El Joe, una leyenda musical para cantar y gozar
Álvaro José Arroyo González, conocido entre los amantes de la música colombiana como el ‘Joe Arroyo’ es uno de los artistas más populares en nuestro país. Si bien es recordado por éxitos salseros como ‘En Barranquilla me quedo’, ‘Rebelión’ o ‘Sabré olvidar’, en su niñez era fue un apasionado por las baladas de artistas como Raphael y Los Ángeles Negros.
Su profunda relación con la música fue casi que innata: “no me recuerdo sino cantando”, decía en sus propias palabras. Cuentan que buscando potenciar su voz y explorar nuevos sonidos, Álvaro José metía su cabeza en una lata vacía de manteca, con esto lograba escucharse en detalle y percibir la evolución en cada uno de los tonos que alcanzaba.
Aunque el Joe cosechó una brillante carrera en importantes escenarios a nivel nacional e internacional, sus inicios no pudieron ser más humildes, entre cantinas y burdeles, la voz del ‘Centurión de la Noche’ se hizo popular en el Caribe colombiano.
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Según conocidos, e incluso en algunas entrevistas realizadas al artista, uno de los lugares donde solía componer sus grandes éxitos era el baño de su casa. Este espacio íntimo le permitía aislarse, concentrarse y escribir con libertad, sin que nadie lo molestara, además de contar con una buena acústica.
En una de las primeras versiones de su popular canción ‘En Barranquilla me quedo’, el Joe le rinde un homenaje al gran Pacho Galán, a quien siempre le profesó una gran admiración. Junto al creador del merecumbé grabó el sencillo titulado ‘Volvió Juanita’ (1978), una canción que exalta la cultura colombiana, una fusión del ritmo que inmortalizó Galán y la voz inconfundible del Joe.
Los problemas de salud fueron una constante en la vida del artista cartagenero, lo que en reiteradas ocasiones resultaba ser solo una falsa alarma sobre su supuesto fallecimiento. En 1983, prácticamente fue dado por muerto, al sufrir una tiroides retrospectiva, por la que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente. El mismo artista sintió que debido a su estado de gravedad no sería capaz de sobreponerse. “De esta no me salvo”, comentó en su momento ‘El Sonero de América’.
Fue en medio de la convalecencia que la prodigiosa pluma del Joe volvió a brillar y mientras muchos se preparaban para despedirlo con tristeza, regresó con una de sus más reconocidas canciones: ‘Me la jugué a la candela’, tema que irónicamente le canta la fiesta, la rumba y se convirtió en una confesión del artista ante sus admiradores.
La vida el Joe transcurrió entre la música, las fiestas y los clásicos que se mantienen en la memoria de sus seguidores. Para muchos, el ‘Centurión de la Noche’ es considerado uno de los mejores exponentes de la música tropical hecha en Colombia.
