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Avances y retrocesos en proyectos de malla vial de Santander

Vías en mal estado, atrasos en construcción de corredores viales y alertas sobre posible corrupción en la contratación de obras: ese es el estado de las vías en Santander,
Foto: Cortesía.
Carlos Buitrago

Los principales veedores que le ponen la lupa a las condiciones en que se encuentran las vías de Santander advierten sobre el mal estado en que se encuentran, no solo las vías que recorren las principales cabeceras municipales, sino también las obras que pretenden mejorar la malla vial de los 87 municipios santandereanos. Eso, sin contar los posibles direccionamientos para un millonario contrato que recientemente publicó la gobernación. 

La advertencia más reciente la hizo la Cámara de Comercio de Bucaramanga, que también hace las veces de veedora de la Variante de San Gil. Este corredor serviría para desviar el tráfico pesado que conecta Bucaramanga con Bogotá, para evitar que estos vehículos congestionen el casco principal del municipio turístico, y en el peor de los casos, ocasionar accidentes como el del 4 de enero de 2017, en el que un tractocamión se quedó sin frenos y ocasionó un aparatoso accidente en el que cinco personas murieron y otras 17 quedaron heridas.

Los recursos para esta obra vial fueron aprobados en febrero de 2017, el Conpes dio vía libre para la construcción un año después. Por el tiempo que ha pasado desde entonces, y tomando en cuenta que por la pandemia se detuvo cinco meses, la obra ya debería presentar un avance del 37 %. Sin embargo, lo que encontraron los ingenieros de la veeduría, es que el avance es tan solo del 5 %. “Si uno hiciera una analogía con un examen, podría decir que vamos sacando 1.3 sobre 10. Es un atraso muy grave”, aseguró Juan Carlos Rincón, presidente encargado de la Cámara de Comercio en Bucaramanga.

Según el compromiso que hicieron Invías y la empresa contratista, esta obra debería estar lista para 2023. Sin embargo, eso no se lograría porque “deberían aumentar el ritmo a 42 veces lo que se hace hoy para poder cumplir esa fecha, lo que a todas luces no será posible”, puntualizó Rincón.

Según las veedurías, a este atraso se le suma la falta de financiación. Por un lado, porque Invías, Concay SA y la Interventoría no se han puesto de acuerdo para suplir los costos de los imprevistos. Y por otro, porque el dinero que se tenía presupuestado para la adquisición de predios que están sobre lo que sería la vía ya se acabó. “Lo que es claro es que los 178 mil millones destinados para este proyecto no serán suficientes”, aseguró en su momento Jhon Díaz, gerente seccional de la Cámara de Comercio en San Gil.

De hecho, Mauricio Aguilar, gobernador del departamento, en enero de este año ya le había solicitado a la vicepresidenta, Martha Lucía Ramírez, una adición presupuestal de $100 mil millones con el que se permita concluir la financiación de esta obra vial.

En situación similar se encuentra otro de los corredores viales estratégicos y más importantes de Santander. La vía Curos - Málaga. La condición de inestabilidad, sumado a las constantes lluvias que se presentaron en los tres meses anteriores, generaron ocho deslizamientos en diferentes puntos, ocasionando cierres permanentes y temporales. La situación más grave fue en la noche del pasado 14 de agosto, cuando el sector conocido como La Judía, a 40 kilómetros de Málaga, quedó totalmente cubierto por piedras y lodo.

“Menos mal no hubo muertos”, dijo en su momento Danil Velandia, un veedor que ganó la demanda que obligaba al gobierno a pavimentar un tramo importante de esta vía. Lo que sí hubo fue un cierre total durante dos días, obligando a los transportadores de pasajeros, mercancías y abarrotes del campo, a tomar una ruta alterna que triplicaba en tiempo el recorrido. Y una vez Invías anunció que la vía fue reabierta, se conocieron videos de las maromas que debían hacer los carros para poder hacer ese recorrido. 

“Por ahí solo pasan osados que no le temen la muerte”, dijo Lorelie Torres, líder social de Málaga. 

La veracidad de esas palabras cobró importancia 18 días después. El 3 de septiembre el presidente Iván Duque había presupuestado asistir a la inauguración de la pavimentación de 23 kilómetros en los que, según Invías, se habían invertido $122 mil millones. 

El encuentro estaba pactado para las cuatro de la tarde, y desde Rionegro, Santander -en donde estaba a la una de la tarde inaugurando un centro tecnológico- no habría alcanzado a recorrer los 164 kilómetros y siete pasos a un carril que a diario deben pasar los conductores para llegar a tiempo. “Si el presidente realmente tiene algún tipo de cariño por nuestra región, lo invitamos a que haga ese recorrido en sus camionetas, para que sufra lo que nosotros sufrimos a diario”, aseguró Danil Velandia.

Ni por tierra, ni por aire. En horas de la tarde, las lluvias volvieron a arreciar por esta zona del departamento y por el mal tiempo meteorológico, el presidente debió cancelar su visita al tramo que iba a inaugurar.

“Estamos haciendo la mayor inversión en infraestructura vial en el departamento, además aportamos 80 mil millones para vías terciarias”, dijo el presidente a los periodistas que le preguntaron por las condiciones viales de Santander. 

Red de vías secundarias y terciarias

Hace pocos días, el Comité de Transparencia por Santander también prendió las alarmas por un contrato de $26 mil millones que está licitando la Gobernación y en el que de 29 oferentes, únicamente dos cumplen los exigentes y desfasados requisitos que establece la licitación, a diferencia de los que se proponen en los pliegos tipo. Marcela Pabón, la vocera de esta veeduría, indicó que este contrato seguiría las líneas de otro que finalizaría la doble calzada La Virgen - La Cemento, ofertado por Idesan y que debió ser suspendido también por irregularidades.

"Hay un glosario que existe en los pliegos tipo y se está exigiendo que la experiencia tenga expresamente las palabras que dice ese glosario para poderla tomar como válida, cosa que es bastante irregular, porque los objetos contractuales que se realizan en la parte pública no siempre tienen las palabras específicas que se están solicitando, es decir, están evaluando tres criterios que no se pueden hacer expresamente consagrados en los pliegos tipo, eso ya es un modus operandi que hemos identificado en la Gobernación de Santander y que se aplicó con lo del Idesan", aseguró Pabón.

A esta tres situaciones, se le suman las denuncias que a diario replicamos en Radio Nacional de Colombia, las cuales dan cuenta de las maromas que deben hacer cientos de conductores por todo el departamento. Tramos llenos de fango, aludes caídos, piedras que impiden el tránsito. En general, vías intransitables por las que todos los días cientos de santandereanos mueven pasajeros, enseres y productos alimenticios que, en la mayoría de las veces, llegan a destiempo a sus lugares de destino.

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