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Para que haya libertad necesitas a la prensa: Javier Darío Restrepo

Por: Richard Hernández.Para hablar de temas de comunicación social como la ética periodística, la libertad de expresión, las noticias falsas, el periodismo en la era digital y el periodismo colombiano, entre otros, nadie más idóneo que el maestro Javier Darío Restrepo.

Por: Richard Hernández.

Para hablar de temas de comunicación social como la ética periodística, la libertad de expresión, las noticias falsas, el periodismo en la era digital y el periodismo colombiano, entre otros, nadie más idóneo que el maestro Javier Darío Restrepo.

Restrepo es una figura representativa en nuestro país en el “oficio más bello del mundo” como lo llamó el escritor francés Albert Camus. Ese amor y consagración por el periodismo lo confirma su larga trayectoria en esta labor.

El maestro como le dicen muchos de sus colegas, lleva casi 60 años en el periodismo. Ha trabajado en radio, televisión y prensa de los principales medios del país. Además, ha sido profesor de la Universidad de los Andes y conferencista en temas de comunicación social.

También ha ganado varios galardones como el Premio nacional de Círculo de Periodistas de Bogotá, en la categoría de prensa en 1993 y Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar en 1985 y 1986.

Asimismo, obtuvo el premio San Gabriel del Episcopado Colombiano en 1994, el Germán Arciniegas de la Editorial Planeta en 1995, el Premio Latinoaméricano a la ética periodística otorgado por el Centro Latinoamericano de Periodismo (CELAP) y el Premio a la Excelencia Gabriel García Márquez en 2014.

Desde 1995 dirige el Consultorio ético de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI).

Es autor de varios libros y sus respuestas en el Consultorio ético han sido reunidas en el libro “El zumbido y el moscardón”.

Conversamos con él sobre su gran pasión, el periodismo.

¿Qué significa hablar de libertad de expresión y libertad de prensa?

No se puede pensar en la prensa sin su correspondiente libertad, para que haya libertad necesitas a la prensa. Ella cumple un papel irreemplazable en la existencia y ejercicio de la libertad.

Lo primero que uno asocia a la palabra libertad de expresión con esa tendencia que tenemos a lo negativo, es la multiplicación de represiones que hay a esa libertad. Cuando reflexionamos un poco más se encuentra que es apenas lógico que se ha multiplicado los centros de poder y donde hay poder, hay rechazo de la libertad.

Un Gobierno todo lo que tiene que hacer respecto a la libertad es no estorbarla, pero él no puede dar libertad, crea algunas condiciones porque la libertad nace y crece en el interior de cada persona. No hay libertad de la sociedad, sino que hay una sociedad con gente que es libre.

Son precisiones bien importantes porque puesto que es una palabra que todo el mundo usa, cada uno le da el contenido que le conviene y acabamos por no saber que es la libertad.

¿Qué garantiza la libertad de expresión?

Lo que de veras garantiza el ejercicio de la libertad, de cualquiera de las libertades es la existencia de hombres libres y que cada persona se sienta constructora de su libertad.

A mí me parece que es un pensamiento deprimente pensar que para ser libre tengo que pedir permiso. Uno ejerce su libertad desde su interior y la proyecta en sus acciones exteriores.

Cuando uno entra a trabajar a un medio no pignora su libertad. La libertad es algo propio en lo que no tiene que ver nadie. El día que alguien pretenda restringir su libertad está cometiendo un abuso.

Ese derecho en una redacción se hace todavía más sólido y más fuerte porque aquí estamos hablando además del derecho que tiene la gente a una información libre. Por lo tanto, estamos trabajando para un derecho que ellos tienen y que nosotros no podemos restringir.

Foto: Pixabay

¿En la era digital como se respeta esa libertad de expresión?

En estos momentos y frente a la tecnología más poderosa de la historia en materia de comunicación, se hace más necesario que se tenga en cuenta que la libertad es fecunda y que no es una amenaza.

Por tanto, esa garantía para la sociedad que es una información libre tiene su lugar también en lo digital y allí se complican más las cosas, porque allí estamos ante un poder grande como no lo había nunca tenido la humanidad y donde hay mucho poder debe haber mucha responsabilidad.

Todos los grandes capos de la tecnología digital comienzan a ver los desbordamientos, los abusos que se están cometiendo y encuentran que la legislación es todavía muy pobre en soluciones para eso.

Desde el punto de la ética caemos en la cuenta de que el factor clave es el usuario, o sea el periodista, el empresario o el que recibe información tienen la posibilidad de usarlos mal o bien.

Yo como periodista sé que tengo muchos riesgos frente a esta tecnología.

