"Codiciosos que quieren un país hambriento y sin agua", Pdte. Petro en respuesta a concejales del suroeste antioqueño
El presidente Gustavo Petro cuestionó los llamados a no proteger tierras fértiles y señaló a los concejales del sureste antioqueño de “codiciosos que quieren un país hambriento y sin agua”. Su mensaje responde a las críticas de los ediles, quienes perciben las Áreas de Protección para la Producción de Alimentos (APPA) como una imposición centralista que amenaza su autonomía territorial.
Desde el Suroeste antioqueño, autoridades locales manifestaron su rechazo a las Áreas de Protección para la Producción de Alimentos (APPA), quienes afirman que se trata de una imposición centralista que desconoce la cultura, la autonomía y las verdaderas vocaciones productivas del territorio.
No obstante, el presidente Petro salió en defensa de las APPA, tildando de irracionales a los concejales al pedir que las tierras fértiles no se protejan para la alimentación de los colombianos.
Lee también
- Autoridades capturon al séptimo implicado en el magnicidio de Miguel Uribe
- “Cupos de devolución”: Pdte. Petro denuncia entrega de 1.000 bienes a narcos y políticos en el gobierno Duque
El primer mandatario llamó codiciosos que quieren un país hambriento y sin agua, y defendió la necesidad de preservar zonas de alta productividad agrícola como base para garantizar la alimentación del país.
¿Qué son las APPA y por qué son importantes para la defensa de la soberanía alimentaria en el país?
De acuerdo con la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA), las Áreas de Protección para la Producción de Alimentos (APPA) son territorios definidos legalmente en Colombia, ubicados dentro de la frontera agrícola nacional, para preservar suelos estratégicos destinados a la producción agropecuaria y garantizar la seguridad alimentaria del país.
Según la UPRA, se proponen como un instrumento del ordenamiento territorial para proteger la producción de alimentos, especialmente la de la agricultura campesina, familiar y comunitaria. Su implementación implica la declaración de polígonos por parte del Ministerio de Agricultura y su posterior incorporación a los planes de ordenamiento territorial municipales como determinantes de superior jerarquía.
La seguridad alimentaria como un derecho humano
Colombia reconoció recientemente el derecho constitucional a la alimentación adecuada, sumándose a países como Bolivia, Brasil, Ecuador y México. A nivel internacional, es un derecho reconocido desde la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948) y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966).
La protección de tierras fértiles se convierte en un requisito para hacer efectivo ese derecho: garantizar que cada persona pueda alimentarse de forma digna, saludable, nutricionalmente adecuada y culturalmente relevante, en condiciones de autonomía y sostenibilidad.
La soberanía alimentaria implica que los pueblos y comunidades puedan definir sus propias políticas agrarias, incluyendo qué sembrar y cómo producir, sin depender exclusivamente de mercados externos o imposiciones centralistas. Este enfoque prioriza las economías y los mercados locales, valorizando la agricultura campesina, la pesca artesanal y las prácticas culturalmente apropiadas.