En el mundo, más de 20 millones de personas mueren aisladas y sin nadie a su lado que lo haga sentir mejor. La gran mayoría mueren en entornos hospitalarios o clínicos resultando además en un costo total casi el doble que el de quienes mueren en su domicilio.
Durante este periodo, la persona, su familia y allegados viven una serie de circunstancias que les ocasiona un gran sufrimiento. Diversas dimensiones puedan afectar en esta situación: deterioro físico, aparición de síntomas complejos, pérdida de autonomía, sufrimiento emocional, crisis social, dificultades económicas, etc
En este contexto se hace necesario lograr un mejor y mayor acceso a cuidados paliativos, que incorporen no sólo el componente clínico, sino también lo social y comunitario. La implementación de estos recursos puede llegar a ahorrar hasta un 20 % de los costos al final de la vida.
Respondiendo al componente comunitario existen diferentes iniciativas para implementar redes comunitarias de cuidado y acompañamiento para mejorar el bienestar de las personas que atraviesan por una fase de enfermedad avanzada y sus familias.
Recomendaciones
Si tienes un familiar o persona cercana pasando por esta etapa y eres su cuidador primario busca identificar cuál es tu red de cuidado y quiénes te pueden apoyar en esta tarea así sea por tiempos cortos. Construye a partir de esa información calendarios familiares y de amigos donde se puedan distribuir y compartir las tareas.
Si no tienes familiares o amigos cercanos viviendo esta etapa, pregúntate si tienes personas a tu alrededor, en tu barrio, edificio, cuadra, que puedan estar pasando por esta etapa y necesitan ayuda o acompañamiento. Investiga cómo puedes apoyar estas redes de manera activa.