El presidente Gustavo Petro publicó un mensaje en su cuenta de X en el que celebró los avances en el acceso a la energía en el país.
“Más de 300.000 personas sacamos de mi gobierno de la pobreza energética. Se necesita llegar con Colombia Solar a un millón y medio de personas. Llegaremos Colombia y libre y Pa'lante”, escribió.
El mandatario subrayó que la meta es consolidar Colombia Solar como la estrategia para cerrar brechas históricas en las zonas más apartadas del país y garantizar acceso a fuentes de energía dignas, modernas y sostenibles.
Más de 300.000 personas sacamos de mi gobierno de la pobreza energética
Se necesita llegar con Colombia Solar a un millón y medio de personas. Llegaremos
Colombia y libre y Pa'lante.https://t.co/zyfjtpT4gh— Gustavo Petro (@petrogustavo) November 18, 2025
¿Qué revela el nuevo Índice Multidimensional de Pobreza Energética?
De acuerdo con el informe presentado por Promigas y la Fundación Promigas, la tercera edición del Índice Multidimensional de Pobreza Energética (IMPE) indica que en 2023 la pobreza energética alcanzaba un 16,1%, equivalente a 8,4 millones de personas.
Para 2024, la cifra descendió a 15,4%, lo que significa que más de 300.000 colombianos superaron esta condición. Sin embargo, todavía 8,1 millones de personas se encuentran en situación de pobreza energética.
El estudio señala mejoras en acceso a electrodomésticos, internet, computadores y teléfonos inteligentes, pero advierte que la calidad de la energía sigue siendo una privación persistente e incluso mayor que en 2002. Asimismo, se reportó un incremento reciente en la privación de energéticos adecuados para cocinar.
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¿Qué regiones tienen mejores y peores indicadores?
En los territorios con menor privación energética se encuentran:
Bogotá: 1,4%
Quindío: 2,9%
Valle del Cauca: 3,5%
Risaralda: 4,6%
Las cifras más críticas se presentan en:
Córdoba: 45%
Chocó: 52,8%
La Guajira: 63,1%
Vaupés: 86,5%
Los resultados muestran una marcada desigualdad entre los centros urbanos y regiones históricamente excluidas, especialmente la Amazonía, el Pacífico y territorios rurales dispersos.
El informe plantea cuatro líneas estratégicas para acelerar la reducción de la pobreza energética en el país:
Recuperar y ampliar la calidad del servicio de energía eléctrica en zonas donde se ha deteriorado.
Avanzar en el Plan Nacional de Sustitución de Leña para promover alternativas sostenibles y seguras.
Ampliar el acceso a electrodomésticos y dispositivos educativos y de comunicación, garantizando un uso provechoso de la energía en los hogares.
Garantizar energía eléctrica en todos los colegios del país, como requisito para la educación y la inclusión digital.
Además advierte que, aun si se logra reducir la pobreza energética a un solo dígito en 2030, cerca de 5,1 millones de personas seguirían enfrentando esta situación. Por ello, resalta la necesidad de políticas de largo plazo y decisiones sostenidas que trasciendan gobiernos. “El desarrollo no admite atajos”, subraya el documento.