Pasar al contenido principal
CERRAR

Caracolí, el árbol nativo que jóvenes buscan preservar en los Montes de María

En zona rural de El Carmen de Bolívar, un grupo de jóvenes promueve la siembra de esta especie.
Caracolí, árbol típico de los Montes de María
Foto: Equipo de Comunicación Rural Montes de María.
Edgardo Ochoa

En la vereda donde viven Naun Álvarez y Jefry García no hay energía eléctrica, la señal de internet es tan intermitente que prefieren no conectarse. En el internet, pasan casi desapercibidos, pero en la ‘vida real’ son dos grandes líderes en la comunidad de Camarón, en zona rural de El Carmen de Bolívar. Desde niños, ellos lideran un proceso de siembra y conservación del Caracolí, un árbol original de la región de los Montes de María.

El bosque seco tropical de esta zona es el más extenso de la región Caribe, con cerca de 5 mil hectáreas sembradas, de las cuales, alrededor de 100 están en Camarón, cuidadas y defendidas por cerca de 20 jóvenes de esta vereda.

“Somos esa semilla que necesita el campo, somos ese fruto que siempre va a reverdecer aquí en estas montañas que, vamos a defender, vamos a luchar por mantener este hermoso bosque que nos dio la madre naturaleza”, relata orgulloso Naun, estudiante de octavo semestre de trabajo social, quien además a sus 25 años es el presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda.

Entre tanto, Jefry García es el encargado de la emisora Altoparlantes, donde informan, educan sobre medio ambiente y entretienen a sus coterráneos con historias locales, cuenta emocionado cómo desde pequeños empezaron a sembrar los árboles que hoy proveen de oxígeno a esta región.

“Anteriormente se veía talar árboles y montañas sin ningún control. Entonces nosotros convencimos a amigos, familiares y a otros jóvenes para sembrar plántulas de acá del territorio, plantas nativas en este caso como lo es el Caracolí, lo adoptamos como si fuera uno más de nuestra familia”, puntualiza Yefri, un joven que documenta con su celular la cotidianidad de Camarón.

Para llegar a este sector, desde El Carmen de Bolívar, hay que llegar a María la Baja, tomar un mototaxi y andar en una carretera recta, que del lado izquierdo está llena de palma de aceite, el monocultivo que explotan grandes empresarios; y del otro lado se disfrutan matas de plátano, árboles de mango, papaya, coco y todo lo que siembra el campesino montemariano en esta zona.

Así se llega al corregimiento de San José de Playón, para luego embarcarse en una lancha y atravesar la imponente ciénaga de María la Baja, luego a pie o a lomo de mula surcar un inmenso cerro hasta llegar a la casa de Yefri, la primera vivienda camaronera.

Estar tan lejos y prácticamente aislados, no ha sido impedimento para que estos jóvenes estudien y sueñen con una vereda pujante y desarrollada, teniendo como base su amada naturaleza, así lo afirma Naun, mientras tiene en sus manos un hermoso tití cabeza blanca, que por estas tierras nace, crece y se reproduce libre.

“No somos ni dos o tres, ya somos más de veinte jóvenes que nos estamos preparando, estamos defendiendo e impulsando muestra raza, nuestra cultura, nuestro territorio, nuestra identidad, nuestros árboles”, afirma con voz firme, con convencimiento.

A lo que Jefry agrega: “Con la seño se hizo, que cada niño sembraba un arbolito, le ponía un nombre y se encargaba de él, de estar regándole, quitarle la maleza, verlo crecer y defenderlo”.

Camarón, aunque queda lejos, todos la sienten cerca cada vez que se respira, gracias al trabajo incansable de Naun, Jefry y los demás jóvenes que, día a día cuidan sus árboles y protegen ese entorno verde que la naturaleza les regaló.

Artículos Player