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Los imperdibles del Salón Nacional de Artistas

Por: Colprensa.Son 79 años de historia los que completa el Salón Nacional de Artistas, una plataforma ideal desde la cual, jóvenes artistas, en su momento, lograron presentar sus propuestas para luego ser admirados y reconocidos como ocurrió con Fernando Botero, Eduardo Ramírez Villamizar, Doris Salcedo, Beatriz González y Antonio Caro, por mencionar a algunos.

Por: Colprensa.

Son 79 años de historia los que completa el Salón Nacional de Artistas, una plataforma ideal desde la cual, jóvenes artistas, en su momento, lograron presentar sus propuestas para luego ser admirados y reconocidos como ocurrió con Fernando Botero, Eduardo Ramírez Villamizar, Doris Salcedo, Beatriz González y Antonio Caro, por mencionar a algunos.

Ahora, este Salón Nacional de Artistas en su edición 45 vuelve a tener a Bogotá como sede, en diez lugares del centro de la ciudad, abriendo sus puertas este sábado 14 de septiembre.

Es una historia larga y nutrida, con muchas de sus obras polémica, que generaron grandes controversias en su momento, pero que, con el tiempo, han sido vitales para comprender el pasado y presente del arte en Colombia.

“El Salón ha sido una constante revisión crítica de un país tan diverso como Colombia. Después de recorrer durante trece años otras ciudades o regiones, como Cali, buena parte del Caribe colombiano, Medellín y Pereira), el Salón Nacional de Artistas pasa este año por la capital del país. El Ministerio de Cultura aceptó la solicitud de Bogotá para realizar el Salón, apostándole a una ciudad que desde siempre ha promovido el debate cultural en el país”, comentó Carmen Inés Vásquez Camacho, Ministra de Cultura.

El Salón es el momento ideal para el encuentro de la investigación, la creación, la formación y la circulación artística de los múltiples territorios que componen el país. De ahí, que la riqueza del Salón consiste en ser un espacio de pensamiento que permite evaluar el arte colombiano en el contexto
político, económico, social y cultural del momento en Colombia.

“Este evento artístico no escapa a la actualidad regional y nacional ni al contexto internacional. Con más de 150 artistas que ocuparán varios espacios culturales del centro de Bogotá, el Ministerio de Cultura reafirma su compromiso con la historia del arte en Colombia”, continuó la Ministra de Cultura.

También es una invitación, tras 13 años de espera de su regreso a Bogotá, para pensar la ciudad y sus transformaciones.

“La edición número 45 del Salón mostrará a los ciudadanos transformaciones culturales de una sociedad que avanza y de una Bogotá donde el disfrute del espacio público expresa un verdadero sentido de igualdad, donde la cultura es accesible a todos. Las actividades que conforman el Salón fomentan el disfrute de la ciudad, activan y recuperan espacios a través de circuitos artísticos, convirtiéndolos en lugares de encuentro, e indudablemente contribuyen al enriquecimiento de la experiencia urbana”, aseguró el Alcalde Mayor de Bogotá, Enrique Peñalosa Londoño.

El 45 Salón Nacional de Artistas tendrá lugar en el centro de Bogotá, en una trama urbana que recoge toda una historia y en la que las instituciones nacionales han funcionado como entes de representación y control de lo que sucede en toda la nación. En este centro está muy presente la cuadrícula a partir de la cual fueron construidas las ciudades coloniales.

Según el Director Artístico del 45 Salón Nacional de Artistas, Alejandro Martín Maldonado, “Este Salón ha sido diseñado como una red de proyectos curatoriales amarrados por la figura que evoca el título: el revés de la trama. Este “revés” que señalamos busca hacernos pensar en una serie de contrastes que se verán del 14 de septiembre al 4 de noviembre del presente año”.

Distintos curadores, artistas y equipos curatoriales fueron invitados, para que cada uno investigara y armara un proyecto a partir de su experiencia y, especialmente, de su enfoque particular en distintas líneas de trabajo que el arte hace posibles hoy.

Para tener en cuenta

La lista de artistas y sus obras participantes en esta edición 45 del Salón Nacional de Artistas es extensa. Aquí algunos para tener en cuenta en cada una de las sedes que tendrá este salón en Bogotá.

Carmenza Banguera de Cali, presenta ‘Hombres de chocolate’ mostrando un hecho tan cruel como banal a través de un set de colores: acrílicos, acuarelas y crayones con los diversos tonos de los colores de la piel de los afrodescendientes. Esta ‘herramienta didáctica’ choca de frente con esos lápices ‘color piel’ con los que muchos han crecido.

El humor es fundamental en el trabajo de esta artista que evita todos esos clichés que reducen los cuestionamientos al racismo estructural a una única línea identitaria. Su serie de tres esculturas, en las que un personaje dibujado sobre un helado de chocolate se derrite, consigna sintéticamente la crueldad y el drama de enfrentar la mirada racista, aparentemente ingenua, con la experiencia de quien es así mirado.

El artista que se hace llamar Gusanillo, presenta dos novelas gráficas. Desde el municipio de Soacha, él ha renovado el cómic colombiano con una serie de relatos cortos y novelas gráficas que sorprenden por su extensión y complejidad, a pesar de que el autor apenas cumple los 26 años. Su trazo, que bebe tanto de la tradición del cómic europeo del siglo pasado como de la frescura de la novela gráfica del cambio de milenio, es tan rápido cómo efectivo, e inventa en cada página una nueva dinámica.

