Masacre de La Cabuya: 27 años de búsqueda de justicia y reparación
Los paramilitares conocidos como ‘Masetos’, un grupo armado ilegal auspiciado por narcotraficantes en el país, en complicidad con soldados del Batallón de Contraguerrilla No.25 Héroes de Paya, fueron los responsables de desplazar a 30 familias, intimidar, torturar, violar y masacrar un 19 de noviembre de 1998 a cinco personas, entre ellos: José Efraín Carvajal y Samuel Silva, líderes comunales; Alicia Ramírez Méndez, una mujer embarazada de 26 años y su cuñada de 36 años, Leonor Mercedes Carrillo Niño.
Por estos hechos hay seis condenas contra ex miembros del Ejército, el teniente coronel Orlando Pulido, fue uno de ellos, sentenciado a 30 años de prisión, a su vez, el teniente Sandro Quintero Carreño fue condenado a 38 años de cárcel y el suboficial Pedro José Barrera a 15 años de prisión.
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Después de 27 años, los 13 núcleos que residían en la vereda La Cabuya de Tame, Arauca, no han recibido indemnizaciones ni garantías de reparación integral, a pesar que el Consejo de Estado condenó a la Nación, al Ministerio de Defensa y al Ejército Nacional, a pagar 7.700 millones de pesos por su responsabilidad en el desplazamiento forzado de estas familias, así lo recalcó, Xenia Araque, hija de Leonor Carrillo.

“Ni siquiera han instalado el monumento a las víctimas que prometieron en memoria de lo que sucedió en La Cabuya. Respecto a las indemnizaciones, salió un listado, pero en él no aparecen 13 familias que salieron desplazadas del caserío, de esa ayuda se beneficiaron varios familiares de víctimas que no residían en el lugar o que al tiempo se acantonaron en el sitio buscando reparación sin vivir los hechos. Los que realmente mereciamos recibir esas acciones de reparación aún no lo hemos logrado”, explicó Araque.
Por otra parte, estas víctimas también le hacen el llamado al presidente Gustavo Petro, quien consideran está comprometido con la paz y seguramente podrá gestionar que estas víctimas que lo perdieron todo, puedan obtener ayudas humanitarias, subsidios de vivienda y apoyo digno.
“Los gobiernos nunca se han hecho cargo del desplazamiento forzado registrado en La Cabuya, por eso le hacemos el llamado al presidente Petro, que ponga sus ojos en las víctimas. Ya son 27 años y no sabemos cuánto tiempo más tendremos que esperar por ser dignificados. El dinero ya fue destinado a las entidades correspondientes, pero no ha sido entregada a los núcleos realmente afectados”, concluyó Xenia.
Milton Alberto Carrillo, esposo de Alicia Ramírez Méndez, otra de las víctimas de esta masacre, también asegura que han recibido visitas por parte de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, pero no se ha llegado a acuerdos, indicando que, “ni siquiera los han logrado reubicar con la excusa que ha pasado mucho tiempo y luego de los hechos las familias se dispersaron en otros municipios de Arauca”.
Dentro de los pocos actos en memoria a las víctimas que se han hecho en este caserío, hoy desolado y en ruinas, está una ‘sembratón por la vida’ y una actividad de muralismo realizado en 2023, jornada liderada por la circunscripción especial de paz por Arauca y líderes sociales del municipio de Tame.
27 años después de la masacre de La Cabuya, las víctimas siguen esperando verdad y reparación, es mientras tanto, comunicadores sociales, artistas, líderes y las mismas víctimas, interesados por dar a conocer estos hechos ante el mundo, han escrito libros, canciones y narrado documentales esperanzados en que sus letras y mensajes, logren sanar un poco las heridas que les dejó el conflicto armado.
