La Esquina de los Calvos le tiene la gafa que usted prefiera, a lo largo de los andenes se extiende toda clase de mercancía, chucherías, pomadas para las dolencias, así como una amplia variedad de fritangas, el dedo con queso y bocadillo, y la popular lechona de Kikiriki, que por décadas ha adornado La 23 con la vitrina kitch donde no falta el marranito chamuscado.
Antiguamente, La 23 era considerada la calle real de Manizales, sin embargo, hoy está aquejada por el mal uso del espacio público, la inseguridad, la prostitución, el deterioro del patrimonio y la escasa actividad cultural, problemáticas que buscan solución desde la Asociación Cívica Centro Histórico de Manizales.
La 23 es foco de convergencia de idiosincrasia manizaleña, donde confluyen arquitecturas, tribus urbanas y a lo largo de sus cuadras se escribe cotidianamente la historia de la ciudad.