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Celso Piña, el otro rebelde de la cumbia

En la radio pública despedimos al rey mexicano de la cumbia continental.

Por: Luis Daniel Vega.

Cuenta la leyenda que un grupo de inmigrantes colombianos fue el que introdujo la cumbia, el porro y el vallenato en la norteña ciudad de Monterrey por allá en los años sesenta. Una teoría más aceptada afirma que fueron los sonideros de Ciudad de México los que empezaron a tocar discos de música caribeña colombiana en las fiestas legendarias de la Campana y La Independencia, dos de las colonias más populares de la ciudad. Fue precisamente en esta última donde creció Celso Piña, quien nació el 6 de abril de 1953.

Allí, en la cuna de la ‘cumbia rebajada’, probablemente a mediados de los ochenta en alguna de esas verbenas endiabladas, Celso Piña –quien para ese entonces ya era un diestro acordeonero de música norteña- escuchó por primera vez la música de Lisandro Meza, Aníbal Velásquez, Los Corraleros de Majagual y Alfredo Gutiérrez, artistas de los que tomó prestados algunos rasgos estéticos que, cruzados con su tradición grupera, le dieron forma a su estilo particular de hacer cumbia y vallenato.

Así las cosas, junto a sus hermanos Eduardo, Rubén y Enrique, Celso le puso etiqueta al asunto: nombró su banda Ronda Bogotá por recomendación de su padre. Antes de ser reconocido como uno de los reyes de la cumbia mexicana, Celso Piña fue un artista de culto cuyos discos circulaban de manera restringida como lo es el caso de su debut en 1984 con Celso Piña y su Ronda Bogotá, un vinilo que hoy es muy buscado por los coleccionistas. Hasta finales de la década de los noventa, la música de Celso Piña no dejaba de ser una curiosidad.

Sin embargo, varios empezaron a copiarlo, incluso, tres músicos de su banda desertaron y formaron el exitoso grupo La Tropa Colombiana. Ante la circunstancia, el acordeonero se tomó en serio eso de “renovar o morir”.

Fue entonces que decidió experimentar con el hip hop y el rock, apoyado por el bajista de El Gran Silencio. De allí surgió Barrio bravo, disco publicado en el 2001 y que abre con uno de los hitos de la cumbia contemporánea: ‘Cumbia sobre el río’ en la que lo apoyaron vocalmente Blanquito Man y Control Machete. Años después esta canción apareció en la banda sonora de la película Babel (2006).

Luego de Barrio bravo llegaron una veintena de discos más y colaboraciones especiales dentro de las que se destacan canciones al lado de Lila Downs, Ely Guerra, Café Tacvba, Gloria Trevi y Natalia Lafourcade. Una de sus últimas colaboraciones la hizo al lado de Magín Díaz. Se trata de ‘Mariajulio’, una cumbia con sabor a chalupa que mezcla la voz del cimarrón, el acordeón de tradición norteña, el charango de resonancia indígena y el tres cubano.

Con esta hermosa colaboración entre Magín y Celso hoy despedimos al rey mexicano de la cumbia continental.

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