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James Rodríguez, fútbol de Colombia para el mundo

Por: Gloria Elizabeth Morad

Foto: Colprensa. Junio de 2018.

Por: Gloria Elizabeth Morad

James Rodríguez es el héroe de todo un país, el ídolo de hombres, mujeres, niños. Querido y respetado por sus compañeros y admirado por técnicos y conocedores de fútbol, quienes aseguran que tiene una genialidad futbolística única. James es la esperanza de una nación en épocas de mundial.

Actualmente juega como centrocampista en el Bayern Múnich de la Bundesliga de Alemania, cedido por el Real Madrid. Recibió en 2009, 2012 y 2014 el premio de jugador revelación en la Primera División de Argentina y en la Primera Liga de Portugal.

Fue elegido en 2014 por el Centro Internacional de Estudios del Deporte como segundo mejor centrocampista ofensivo de Europa,​ además de lograr el Premio Puskás de 2014.

Estrella absoluta con la Selección Colombia y ganador de la Bota de Oro del Mundial de Brasil 2014, tras anotar seis tantos que permitieron que la selección alcanzara los cuartos de final del torneo, siendo hasta la fecha la mejor actuación del combinado en una cita mundialista.

Foto: Facebook Academia Tolimense de Fútbol.

En la casa los únicos juguetes que tenía eran balones

Pero a James nada se le ha regalado, todo ha sido gracias a su disciplina y determinación, según su madre Pilar Rubio Gómez, “En la casa, los únicos juguetes que habían eran balones, nunca hizo nada más ni pensó en otra cosa que no fuera fútbol, siempre dijo que quería ser futbolista”.

James nació en Cúcuta, pero tras la separación de sus padres, terminó viviendo en Ibagué. Su padrastro Juan Carlos Restrepo y su madre lo matricularon en la Academia Tolimense de Fútbol, donde logró conseguir el título de la Pony Fútbol a los 12 años.

Foto: Facebook Academia Tolimense de Fútbol.

“Desde que yo lo vi jugar supe que era un niño talentoso y diferente a los demás, siempre se destacó por su manejo de fútbol elegante, su visión periférica, sus pases largos y de profundidad”, así lo define Yull Calderón, su primer entrenador en Ibagué cuando James tenía 7 años.

Foto: Facebook Academia Tolimense de Fútbol.

El Envigado Fútbol Club se fijó en él, por eso se fue a vivir a Medellín y a sus 14 años debutó como profesional en el torneo de la A, aunque el Envigado Fútbol Club descendió, al año siguiente logró su primer campeonato en la B y regresó a la categoría primera A. Gracias a esto, hizo parte de la Selección Colombia Sub-17 con la que clasificaron y jugaron el mundial de Corea en 2007.

Lo que se hereda no se hurta

Quienes conocen a James dicen que su talento es genético pues su padre biológico, Wilson James Rodríguez, pateaba con la misma potencia de su hijo, jugaba en la misma posición y hasta estuvo en Rusia disputando un mundial con la Selección Colombia.

“James tiene un paso mortífero, demoledor, tiene una visión de juego impresionante y lo he comparado con Riverino, una de las estrellas de Brasil de los años 70, además tiene una memoria de juego extraordinaria”, señala Esteban Jaramillo, periodista deportivo.

James nunca faltó a entrenamientos, dice su primer entrenador Yull Calderón.

“Para James la familia tuvo un significado muy grande en su formación. Él llegaba a entrenamientos con su mamá, las tías, los abuelos, los primos. Su mamá se retiró de trabajar y se dedicó a acompañarlo en sus viajes”, señala.

A los que no han encontrado sus héroes les comparto los míos

Pero la grandeza de James no está solo en el fútbol, quienes lo conocen de cerca saben que es un hombre sencillo, que no se le ha subido la fama a la cabeza y que por el contrario se preocupa por la situación de los niños en estado de vulnerabilidad.

Para ayudarlos, creó la Fundación Colombia Somos Todos. Según Julian Felipe Ramirez Rubio, administrador de la organización, “Se reciben niños de estratos cero y uno y aquí se les brinda formación deportiva con el fin de que usen bien su tiempo libre y se alejen de los vicios, también apoya económicamente entidades que trabajan por los niños con cáncer en Bogotá”.

Julián es primo de James y de pequeños jugaban juntos en Ibagué. “Yo recuerdo que nos daban mil pesos y nosotros comprábamos jugo y una empanada. En los recreos James apostaba 500 pesos en los partidos ganados para pagar el transporte, en el bus marcábamos un solo pasaje y a veces pedíamos que nos llevaran por mil pesos a los dos”, recuerda.

Foto: Facebook Academia Tolimense de Fútbol.

El Bayern Múnich rinde homenaje a James en Ibagué

En época del mundial, el Club Alemán el Bayern Múnich escogió cuatro jugadores de su equipo para exaltar su talento y James fue uno de ellos con Javi Martínez, David Alba y Thomas Muller, a cada uno les hizo un mural en la tierra que los vio crecer como deportistas.

El mural está en el Polideportivo 14 de Octubre en Ibagué y allí se aprecia el rostro de James en dos momentos de su vida: el primero cuando era un niño y el segundo, más adulto, convertido en un jugador de fútbol profesional.

Así mismo el Bayer puso en su cuenta oficial un video muy corto con un mensaje claro que sirve como motivación a los niños, para que sigan sus sueños. "Ibagué, aquí James aprende desde pequeño qué significa el espíritu de equipo, como se marcan goles, pero sobre todo, que hay que trabajar duro para lograr sus objetivos", dice el video.

"Cuatro países, cuatro lugares, cuatro jugadores, reunidos bajo una misma camiseta con tanta tradición deportiva y cultural. Estamos orgullosos de quienes somos y estamos orgullos de portar este sentimiento por todo el mundo", fue el mensaje final del club alemán.

Foto: Facebook Academia Tolimense de Fútbol.

La Grandeza de James

Para los colombianos, James es el ídolo del fútbol nacional, para su círculo más personal es un hombre muy noble, sencillo y a veces hasta tímido. No deja de visitar sus amigos de siempre. Fuera de las canchas sus grandes amores son su hija Salomé; Juanita, su hermana y su mamá Pilar.

Hoy James es de todos los amantes del fútbol, la gran ilusión de Rusia 2018, un país que ahora solo desea que la selección supere el quinto lugar obtenido en el último mundial de Brasil.

Pero más allá de eso, James Rodríguez seguirá siendo el gran referente deportivo para presentes y futuras generaciones, porque su grandeza no está solo en su fútbol, sino en sus diarios ejemplos de disciplina y nobleza que lo hacen, de lejos, el más grande de la historia reciente del fútbol colombiano.

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