En horas de la noche de este miércoles se registraron violentos enfrentamientos entre manifestantes e integrantes del Esmad de la Policía en el norte de Popayán, capital del Cauca.
Las declaraciones del ministro de Defensa, Diego Molano, de “no permitir que el vandalismo y los bloqueos afecten la reactivación y la tranquilidad de los colombianos”, generaron una serie de movilizaciones que terminaron en un gran ‘plantón’ en la salida hacia la ciudad de Cali, frente a la sede del Sena.
Por eso, y luego que los manifestantes se ubicaran sobre todos los carriles de la Panamericana, los policías intervinieron, cumpliendo así la orden que impartió el Gobierno Nacional, a través de su funcionario, de cero bloqueos durante las movilizaciones ciudadanas.
“Duque le da un tratamiento militar a la protesta social, no quiere dialogar con las organizaciones que estamos en paro, quieren con noticias amañadas venden otra realidad, como si no existieran los muertos que van hasta ahora en las movilizaciones, no solo en Popayán, sino en todo el país”, denunciaron estudiantes de la Unicauca que participaron en este ‘plantón’.
De ahí que esa intervención terminara en una batalla campal, la cual inició alrededor de las 5:30 de la tarde y que se extendió a diferentes barrios del norte de la ciudad, como los mismos habitantes denuncian en las redes sociales.
Hasta el momento son más de diez jóvenes heridos; dos de ellos de gravedad, y cuatro policías lesionados tras ser atacados con objetos contundentes, como piedras, pedazos de pavimento, incluso con objetos explosivos o armas traumáticas.
“Los heridos que fueron llevados al hospital Universitario San José y la clínica La Estancia registran politraumatismos, heridas abiertas, laceraciones en diferentes partes del cuerpo. Dos de ellos perdieron uno de los ojos tras ser impactados por disparos de un arma por específica”, confirmaron brigadistas que ayudan a atender esta clase de emergencias.
Mientras tanto, los uniformados registran quemaduras y fracturas, tras ser impactados por objetos contundentes y sustancias desconocidas lanzados por los manifestantes.
“Nos atacan con todo, nos tocó quitar un gran pedazo de alambre de púas que atravesaron sobre la carretera para que nuestras patrullas no quedaran atrapadas, eso es una práctica de alguien inhumano”, denunciaron los uniformados.
Los enfrentamientos se desarrollan en los barrios El Placer, San Eduardo y otros ubicados en el norte de la ciudad, donde la comunidad busca protegerse de los gases lacrimógenos que inundan el ambiente.
“Ponemos trapos debajo de la puerta para que ese gas no se meta, o de lo contrario nos toca hacernos en los patios para poder respirar, hay muchos abuelos que la están pasando mal, al igual que los niños”, denunciaron periodistas que residen en los sectores en mención.
También, y de acuerdo con los mismos vecinos, los manifestantes dañaron las instalaciones del Colegio Comercial del Norte, en su afán de atrincherarse en su lucha contra los uniformados.
“Me pregunto si la protesta de los jóvenes va orientada a una mejor educación porque atacar un colegio que simboliza un espacio donde se forman niños y niñas de este sector, que por cierto es público, restringe que muchos pequeños accedan a este plantel educativo porque simplemente lo dañaron, qué ganan con eso”, cuestionaron los vecinos del sector.
Esta es la situación que se registra por el momento y se espera un pronunciamiento de las autoridades locales para confirmar además cuántos jóvenes están detenidos en medio de intervención policial.