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Seis claves para mujeres rurales a la hora de emprender

Aneth Chochotá y Yina Paola Ortiz nos comparten las claves para convertirse en mujeres rurales emprendedoras.

Por: Gloria Elizabeth Morad.

Colombia es un país con inmensas desigualdades y si se habla de la mujer rural las cifras son más desalentadoras. Es solo leer el estudio ‘Situación de la mujer rural en Colombia’ entregados por la Dirección de la Mujer Rural del Ministerio de Agricultura, para entender las terribles condiciones que soportan las mujeres rurales en nuestro país.

En él se analiza la incidencia de pobreza, los avances en educación, el desempeño femenino en el mercado laboral y la seguridad y protección social además de la violencia que hace parte fundamental del anclaje para alcanzar sus objetivos.

No obstante, ante el difícil panorama, exaltamos el trabajo de mujeres que se enfrentaron a la adversidad con gallardía, Aneth Chochotá y Yina Paola Ortiz nos comparten sus historias y las claves ganadoras que las convirtieron en mujeres exitosas.

Asociatividad y confianza

“El olor a café recién hecho por la mañana debería ser considerado patrimonio de la humanidad” a esto llega el significado del café para Aneth Chochotá. Esta mujer de ancestros indígenas lleva en su sangre el ADN del café gracias al legado de sus padres, que, por cuatro generaciones, ha mantenido intacto con la fuerza de las mujeres de Caicedonia (Valle), una tierra de caficultores de “pura cepa”.

Perteneciente a la Asociación Café Sello Mujer, Aneth superó a 27 muestras de cafés de la zona y se llevó la Taza de Oro en el concurso ‘Yara Champion Program de Café’, una iniciativa que resalta el esfuerzo y la labor de la mujer en el campo.

Y no solo fue ella, sus compañeras María Esperanza Fajardo y Mélida Quiroga, quienes también han dedicado sus vidas al café, ganaron el segundo y tercer puesto.

Se posicionan como las mejores de la región, pero esto es solo el resultado. “Nosotros empezamos un trabajo de capacitación y luego aplicamos todo ese conocimiento con paciencia y mucho esfuerzo, nos dimos cuenta que ya estábamos listas para concursar y ganamos”.

Para Aneth la fuerza de la mujer rural está en la capacidad de querer salir adelante, “no perder de vista los sueños y así las puertas se van abriendo poco a poco, pero hay que tener confianza y creer en uno mismo”, aseguró.

Primero empezó con su padre y su hermano y al quedar sola buscó refuerzo. “Trabajar en equipo y asociarse es mejor, y con la Asociación Café Sello Mujer seguiré trabajando por empoderar a la mujer y no bajar la guardia, levantarse las veces que sea necesario y seguir sin descanso”, aseguró Aneth en el programa El Campo en la Radio de Radio Nacional de Colombia.

Capacitación y resiliencia

Para conocer la historia de Yina llegamos a un corregimiento Chengue, jurisdicción del municipio de Ovejas (Sucre), allí, en sus calles, se guarda la historia y el dolor de una masacre que tuvo lugar en la madrugada del 17 de enero de 2001.

Sus habitantes no la olvidan y encuentran en esos recuerdos la fuerza para honrar la memoria de sus seres queridos. En pleno corazón de los Montes de María, Yina hizo parte del proyecto, del que se beneficiaron víctimas del conflicto con el apoyo que recibieron de la Unidad de Restitución de Tierras, la FAO y la embajada de Suecia.

Yina Paola Ortiz Martinez es melicultora obtienen miel cien por ciento natural, a base de practicas amigables con el medio ambiente. Ella es Madre cabeza de familia, tiene dos hijos y lidera un emprendimiento de miel de 10 colmenas con 14 mujeres.

“Nos pusimos la camiseta y decidimos endulzar la amargura del conflicto. A nuestro municipio no lo recordarán solo por hechos de violencia, ahora debe ser recordado por el emprendimiento de las mujeres rurales, porque también cuidamos el medio ambiente, al comprar nuestra miel de abejas de Chengue también se aporta a la protección de la fauna silvestre de los Montes de María”, afirmó.

Con mucho sentido de pertenencia y puntualidad, se capacitaron en Técnicas en Apicultura con el Sena, también estudiaron para entender todo el tema de la comercialización, que por ahora se hace en pueblos cercanos empacada en recipientes de vidrio.

“Queremos dejar un legado, queremos visibilizar nuestro trabajo que vean nuestro grupo de mujeres empoderadas que decidimos salir adelante por un futuro mejor, que nos vean con respeto, eso es lo que nuestros hijos deben ver y recordar”, expresó Yina Paola.

Empoderamiento y dedicación

Estas dos mujeres hoy nos demuestran que, con tenacidad, decisión, fortaleza y muchas ganas se puede lograr lo que se propongan. Para Aneth el “secreto está en empoderarse, en creerse uno mismo que es capaz y levantarse cada vez que uno se caiga”. Paara Yina emprender es el camino “cuando tengamos ganas de llorar hay que llorar, pero luego hay que emprender por nuestra vida, por nuestros hijos por nuestra familia”.

La miel y el café con su sabor y aroma son solamente dos de muchos caminos llenos de espinas que escogieron Yina y Aneth para convertirse en las mujeres exitosas de hoy en día.

A ellas y a todas esas mujeres que vayan en una ruta de empoderamiento y de emprendimiento un agradecimiento por mostrarnos que, en muchas ocasiones, la adversidad no es más que un punto de partida para recomenzar y tener más ganas de vivir y de triunfar.

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