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[Galería ] El talento de 4 mil artistas en el Desfile Magno de Pasto

Cerca de 1 millón de personas entre propios y turistas disfrutaron del cierre del Carnaval de Negros y Blancos.

Por: Ingrid García - Radio Nacional Nariño

La concentración empezó desde muy tempranas horas de mañana, cuando artistas ultimaron los detalles de las muestras artísticas que fueron expuestas a lo largo de los 7 kilómetros de recorrido que tiene la senda del Carnaval de Negros y Blancos de Pasto. La comunidad se volcó a las calles en grupos de familias y amigos para apreciar y aplaudir las comparsas, murgas, disfraces individuales y carrozas.

El 6 de enero es el último día de carnaval y es el Día de Blancos, del talco, de la expresión máxima de creatividad, donde el ingenio se transforma en figuras de papel montadas en escenarios rodantes, acompañadas de cientos de personas que bailan y gozan al ritmo del sonsureño y con la expresión ‘¡Que viva Pasto, Carajo!’.

El juego de blancos remonta sus orígenes al año 1912, cuando nació de forma ingeniosa y espontánea. La Academia Nariñense de Historia, en su libro Pasto, Memoria, Símbolos y Cultura, recoge la versión de don Ángel María López:

“Habíamos bebido todo el días de negros y al otro día estábamos sin plata, entonces nos apegamos a donde ‘Las Roby’ que tenían una cantina en la esquina de don Julio Bravo. Las dueñas del estanquillo eran de apellido Roby. Fuimos directamente y dijimos que estábamos sin plata, que si nos fiaban. Bien, nosotros pedimos una botella de aguardiente champurreado, sabroso. En ese tiempo era puro anís y era hasta barato (…) En la mesa de estas señoras, las Roby tenían su apartado de tocador, allí estaban las cajitas de polvos con pluma. Entonces un sastre cogió la cajita y la pluma y nos fue echando a nosotros, este hombre. Nos dimos nuestros modos para conseguir las cajitas de polvos, para conseguir los de ellas. Las Roby, por su parte no se enojaron sino que se reían de vernos ‘polviándonos’. Y nos llevaron las cajitas con las plumas y ya pintados salimos a la calle. Bajamos por el andén de la Calle Real hasta la Plaza, gritando: ¡Viva el blanquito!, ¡Viva el negrito!

Después de 1913, los juegos del 5 y 6 de enero se siguieron celebrando seguidamente y de manera espontánea, hasta su organización oficial en 1927.
El Desfile Magno, como se conoce a la celebración del 6 de enero, pone en escena cinco modalidades: disfraces individuales, comparsas, murgas, carrozas no motorizadas y carrozas, todos previamente seleccionados.

Las carrozas son esculturas monumentales elaboradas en papel, arcilla, yeso y otros materiales que muestran figuras alegóricas llenas de color. Pueden medir hasta 8 metros de altura por 16 metros de largo.

Las carrozas no motorizadas tienen una dimensión de 6 metros de largo por 12 metros de alto y son movidas por tracción manual o en bicicleta.

Por otro lado, se denomina murgas a las agrupaciones de varias decenas de músicos. Las comparsas son grupos de bailarines con disfraces y motivos alegóricos al carnaval.

Andrés Barrera, artista del carnaval y participante en la modalidad de carroza, describió su trabajo titulado ‘Poesía sin fin’.

“Es un homenaje a la tierra linda de Nariño, donde el verde es de todos los colores, un homenaje a todos los hombres y mujeres que engrandecen nuestro terruño con sus labores y sobretodo con sus letras. Desde el compositor hasta el poeta, desde el dramaturgo hasta el cuentero, que escriben fantasías e imaginarios que trascienden fronteras y permanecen etéreos en el espacio y en el tiempo”, explicó.

Por su parte, Lucy Carolina Figueroa, participó con su propuesta en modalidad de murga, la cual tituló ‘Mágicas y Poderosas’, como una posibilidad de resaltar los aportes y protagonismos de la mujer rindiéndoles tributo, pero en especial a las madres y abuela.
“A su esencia mágica y la sabiduría poderosa obtenida como fruto de la búsqueda incansable de saciar la sed de conocimiento, esa misma que han transmitido durante generaciones. Esta

propuesta es un homenaje a la influencia de la mujer en la transformación y construcción de ambientes en armonía, gracias a su espíritu maternal y protector, cargado de libertad creativa que es capaz de crear mundos misteriosos, que las hace mágicas y poderosas en esencia y presencia”, comentó.

La magia, creatividad y color hicieron parte del Día de Blancos en Pasto, que en un ambiente de juego, danza y música dejaron ver a Colombia y el mundo, la grandeza cultural de Nariño.

Encuentre aqui la galería con los mejores momentos del Desfile Magno, al cierre del Carnaval de Negros y Blancos:

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