Uno de esos riesgos es que quiero ahorrarme trabajo, entonces todo lo hago desde mi escritorio espichando teclas. No conozco la calle, no hablo con las personas, no me interesa lo que ellas piensan, porque encuentro la información envasada que me ofrece la internet.

Otro riesgo, es el del abuso de la libertad ¿qué sucede con las personas que hacen comentarios y que hacen comentarios protegidas por la máscara de un seudónimo o sin ninguna identificación posible?, lo que significa una cobardía radical, una mezquindad de alma lamentable porque se hace un mal uso de la tecnología.

Por eso nos damos cuenta de que el nivel de calidad de la discusión y del arte de la conversación se ha reducido al máximo, se reduce casi que a monosílabos o a frases cortas.

¿Hace falta una legislación contra las noticias falsas como la hay en otros países?

Yo creo que una legislación es lo menos deseable, cuanto menos metan la mano en los medios de comunicación los gobernantes y los políticos tenemos la esperanza de que los medios de comunicación puedan ser de calidad.

Pero ante un fenómeno como el de las malas noticias hay que mirar las cosas de un modo positivo y es que nos está haciendo tomar notas de la importancia de la verdad.

Estamos viendo de alguna manera las consecuencias de la falsedad tomada como forma de presentar la información, nos damos cuenta de que ya desconfiamos de todo.

Uno antes les creía a las fotografías o a las películas, ya hoy no se le puede creer a ellas, en suma, uno no le cree a nadie y eso trae como consecuencia una sensación de soledad y de impotencia del ciudadano común y corriente.

Pero sobre todo de incomunicación, entonces cuando saludamos a estos medios como el gran triunfo de la comunicación tenemos que estar desconfiando de su posibilidad de comunicar, no por la tecnología misma sino por el uso que estamos haciendo.

El uso que estamos haciendo es convertirlo en una plataforma para realzar la mentira, bien sea la mentira que me sea útil si yo soy candidato como lo hemos visto en otros países y acá en Colombia y es que la mentira produce votos.

Y si miras la mentira introducida en el hogar, en las relaciones entre personas, en la relación entre compañeros de trabajo, en las relaciones de negocios y en el gobierno de los países, encuentras que es uno de los elementos más disolventes que se le puede entregar a la sociedad.

Así como no puede alegarse una libertad para ofender, que fue lo que paso con los periodistas de Charlie Hebdo, tampoco tiene fundamento una supuesta libertad para mentir.

¿Entonces que hay que hacer contra la mentira?

Demostrarle a la sociedad nosotros los periodistas que nos interesa la verdad y que es un punto de honor profesional, el que cuanto yo diga puede ser comprobado, de modo que la gente a fuerza de ver que yo siempre digo cosas comprobadas tiene confianza en mí.

Lo contrario sucede cuando el periodista dice olímpicamente las mentiras. La gente entonces no sabe a qué atenerse y deja de confiar en el periodista.

Esta circunstancia de la posverdad ha traído ese efecto bueno de hacernos caer en la cuenta de que necesitamos la confianza y que los periodistas sin confianza de la gente somos material desechable.

Estamos en un momento que puede ser privilegiado, en donde se está creando una sensibilidad ante lo falso y una defensa férrea de la verdad, la podemos comenzar los periodistas, pero ese es un problema de formación de una cultura de culto a la verdad, pero que eso comienza en los hogares y luego abarca toda la sociedad.

¿Cuál es el aporte que ha hecho WikiLeaks al periodismo?

Me parece que hay un aporte importante en el sentido de que puso en tela de juicio los secretos de los Estados y comprobó con los hechos que lo que tenía como secretos por ejemplo secretos en relaciones exteriores y la diplomacia eran puras tonterías.

Pero hizo reflexionar sobre el aspecto que tiene el secreto y es que el secreto es una forma de poder. Y el poder como sabemos tiene como parte de sus componentes la corrupción y es lo que estamos viviendo ahora.

De modo que nos enseñó WIkiLeaks que el periodista tiene que dudar de la legitimidad de todos los secretos, como tiene que dudar de todo lo que dicen los poderosos, entonces si no son legítimos todos los secretos ahí viene el avance de la reflexión ¿Cuáles son los secretos legítimos?

El periodista debe pararse en la independencia, sea reportero o director Yolanda Ruiz.

¿La situación actual del periodismo en Colombia?

Tiene una gran crisis que es la crisis de independencia. La sindicación más grave que se le hace a los medios de comunicación es que dependen de sus fuentes financieras.

Aquí se celebra como un triunfo que una poderosa fuente financiera ofrezca patrocinar a un medio de comunicación, eso por el contrario debería causarnos una gravísima sospecha ¿Cuál es el interés de una empresa de financiar a un medio?

