Después de dos días intentando llegar al municipio de Rosas en el Cauca, el presidente Gustavo Petro hizo presencia en el lugar, el cual sigue afectado por los rigores del clima después de la emergencia por el deslizamiento sobre la vía Panamericana. El jefe de Estado anunció la compra de una hacienda en los próximos 15 días para la reubicación de las familias afectadas por el derrumbe.
“Ustedes tienen que ser los artífices de esa reubicación, porque el Estado compra la hacienda (…) hay unos artículos que le permiten a la Unidad Nacional comprar en menos de 15 días la tierra que necesitamos (…) implica encontrar una hacienda lo suficientemente grande para que quepan las personas que salieron, para que tengan más tierra de la que había aquí”, mencionó el mandatario al señalar que los habitantes de esta zona tenían media hectárea por familia, lo que consideró insuficiente para su sustento.
El presidente se refirió también a la necesidad de construir una escuela en este territorio donde serán reubicadas las familias campesinas, además de que tengan acceso a los mercados para la comercialización de sus productos.
“Hay que tener vivienda, hay que tener una escuela, soluciones rápidas. Hay que juntar el transporte que sale del sur con el norte mejorando las carreteras poniendo el puente marítimo, y hay que pensar en la solución más definitiva que es invertir el presupuesto nacional donde está la gente que más lo necesita”, dijo el jefe de Estado.
Respecto a la conectividad del centro con el sur del país, Petro señaló que debido a que quedó destruida la única vía pavimentada que es la Panamericana, la solución a esa situación se daría en aproximadamente un mes.
El mandatario aseguró que el próximo martes, los geólogos y profesionales entregarán un informe sobre las causas del gran derrumbe ocurrido en días pasados, “si se debe exclusivamente al volumen de lluvias, a la acumulación del agua de las quebradas, o sí, conjuntamente hubo algún tipo de movimiento de la placa tectónica, que es de más cuidado, porque esta recorre buena parte occidental del país y ha causado en décadas muchos desastres en Colombia”, indicó.
Por otro lado, señaló que han sido siete las veredas afectadas y más de 700 las personas damnificadas, y aseguró que la reubicación será un hecho. “No es posible vivir más allí. Los niveles de riesgo son muy altos, si no pasa nada ahora, pasará mañana, dentro de algún tiempo, lo que se impone es la reubicación para las personas afectadas directamente, las familias que son campesinas y que por tanto no solamente tenían allí su vivienda sino su forma de sobrevivir, su producción, su sustento”, señaló el presidente.