De aquel trágico 18 de mayo de 2014 a hoy han pasado 10 años, pero para algunos pareciera que el tiempo no hubiese transcurrido, sino que esas agujas del reloj se congelaron observando el fatídico hecho en el cual 33 niños y un adulto mayor murieron calcinados dentro de un bus.
El dolor y la ausencia de los pequeños aún pesa en los padres y familiares de las víctimas, además, que las calles y los habitantes de esa zona del municipio de Fundación, Magdalena, siguen esperando lo prometido en medio de la desgracia más grande esta jurisdicción y una de las más tristes del país.
Y es que en esta tierra cerca de la Aracataca de Gabriel García Márquez, han pasado 10 años de soledad por parte de las autoridades, así lo señalan algunos padres que conviven con el dolor de perder a un ser querido.
Uno de ellos es Santander De La Cruz, quien expresó que el Estado se olvidó de ellos, argumentando que en los primeros meses los apoyaron con entrega de alimentos y apoyo psicosocial, no obstante, con el paso de los días esas ayudas se esfumaron.
“Reciente al hecho en el que nuestros pequeños perdieron la vida, nos entregaron $2 millones por cada niño, supuestamente a los cinco años nos iban a dar una indemnización, ha pasado el tiempo y aún seguimos esperando”, sostuvo De La Cruz.
Este mismo sentir lo expresa Jhonny Barón, quien tiene plasmado en sus retinas el terrible suceso.