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Enrique Díaz, el 'Tigre de MarÍa La Baja'

Es uno de los músicos más recordados en las notas de la música sabanera y de acordeón.

Perteneciente a la estirpe legendaria de Luis Enrique Martínez, Calixto Ochoa, Alejandro Durán, Alfredo Gutiérrez y Andrés Landero, Enrique Díaz Tovar es uno de los músicos más recordados en las notas de la música sabanera y, en general, de la música de acordeón.

Nacido el 3 de abril de 1945 en Palo Alto, corregimiento de MarÍa La Baja en el departamento de Bolívar, Enrique Díaz creció rodeado de campo, se dedicó a las labores agrícolas y muy pronto dejó el estudio a un lado. Su vida cambió cuando acompañó a su mamá, Marina Tovar, a vivir a Nueva Estación, corregimiento de Buenavista en el departamento de Córdoba. Allí aprendió a tocar violina y, a los 18 años recibió de regalo un acordeón sencillo de dos teclados.

Su estilo único y excepcional nace de la escucha atenta que le dedicó a la música de Luis Enrique ‘El Pollo’ Martínez y Andrés Landero, quien fue su ídolo. A los 22 años se fue a Medellín donde se encontró con Cástulo Padilla, guacharaquero que no solo lo acompañó durante veinte años, sino que fue el que convenció a don Otoniel Cardona, dueño de Discos Victoria para que grabara ‘Mujer ingrata’, su primer sencillo.

Aunque ganó gran prestigio en el mundo del vallenato, Enrique Díaz fue reacio a los festivales y a la fama. Se recluyó tranquilamente en Planeta Rica a vivir con su mujer Elvira Peña y con sus tres hijos. En Montería, a los 69 años de edad, falleció el 18 de septiembre de 2014 el llamado ‘Tigre de María La Baja’, un juglar obsesionado con la muerte, la picaresca y las costumbres gastronómicas.

A cinco años de su fallecimiento, Enrique Díaz es nuestro Artista de la Semana.

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