A mí me parece que ahí comienza a explicarse no tanto la crisis actual sino la que vendrá. Porque estamos en un momento casi de límite y que ya comienza a fallar todo. El otro día veíamos la gran preocupación por el despido masivo de periodistas de algunos grandes medios del país.

La solución comienza el día en que dirigentes y periodistas se reúnan para pensar como levantamos la confianza de la gente que está por el suelo, como levantamos la circulación y como levantamos los suelditos de los periodistas, que eso hay que decirlo también.

Los periodistas somos vanidosos por esencia, no toleramos la crítica, creemos que lo que hacemos es impecable y es allí donde se tiene que mirar los contenidos y así de una manera franca reconocer que estamos produciendo unos contenidos que a la gente no le satisface.

La radicalización de las opiniones con esos periodistas que desde que hablan están libreteados y lo más grave e injurioso, a mi juicio, que puede recibir un periodista es que le digan usted es de tal partido, usted es de tal dirigente político y usted es de tal gobierno.

Lo más elogioso que se puede decir de un periodista es que le digan, usted está al servicio de toda la comunidad y es necesario que eso se pueda decir del periodismo colombiano.

¿Usted cree que en esta era digital los medios escritos están pronto a desaparecer?

Desde hace muchos años le viene preparando el funeral a los medios de papel y ahí están. Tal vez lo más diciente es el dueño de Amazon, Jeff Bezos quien fue el que dio la avanzada en los libros digitales y todo lo digital, pues acaba de publicar un periódico en papel.

Eso explica la necesidad de la gente de tenerlo, tocarlo, olerlo y rayarlo. No se puede comparar la pantalla con el placer de tener el papel, recortarlo, guárdalo, botarlo y al día siguiente recibirlo remozado de unos contenidos que usted está buscando. Yo de pronto por mi edad soy de los que creo en la inmortalidad del papel.

¿Cuéntenos de la labor que presta el Consultorio ético que usted dirige?

Ya tenemos como mil novecientas diez consultas de más de treinta países, es tal vez lo más estimulante saber que hay confianza en todos esos países por parte de los periodistas para mandar sus preguntas y es evidente que la están siguiendo en la página web de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano.

Esto demuestra que hay un crecimiento de una conciencia ética en la sociedad y en los periodistas que analizan y eso lo ve uno porque siempre son casos concretos los que están presentando. También significa que en las salas de redacción ya la gente le dio un lugar a la pregunta y a la duda ética y en ética es muy importante dudar.

El consultorio muchas veces utiliza desde luego lo que dice los códigos éticos, pero su característica general es explicar porque si o porque no se debe obrar así y cuál es el ideal propio del periodista.

Por eso llegué a una conclusión y es que, en la mayoría, no en todos, pero si en la mayoría de los problemas éticos de los periodistas hay una crisis de identidad, no saben para que están en la sociedad.

Cuando uno lo sabe, cuando uno tiene conocimiento y la convicción del poder que hay en la información, uno ejerce esta profesión con un gran orgullo y con una inmensa alegría de poder prestar un servicio.

Pero cuando uno no sabe y se imagina que ser periodista es echar un cuentico simplemente un día y hasta luego que mañana nos vemos y echo otro cuento y que eso es ser periodista, eso no estimula para nada el ejercicio de la profesión.

Por eso es fundamental para el periodista preguntarse ¿cuál es el rol social que debo cumplir en la sociedad?, cuando se entiende ese papel y que uno es indispensable para el buen funcionamiento de la vida de la sociedad, allí se encuentra el camino para un periodismo ético.

¿Para usted que ha significado el periodismo?

Pues le diría todo. Yo vivo en función de eso. Tú ves por ejemplo mi biblioteca, todo tiene que ver con la profesión.

En estos días por alguna razón he estado reuniendo recortes y estoy abrumado por la cantidad de recortes que no sé dónde guardarlos. Me dan unas sorpresas grandes recortes de columnas que yo escribí hace ene años y las comparo con la realidad de hoy y es como si esas columnas fueran escritas para hoy.

Es decir, el país te da la sensación de que está como esos ratoncitos dándole vueltas a una rueda y no sale de ahí, el país no sale de los mismos problemas.

Entonces cuando yo miro las cosas que escribí hace muchos años y lo que está sucediendo ahora me pregunto ¿en dónde está mi influencia como periodista?

Y eso me lleva a otra realidad ¿el periodismo cree que lo suyo es tener influencia o que lo suyo es simplemente tener circulación? entonces allí hay otra pregunta muy radical.

Es que yo creo que la historia de nuestro país, lo que estamos viviendo, lo que vivimos ayer y lo que viviéremos mañana siempre tiene un referente principal… su prensa.

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