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Plaza Samper Mendoza, patrimonio inmaterial de Bogotá

Este punto de la capital es considerado el Mercado Nacional de hierbas medicinales, aromáticas y esotéricas.

Por: Richard Hernández.

A unas pocas cuadras, antes de llegar a la plaza de mercado Samper Mendoza, los visitantes podrán percibir los aromas y fragancias que emanan de aquel lugar; una vez en su interior, el banquete de esencias y perfumes de la gran variedad de hierbas frescas lo invadirá.

Esta plaza, ubicada en la carrera 25, con calle 22, es administrada por el Instituto para la Economía Social (IPES), de la Alcaldía Mayor de Bogotá, en la localidad de los Mártires, la cual fue declarada patrimonio inmaterial, cultural y botánico de Bogotá, es considerada el Mercado Nacional de hierbas medicinales, aromáticas y esotéricas.

Su historia, según el IPES comenzó en 1935, con cuatro graneros internos y un gran depósito, en esa época se llamaba La Plaza del Nordeste. Luego en 1956 empezó a funcionar como parqueadero de buses de transporte urbano y a partir de 1958 el terreno pasó a ser de propiedad de la EDIS, entidad que bautizó este lugar como Plaza Distrital de Mercado Samper Mendoza.

Hace más de 26 años se reubicaron en la plaza, a los comerciantes de hierbas, que estaban situados frente a las instalaciones del DAS y al lado de la carrilera del tren.

“Cuando nos pasamos con mi madre, que se llama Alicia Asencio Porras, más conocida como la “Mona”, esta plaza estaba sin tejado, había unos baños con puertas de lata y no había cocinas, sino fogones de leña”, recuerda, Yaneth, quien siguió la tradición de su progenitora en el negocio de las hierbas.

La plaza de mercado, tiene gran movimiento los martes y viernes, porque desde las 11 de la noche, del día anterior comienzan a llegar los camiones de diferentes municipios de Cundinamarca, como Chipaque, San Antonio del Tequendama, Chía, y La Mesa y en algunos casos de Tolima, Cali y los Llanos Orientales, para descargar a las dos de la mañana, la variedad de hierbas que se cultivan en esos lugares. Los otros días de la semana, la atención a los consumidores inicia a las cuatro de la mañana.

“Yo vendo de toda clase de hierbas desde las calentanas y las de clima frio, que se utilizan para varias cosas; por ejemplo, están las medicinales como la hoja de pan, el chaparro, la cascovaca y la insulina que se usa para la diabetes. Para los golpes, inflamación y ulceras la mejor es la caléndula. También vendo para saunas y baños turcos como el eucalipto, la limonaria, la albahaca la manzanilla y ruda; además para condimentar las comidas, el laurel, el tomillo el orégano, el cilantrón, la albahaca y el poleo”, señala Yaneth.

Al local de Yaneth, llegan diferentes tipos de compradores, desde clientes de otras plazas de mercado, dueños de cafeterías, vendedores ambulantes de bebidas aromáticas, pequeños distribuidores, para municipios cercanos a Bogotá.

En la Plaza de Mercado del Samper Mendoza, la venta de hierbas ocupa aproximadamente el 90 por ciento del espacio, el resto lo componen pequeños locales de venta de pescado y hojas de plátano, una plazoleta principal de comidas y un gran local para la venta del mercado tradicional: cebolla, tomates, frutas, papa, y verduras, entre otros.

Doña Yaneth, está rodeada de varios vecinos los cuales tienen puestos temporales, como “los tolimas” que son dos hermanos, quienes también venden hierbas esotéricas y plantas medicinales de las cortezas y raíces de ciertos arboles como el guaco, la uña de gato y el guásimo. También plantas como peonías, ítamo real y el ojaranzín. Además, venden hojas de plátano, para los tamales.

Luz Marina Romero del municipio cundinamarqués de Tocaima, es otra vendedora de hierbas quien lleva más de 26 años en este lugar. Su fuerte es la sábila.

“Esta planta yo la vendo entera, o en penca por cajas. La sábila sirve para la gastritis, el colon, para el hígado, el cabello y la piel. A mí me traen la sábila de Cali y algunas veces de Agua de Dios. Para mi esta plaza de mercado significa todo porque nos ha dado bienestar, comida y tenemos trabajo a pesar de nuestra edad”, comenta, doña Luz Marina.

Néstor Hernández, cultivador de plantas aromáticas y quien comenzó vendiendo hierbas hace 25 años, por los lados de la carrilera, cerca de la plaza de Paloquemao, ahora trae su producto directamente de la finca familiar que tienen en Chipaque, Cundinamarca.

“Estamos sacando dos toneladas semanalmente de hierbas, que vendemos acá en la plaza de Mercado Samper Mendoza y de aquí sale para Corabastos y fábricas de aromáticas. La hierbabuena, que es mi planta favorita, junto a la ruda, está saliendo un cortecito, cada tres meses, que nos permite tener la papita, para mis hermanos y para mí, que seguimos en esta actividad”, comenta Hernández.

De pronto, en este escenario de plantas, se la vendrá a la memoria, un verso de una canción del cantante catalán, Joan Manuel Serrat, “Tu nombre me sabe a hierba, de la que nace en el valle, a golpes de sol y de agua”.

O también, una parte del tema ‘El yerberito moderno’, de Celia Cruz, “traigo yerba santa, pa´la garganta, traigo keisimon pa' la hinchazón, traigo abrecaminos pa' tu destino, traigo la ruda pa' el que estornuda, también traigo albahaca pa' la gente flaca, el apasote para los brotes, el vetiver para el que no ve y con esa yerba se casa usted.”

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