Pasar al contenido principal
CERRAR

Crisis en Washington: almirante Bradley testifica por bombardeos que dejaron más de 80 muertos en el Caribe y el Pacífico

El almirante Frank Bradley enfrenta al Senado en medio de una creciente crisis militar y política en EE. UU., tras los bombardeos en el Caribe y el Pacífico que dejaron más de 80 muertos, en su mayoría civiles.
Valery Ramírez

La crisis militar y política en Estados Unidos continúa escalando tras el doble bombardeo en el Caribe y el Pacífico, que dejó más de 80 muertos, en su mayoría civiles. Hoy, el almirante Frank Bradley, jefe del Comando de Operaciones Especiales, testifica en sesión clasificada ante el Comité de Servicios Armados del Senado, detallando la cadena de decisiones que condujo al ataque de seguimiento que terminó con los dos sobrevivientes del bombardeo inicial del 2 de noviembre.

Mientras Bradley expone su versión, la Casa Blanca y el Pentágono defendieron al secretario de Defensa, Pete Hegseth, asegurando que no participó en la decisión que según algunos legisladores podría constituir un crimen de guerra. Ambos organismos responsabilizan directamente a Bradley, subrayando que su actuación fue “legal, proporcional y plenamente respaldada por el Gobierno”. La secretaria de prensa, Karoline Leavitt, reiteró que el almirante actuó “dentro de su autoridad y conforme a la ley”, recordando que Hegseth autorizó formalmente los ataques.


Lee también


Hegseth, por su parte, afirmó que no vio sobrevivientes y que durante la decisión del segundo ataque se encontraba en otra reunión. Reconoció haber presenciado el primer bombardeo junto a Donald Trump, pero aseguró que no permaneció para la fase siguiente, describiendo los hechos como ocurridos “en medio de la niebla de la guerra”.

La comparecencia de Bradley coincide con un momento crítico en el Congreso, donde un bloque bipartidista presentó una resolución de poderes de guerra para frenar una eventual operación terrestre que Trump insiste en iniciar contra Venezuela. Los legisladores advierten que ninguna guerra ha sido declarada y que una intervención sin autorización violaría el derecho internacional.

Expertos de la ONU denunciaron que los 21 bombardeos ejecutados desde septiembre violan la Carta de Naciones Unidas, así como el derecho a la vida y la integridad territorial de los Estados. Además, alertaron que las medidas de Trump para cerrar el espacio aéreo venezolano contravienen la Convención de Chicago y agravan la crisis regional.

En este contexto, el presidente Nicolás Maduro confirmó una llamada “cordial y respetuosa” con Trump, insistiendo en que la diplomacia y el respeto a la soberanía deben prevalecer. Venezuela, mientras tanto, prioriza lo humanitario: un vuelo con 304 migrantes repatriados desde México aterrizó en Caracas bajo el Plan Vuelta a la Patria, reafirmando el compromiso con la vida y la reunificación familiar.

Hoy, todas las miradas se concentran en la sala cerrada del Senado, donde Bradley, respaldado por el Gobierno pero bajo intenso escrutinio, detalla cómo se autorizó una operación que apagó dos vidas y detonó una tormenta legal, militar y humanitaria que ya trasciende las fronteras de Estados Unidos.

Artículos Player