Tres años de fiestas decembrinas sin armas en Caño Indio, Norte de Santader
Por: Ruth Gélvez. Radio Nacional de Colombia Santander
Por lo menos 182 mujeres, hombres y niños, llegaron al Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de la vereda Caño Indio en Tibú (Norte de Santander), con la promesa de una nueva vida sin armas, y la seguridad de habitar finalmente en el campo.
Según la Agencia para la Reincorporación y Normalización (ARN), hoy conviven allí 71 personas, pues muchos volvieron a sus antiguos hogares, a los brazos de sus madres, hijos, esposas o esposos, de las casas que dejaron o de las que fueron raptados para vivir en la trinchera de la guerra, otros se quedaron para empezar de nuevo desde ese lugar.
Yesenia Soto, consejera política departamental del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común en Norte de Santander, y una de las mujeres reincorporadas que habita en este ETCR, sonríe al contar cómo su primera Navidad como excombatiente.
“En estos años hemos podido disfrutar sobre todo con la familia, ha sido importante también compartir con gente de la comunidad y celebrar en tranquilidad. Recuerdo que ese primer diciembre que pasé en el ETCR, hicimos una comida para todos, fue una integración muy bonita”, rememora Yesenia con satisfacción.
Reencontrarse con la familia es una de las razones por las que sienten que vivir en este espacio, es respirar parte de los acuerdos de paz, luego de haber vivido por años en medio de la guerra.
“No hay comparación, en los últimos años de nuestra vida guerrillera tratamos de compartir cuando se podía, pero también hay que decir que muchas de estas fechas no las pudimos celebrar, porque la situación no era nada fácil en materia de seguridad”, relata.
Karina también lleva los mismos años viviendo en Caño Indio, ha preferido usar el nombre por el que es conocida por sus compañeros, para salvaguardar a su familia.
“Este año, como es costumbre para muchos, hacemos la comida de Nochebuena que es el tamal, la natilla y el buñuelo, pero el 31 es la rumbita y lo que es el consomé, y ahora le agregamos que no solamente somos los reincorporados, sino que también lo pasamos con las comunidades aledañas, entre el baile y el deporte, estamos todos celebrando”, cuenta Karina.
Asegura que ella y muchas personas tienen en mente los acuerdos de paz, ya que “se hicieron para todo el pueblo colombiano y no solo para los excombatientes”.
Tanto para Karina, como para Yesenia y toda la comunidad de Caño Indio, la paz es la razón de sus vidas. Ellos han pedido no ser cambiados de zona, pues este ETCR se ha convertido en su hogar.
“Nuestro anhelo es que haya paz en Catatumbo, si bien es cierto, hemos tenido algunos cambios que son fundamentales para toda la comunidad, pero hay que decir que el Catatumbo en general es una zona de mucho conflicto y uno anhela que la mirada del Estado llegue, no solamente con las militarizaciones”, sostiene Yesenia.
Esta mujer excombatiente insiste en la importancia de cerrar esas brechas que han hecho que se intensifique el conflicto en esta región. Afirma que este “es un territorio muy rico, pero también muy olvidado”.
En estas fiestas como lo han hecho desde el 2017, llevarán regalos a sus niños, cenarán en comunidad compartiendo con las veredas aledañas, y el 2020 será motivo de más esfuerzo, pues iniciarán varios proyectos productivos, algunos son liderados por el comité de mujeres.
“Se están gestionando proyectos de confecciones por parte de las mujeres, por otro lado hay varios pensados en sobre el agro, aunque no han sido aprobados, esperamos iniciar trabajos en ganadería piscicultura y el de mujeres”, concluye Yesenia con tono esperanzador.
