Un mundo a oscuras: la realidad de la educación y el trabajo para personas ciegas
El Día de la Cero Discriminación se conmemora cada 1 de marzo y busca resaltar el derecho de todos a vivir una vida digna y plena, pero ¿has pensado qué tan fácil es para las personas ciegas en Colombia acceder por ejemplo a educación, trabajo, salud, libertad de expresión u otros derechos fundamentales?
Claudia Andrea Quesada, una mujer ciega de 36 años, oriunda de Bogotá, pero que actualmente vive en La Mesa, municipio de la Provincia del Tequendama, en Cundinamarca, conoce muy bien esta situación, pues no le cuesta decir que la discriminación ha sido una constante en su vida.
"Nunca me han dado la oportunidad de tener un trabajo, tampoco terminar mi educación de bachillerato y no tengo un sostenimiento que me ayude a sobrevivir".
Con un tono de voz grave y una sonrisa tímida, pero amable, de esas que te hacen sentir a gusto, me cuenta que no nació ciega, sino que una situación inesperada cuando ella era una bebé recién nacida habría producido su ceguera, que es total.
"Yo nací con otra hermana gemela de seis meses. Según mis papás, me metieron en una incubadora y tanta luz me habría dañado la visión", dice que es lo único que sabe, pero que intenta no pensar mucho en ello "no le doy tanta importancia" porque le baja el ánimo.
Vive con tu esposo, Hugo Castro, y su hijo Miguel Ángel de 14 años que en la actualidad está en octavo de bachillerato. A ella, por su parte, solo le falta terminar décimo y once del colegio:
"Mi primaria la estudié en Bogotá, después no hubo más recursos y me tocó venirme a La Mesa", en ese municipio estudió de sexto a noveno y se iba con una compañera hasta el colegio, quien la acompañaba y guiaba para llegar a la institución educativa.
Sin embargo, no pudo terminar el bachillerato, ya que asegura que no tiene los materiales que necesita como un computador "y los profesores no están capacitados y no saben cómo enseñarme", sentencia.