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Monserrat Keymeramuy, abuela sabedora que promueve su idioma materno

Esta lideresa del pueblo indígena murui muina frecuenta las veredas y corregimientos de Leguízamo, para fomentar en los niños, niñas y adolescentes el lenguaje autóctono.
Juan Miguel Narváez Eraso

Las bellas artes son las mejores manifestaciones culturales con las que cuentan los pueblos indígenas del bajo del Putumayo para difundir las tradiciones orales que las identifica.

Por ello, Monserrat Keymeramuy; abuela sabedora del pueblo indígena Murui Muina del municipio de Leguízamo, aprovecha la danza de la charapa (baile de la tortuga) para que los participantes se comuniquen en su lengua materna.

“Esta es una bonita experiencia que desde hace 10 años práctico en las malocas y la fomento en las instituciones educativas del corregimiento de La Tagua, tras darme cuenta que los niños, niñas y jóvenes de nuestros pueblos originarios están dejando a un lado nuestros términos autóctonos”, expresó.

Monserrat Keymeramuy, abuela sabedora indígena que en Leguízamo, Putumayo promueve el idioma materno.

Monserrat Keymeramuy, abuela sabedora indígena que en Leguízamo, Putumayo promueve el idioma materno.

En cada estrofa del canto que en su lengua originaria acompaña al baile, la abuela sabedora indica que los danzantes se expresan, intercambian ideas y se relacionan en su propio idioma.

“Eso refuerza la pronunciación y la aprehensión de nuevos términos que lastimosamente se han ido perdiendo con el paso del tiempo y por influencia de la modernidad. Por eso en Leguízamo nos estamos quedando sin hablantes de la lengua materna y permitir que eso suceda, sería darle paso a la desaparición de nuestra identidad”, dijo.

Relatos de la selva

“Si bien es cierto nuestro Jardín Exótico del Universo cuenta con una infinidad de mitos y leyendas, son escasos los padres de familia que junto a sus hijos, narran en su propia lengua aquellas emocionantes historias que en su mayoría están relacionadas con la Madre Monte con el Bufeo o Delfín hechizado. Es por ello que en mi casa y en los encuentros comunitarios aprovecho esas narraciones para que mis nietas y los hijos de mis vecinas se familiaricen con el uso de los términos originarios y a la vez perfeccionen su pronunciación”, manifestó.

En cada encuentro comunitario, la abuela sabedora de los pueblos indígenas de Leguízamo, Putumayo, promueve el dialecto autóctono.

En cada encuentro comunitario, la abuela sabedora de los pueblos indígenas de Leguízamo, Putumayo, promueve el dialecto autóctono.

“Por ejemplo hoy que estamos celebrado el Día del Idioma que bonito sería escuchar de nuestros niños, niñas y adolescentes decir en su lengua materna Ñueuai Monaide (Feliz día del idioma). La realidad es otra y si los padres de familia y abuelos no reaccionamos, será muy tarde cuando nos demos cuenta que nuestro dialecto ha quedado en el olvido”, indicó.

Frente a esos temores, Monserrat empezó a pegar en las paredes internas de su vivienda, coloridas hojas de papel que en su idioma nativo contienen frases relacionadas con la agricultura como maika que en nuestro idioma convencional significa (yuca).

“Otra de esas palabras que guarda mucha relación con nuestra cultura ancestral es Ka+ Ananeko, la cual en mi lengua tradicional quiere decir nuestra maloca. Así mismo, al caer la tarde entonamos canciones en las que está presente la imponencia de nuestras fuentes hídricas y por eso en cada tonada no pueden faltar frases como mi querido iye (río) Putumayo”, expresó.

“La conga y la libélula”

“Otra bonita historia que hace parte de nuestra tradición oral tiene que ver con la fábula de la conga y la libélula que en mi lengua autóctona se dice; omok+ amo+y+k+. Esta es una alegoría dedicada a la obediencia, a la humildad y sobre todo a la solidaridad, por eso la cuento cada vez que en el parque central de Puerto Leguízamo me reúno con aquellos jóvenes y señoritas que necesitan un buen consejo”, dijo.

Cuando termina de narrar esas y otras leyendas que hacen parte de la cultura popular de Leguízamo, la abuela sabedora confiesa que la embarga una inexplicable felicidad porque al termino de esos informales encuentros comunitarios, destaca que los asistentes repiten con insistencia que hermoso está mi “ero mona” (cielo); entre otras palabras originarias que pronuncia en las fábulas.

En las malocas, Monserrat también imparte sus conocimientos para fortalecer las lenguas maternas de los pueblos indígenas.

En las malocas, Monserrat también imparte sus conocimientos para fortalecer las lenguas maternas de los pueblos indígenas.

“Qué bonito sería que las actuales generaciones lleven nuestro idioma originario en su mente y en su corazón para que en fechas tan importantes como las que estamos conmemorando digan en su dialecto urua+ la+ uai oni ga+tañeno es decir; niños no abandonen su lengua materna.

Para la abuela sabedora Monserrat, todos los relatos alusivos a la selva Amazónica tienen una intrínseca relación con los quehaceres de los pueblos indígenas Murui Muina, Coreguaje, Siona y Kichwa, porque de ellos asegura que ha surgido la mayoría de cantos que en su lengua entonan en los rituales dedicados a la vida, a la salud y a la naturaleza.

 

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