Jesús Santrich pidió perdón a víctimas por el “quizás, quizás, quizás”
Rodeado de un grupo de víctimas, en el salón de prensa del Senado, el representante de la Farc Seuxis Paucias Hernández Solarte, alias ‘Jesús Santrich’, pidió "mil veces perdón" por la respuesta que dio en octubre de 2012, en La Habana, sobre si las Farc estaban dispuestas a pedirles perdón a las víctimas por los actos cometidos durante el conflicto armado.
“Con profundo convencimiento, seguro de que los sentimientos encontrados en los malos momentos nunca justifican los errores que uno pueda cometer, deseo pedir una vez más y de manera inequívoca, perdón, perdón, por el daño que causé por aquel comentario que hice en octubre de 2012. Luego de ser abordado intempestivamente por un periodista, de si en las Farc estamos dispuestos a pedir perdón a las víctimas, a lo que, de manera desacertada, sin sopesar las consecuencias que se pudieran generar, pero sin mala intención, respondí con el estribillo de un conocido bolero, quizás, quizás, quizás”.
Santrich afirmó que se dirigía a toda Colombia y en especial a las víctimas que padecieron de manera injusta la afectación directa derivada de la guerra, incluidos los actos de la insurgencia adelantados durante los largos años del levantamiento en armas. Reconoció que su respuesta agravió a las víctimas por lo que reitero: “perdón, perdón, mil veces perdón”.
Asimismo, Jesús Santrich dijo que ratifica de forma pública todos los compromisos derivados del acuerdo de paz y en especial aquellos contraídos con el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición.
De igual manera el dirigente de la Farc aseguró que su compromiso es ineludible con la reconciliación total del pueblo colombiano y lamentó que su respuesta haya sido utilizada para seguir generando odios.
Por último, Santrich reiteró su disposición a revelar toda la verdad en torno al conflicto armado y a asumir su responsabilidad ante la justicia y finalmente invitó a todos los actores de la confrontación, armados y no armados, a deponer los odios, los rencores, la violencia y, sobre todo al Estado, a cumplir los acuerdos de paz y frenar el genocidio en el país.
