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Celso Piña, el caballero de la cumbia

Celso Piña es un autodidacta del acordeón, aprendió a tocarlo por imitación de una música que por allá, en los años 70, por casualidad y por una par de caguamas, escuchó en una fiesta: La Cumbia colombiana.

Desde allí, este norteño de corazón, “acá bien machín”, se apasionó por un ritmo que lo ha llevado por todo el mundo con un sonido colombo-mexicano en compañía de su “Ronda Bogotá”, integrada además por varios miembros de su propia familia y que en los años 80 fue una de las bandas más populares en su natal Monterrey.

Cuenta que el nombre de la banda lo escogió su papá, después de 6 años en los que Celso pasó su vida aprendiendo a tocar el acordeón pegado de la música de Alfredo Gutiérrez y Alejo Durán. “Aníbal, Alfredo, Aniceto, Diomedes, ellos fueron mis maestros" dice, mientras afirma que la cumbia colombiana tiene un ritmo dinámico, alegre y bullanguero que se puede combinar fácil con cualquier otro tipo de ritmo.

"Como tocas diferente a toda esta bola que se toca aquí, hay que ponerle 'ronda' que suena diferente", cuenta que le dijo su papá cuando el joven Celso ya profesional del acordeón, decidió hacer de la cumbia su vida. Y eso fue lo que hizo él, logró generar una fusión que por más de 30 años puso a bailar a México, hasta el punto de generar una subcultura urbana, el cholombianismo.

"Un día dije: 'Algún día voy a ir a Colombia' y ya van cuatro veces compadre" afirma mientras suelta una carcajada sonora que acompaña con un chocolate caliente y almojábanas tibias, propias de este frío bogotano. Luego cuenta que conoció a Gabo, “mientras bailaba bien sabroso” en un convivio en el que coincidieron en Monterrey, el escritor en su calidad de conferencista invitado y Celso en el rol de amenizador oficial, al son de “Los 100 años de Macondo”.

“Tengo varios apodos, pero con el que más me identifiqué fue con ‘El Rebelde del acordeón’ porque lo leí en un disco de Alfredo Gutiérrez”, dice. Alguna vez la vida le dio la oportunidad de conocer al mismo Gutiérrez y decirle que rebeldes del acordeón hay dos, un colombiano y un mexicano, que han logrado llevar la cumbia al escenario mundial.

Dos nacionalidades pero un solo amor que puso a bailar a los asistentes a Conversaciones, que este jueves 20 de noviembre tuvieron la oportunidad de reír a carcajadas escuchando las historias de este hombre que se inventó otra manera de hacer cumbia.

Un colombiólogo honorario que con su buen humor puso a bailar a un centenar de asistentes y que en esta ocasión viene a Colombia a promocionar su nuevo disco “Aquí presente compa”. Señal Radio Colombia agradece su paso por nuestro auditorio y por este año se cierra el ciclo de invitados internacionales de Conversaciones. ¡Grande Celso, muchísimas gracias!

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