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Conversaciones Señal Clásica: Bogotá Perspectivas Sonoras

Una entrevista con Laura Fernanda Zúñiga, integrante del colectivo, sobre el origen del mismo.
María Isabel Quintero

El ejercicio musical en Colombia requiere de inmensas cantidades de trabajo y de ingenio. Y en el ámbito de la música clásica y académica, esta última cualidad trasciende por mucho la esfera íntima de la creación musical propiamente dicha. De forma que, en el caso de los compositores, la inspiración –generalmente sobrevalorada–, debe ir acompañada de disciplina, dedicación diaria y compromiso constante y permanente. Y de creatividad, inventiva y, de nuevo, ingenio, para completar el proceso necesario tras la generación de nueva música; es decir, sacarla a la luz, promoverla, difundirla y divulgarla. 

De todo esto puede dar fe el Colectivo Amalgama, un grupo de jóvenes compositores, amigos, egresados del Conservatorio de Música de la Universidad Nacional de Colombia, creador del proyecto Bogotá Perspectivas Sonoras. Laura Fernanda Zúñiga, una de sus integrantes, conversó con nosotros para este espacio.

“Nos dimos cuenta que la composición es muy bonita pero a veces se queda solo en el papel”, comenta Laura, relatando los hallazgos iniciales de cada miembro del grupo en sus épocas de universidad. Y es que, a medida que empezaron a ingresar ya como profesionales a la vida laboral, los miembros del colectivo comenzaron a percibir y entender los verdaderos retos que los esperaban en calidad de músicos, en general, y compositores en particular. 

Las dificultades iniciales en torno a lograr escuchar su música, encontrar intérpretes, costearlos y toda una suerte de etapas que resultaban imposibles de alcanzar de forma individual. “Finalmente dijimos: si cada uno está un poco por la misma línea, con este interés de querer que la música suene, ¿por qué no buscamos convocatorias?”. Entonces, acometieron la tarea como grupo resultando ganadores de la convocatoria Jóvenes en Movimiento 2021 del Ministerio de Cultura. 

El reto del colectivo apuntó entonces a sacar adelante el proyecto en total, cuyo producto final fue la grabación de las ocho obras, una por cada compositor del colectivo; posible, como nos cuenta Laura, gracias a unir esfuerzos con otra agrupación de músicos: “Surge la asociación con Bogotá Chamber Orchestra, quienes nos ayudaron con la gestión de todos los intérpretes”. 

Estas y otras muchas situaciones y circunstancias nutren las habilidades de los artistas y hacen parte de los requerimientos necesarios hoy día para acometer proyectos artísticos que marcan diferencia, aportan y enriquecen el panorama cultural de nuestro país. Las obras se pueden escuchar aquí. 

Eso y más podrán escuchar en esta interesante conversación:

 

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