Las dos novelas gráficas que presenta, ‘Basura’ y ‘Emok y el lobo’, dan cuenta de su destreza gráfica y de su inspiración humanista. La primera plasma una visión descarnada de la frialdad de las ciudades y se detiene en la hondura de los despreciados por la mayoría; mientras que la segunda deja ver la calidez de su mirada religiosa del mundo.

De Medellín, Camilo Restrepo, con sus dibujos en gran formato que son una dramática experiencia pública y privada, que recogen tanto la información que recibimos como la experiencia común de la violencia. Este formato de trabajo se le impuso a Camilo como una forma de lidiar con su propia locura, que terminó llevándolo a atacar papeles y lienzos con todo tipo de trazos y desgarros, para consignar allí el testimonio de las violencias que nos han marcado a todos.

Pedro Gómez-Egaña de Bucaramanga presenta ‘The Tristan Chord’, 2008. Escultura-performance. Se trata de un esqueleto de dinosaurio de papel que cuelga como si fuera una pieza en un museo de historia natural. Todos los días, a cierta hora, cae lentamente al suelo mientras su cuerpo frágil acumula
lesiones y deterioro. Una y otra vez se cuelga y se cae, creando una coreografía que el artista documenta en dibujos que van conformando un archivo.

Con esta obra Gómez-Egaña busca reconstruir ejemplos históricos de la industrialización, presentándolos como encantados y vulnerables.

De Manizales, Valeria Giraldo con ‘El ritual de la marea’, a través de instalaciones, esculturas, videos, dibujos e intervenciones, Giraldo crea sistemas que se acercan intuitivamente a la complejidad de, por ejemplo, la naturaleza o las relaciones humanas. Es una instalación que surge del impulso de manipular una de las constantes que hace sentir el peso de lo infinito, recurriendo a la figura de mayor importancia en nuestra galaxia: el sol.

José Sanín de Medellín presenta ‘Infinito Incorporado’, una publicación que incluye siete afiches impresos que plantean relatos alrededor de Universos Desdoblados. Cada afiche es, a la vez, una pieza para ser exhibida y una publicación de libre distribución pensada como elemento de mediación. Como proyecto, esta publicación indaga sobre las posibilidades de los formatos impresos para extender la forma y el alcance de las ideas de un proyecto expositivo, generando otras formas de circulación. En su conceptualización y diseño, el artista Jose Sanín le apunta a una estética intergaláctica representada con efectos especiales hechos con materiales de bajo costo.

Giovanni Vargas de Cali se hace presente en este Salón Nacional de Artistas con un trabajo que gira en torno a la arquitectura y el espacio urbano, y de manera especial al concepto de casa y hogar, abordándolo a través de distintas formas narrativas. En sus propuestas recientes ha ahondado en ideas de recorrido, finitud y soledad, preocupaciones que continúan en su obra ‘La promesa del marinero’, obra en la que propone subvertir las primeras imágenes captadas del planeta Marte por el satélite Mariner 4 en 1964.

En su obra, el artista las reproduce en un tejido textil que resulta ser una traducción de un medio digital a uno artesanal, en una operación que nos invita a acercarnos, tomar conciencia y cuestionar la imagen de un lugar utópico, distante e inhabitado.

De Ibagué, Diego Hernández se hace presente con una serie de dibujos con estampillas y lápiz de grafito sobre papel. Las imágenes múltiples provistas por la industria publicitaria y de propaganda han sido un buen insumo para el desarrollo de los procesos creativos emprendidos por Diego Hernández, quien en varias ocasiones ha partido de impresos y otras imágenes que en sus formas de circulación dan cuenta de la manera en que una imagen aislada de su contexto modifica sus posibilidades de portar contenidos e información.

De Ignacio Gómez Jaramillo se presentará la obra ‘La insurrección de los Comuneros / Liberación de los esclavos, 1938-1939’ que se encuentra ubicado en el Capitolio Nacional, edificio del Congreso de la República.

El gobierno liberal de López Pumarejo becó a Ignacio Gómez Jaramillo para estudiar mural en México y luego le comisionó dos composiciones para las paredes de las escaleras en el Capitolio Nacional. Los temas, escogidos entre artista y comitente, fueron la revolución comunera y la liberación de los esclavos, ambos controversiales por la representación y protagonismo de sectores populares, pero de interés central para el partido del gobierno, pues manifestaban su política de inclusión de las grandes mayorías y democratización en el proyecto de nación. Dado su estilo antiacadémico estos temas motivaron debates en el Senado que condujeron a cubrirlos con cal a poco tiempo de culminados.

Ambos murales fueron recuperados en 1959 durante el primer gobierno liberal del Frente Nacional con el trabajo de estudiantes de la Escuela Nacional de Bellas Artes que estudiaban mural con Jaramillo.

Otro de los murales será ‘El hombre y el drama de la vivienda’ del Edificio del Instituto de Crédito Territorial, hoy sede de la Fiscalía General de la Nación. Su creador, Pedro Nel Gómez fue un pintor antioqueño que luego de realizar estudios en Europa e Italia desarrolló una teoría y práctica en torno al arte mural, convirtiéndose en uno de sus mayores difusores en Colombia. Se apartó de la vertiente academicista, desarrollando un estilo expresionista con el que abordó temáticas sociales y políticas, nutridas de comentarios críticos que generaron la reacción de sectores conservadores.

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