto en la zona”, precisó Mosquera.

En comunidades como El Toco y Estados Unidos el proceso de reparación colectiva avanza en las etapas de construcción del documento de caracterización de los daños y abordaje.

En cuanto al proceso de reparación colectiva de comunidades étnicas, es imperioso mencionar que son las comunidades kankuama, Yukpa, Nuevo Espinal en Barrancas, La Guajira; y las poblaciones afro de Guachochito, El Alto de la Vuelta, El Perro y Badillo las que afrontan este proceso.

“Estamos avanzando con los kankuamos en el proceso de caracterización del daño que los mismos indígenas de la etnia llaman “desarmonías”, lo que nos permite ir a la etapa de formulación de medidas para la reparación colectiva”, explicó el funcionario de la Unidad de Víctimas.

Y añadió que luego de superar esta etapa se avanzaría a la protocolización para la fijación de la cuantía con la que será reparado el pueblo Kankuamo.

En Nuevo Espinal, la reparación colectiva va en la etapa de fijación del cronograma de actividades para la protocolización del Plan Integral de Reparación Colectiva, PIRC, y que las autoridades se pongan de acuerdo en las fechas y tareas a seguir en adelante.

En Guacochito, Alto de la Vuelta, El Perro y Badillo se avanza en la construcción de la caracterización de los daños producidos por el conflicto en esas poblaciones afro de la ciudad de Valledupar.