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Carlos Vives publicó la edición 'La Tierra del Olvido 30 años (Remastered & Expanded)', un álbum que marcó la historia de la música en Colombia

Se cumplen tres décadas de la salida de un álbum que marcó la historia de la música nacional: La Tierra del Olvido, de Carlos Vives y La Provincia. Trabajo producido por Vives, ‘Teto’ Ocampo, Iván Benavides, Richard Blair y ‘El Papa’ Pastor.
La Tierra del Olvido 30 años (Remastered & Expanded): historia y colaboraciones
Crédito Socorro Arango
Jenny Cifuentes

De La Tierra del Olvido aprendimos a decir: ¡Viva Palenque! ¡Viva Pambelé! 

A bailar coreando: Rosa, qué linda eres, Rosa, qué linda eres tú 

A cantar Jaime sí, Jaime sí, Alejo no, con cachucha bacana puesta. 

Supimos que existe una Diosa Coronada, que canta, el pobre Leandro Díaz , triste por la serranía; y que de los aires vallenatos la puya es la más templá. 

Escuchamos tácticas románticas tipo: “Me mandastes a decir 

que me estabas olvidando 

Yo te mandé por contesta 

Que no te estaba pensando” 

Y la frase ganadora: Ella es del mismo material del que son mis sueños. 

Mantras entre música con sabor, cadencia y respeto por los ancestros, hecha por cachacos rockeros, un cantante samario, guajiros intérpretes de vallenato, una reina gaitera cartagenera, un inglés —uniéndose en la producción—, y el resultado: un discazo obligado referente de los sonidos colombianos. 

¿Y de dónde salió todo eso? 

Narrando anécdotas, alguna vez, Carlos Vives contó lo que quizá fue un presagio. En los años 80, en el bar bogotano Ramón Antigua, trabajando de mesero —y a veces pegándose su cantadita de alguna balada o un tema de rock en español— el cantautor ícono de la música protesta nacional, Pablus Gallinazus, quien estaba allí como cliente, lo vio y de la nada le dijo: “Tú deberías cantar vallenato”. Recuerda Vives, que fue el primero en insinuárselo. La idea en ese entonces, se la llevó el viento. 

Pero como reza un vallenato “la sangre llama” y Carlos aterrizó iniciando los 90 en una novela sobre el compositor Rafael Escalona, personificándolo, cantando “Escalonazos” y luego —como lo predijo Pablus— armó su grupo vallenato. 

Hace poco más de una década, en el tour del álbum + Corazón Profundo, el cantante afirmaba que se juntó con su compadre Egidio; su hermano Hebert (tremendo cajero, fallecido en el 97); Eder Polo, poderoso guacharaquero y con Alfredo ‘El Negrito’ Rosado, virtuoso percusionista, buscando tener el mejor conjunto vallenato del país.

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El recorrido musical de Vives es muy largo. 

Su impacto se sintió fuerte desde el álbum Clásicos de la Provincia Vol. 1 (1993) —gran vendedor—, con el que puso el vallenato a rodar por el mundo y al público joven de la época a conocer y a escuchar con orgullo obras de maestros legendarios del voltaje de Emiliano Zuleta, Carlos Huertas, Juancho Polo Valencia, Sergio Moya o Alejo Durán. 

Y luego, con La Tierra del Olvido, que voló hasta la luna, dando identidad al sonido colombiano. En palabras de Iván Benavides: “Un proyecto que tenía no solamente pasado y tradición, sino futuro”. Quizá por eso, durante el desarrollo del álbum le dijo a Carlos: “Con lo que estamos haciendo, vas a vender menos discos, pero vas a tener una carrera más larga”. 

Vives puso sus oídos en el rock bogotano, en instrumentos raizales y el grupo vallenato que quiso armar terminó convertido en tremenda banda. Rodeado de virtuosos músicos de diferentes corrientes en su agrupación La Provincia, logró un engranaje poderoso. 

Propusieron nuevas formas aplicadas a los vallenatos a partir de lo que les dio la cumbia: como el estilo de las guitarras, o una batería marcando sonidos no prestados del rock, sino tomados de los patrones cumbieros. Experimentaron, crearon. 

En ese trabajo, de la mano de los músicos —evocando de nuevo al vallenato— a Carlos “le nació su poesía”. Empezó a componer. Reza un tema del compositor Gustavo Gutiérrez: “La cultura de mi pueblo es el canto de mi alma” y Vives en ese disco se encontró con su pueblo, con su alma y su sonido. 

Ese sonido que se quedó en el público ha influenciado y abierto camino a músicos de posteriores generaciones.

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Movimiento tropipop 

El movimiento llamado tropipop se acogió a las coordenadas Vives y las aliaron con el pop. Los rasgos sonoros de “El Patrón” y La Provincia, son evidentes en el material de Fonseca, Gusi, Adriana Lucía, por citar algunos. 

Su obra se ve reflejada en nuevos artistas colombianos que desde la ciudad buscan poner una aureola fresca a la tradición. También en agrupaciones vallenatas jóvenes y en algunas de las luminarias del género, tipo Silvestre Dangond o “El Gran” Martín Elías, quien ya partió, pero siempre manifestó la inspiración que le dieron las producciones de Carlos en su carrera. 

A ellos se suma Peter Manjarrés, que siendo cajero, y sin haberse lanzado “oficialmente” como vocalista, en un show en el que los dos alternaron, Carlos lo invitó a que cantaran juntos “La tierra del olvido”. El cuento es que Peter ya se había ido para el hotel. Lo llamaron y se devolvió corriendo. Dice que “de vaina no estaba dormido ya" y que ese acto, lo motivó "full" para volverse cantante profesional. 

Siguiendo con un par de muestras actuales en el vallenato: de los shows de Vives, hay grupos que han emulado la posición de los músicos en el escenario. O hablando de percusión, la batería que tocan muchas agrupaciones vallenatas, es el estilo Vives, o sea, el golpe del batero de La Provincia: Pablo Bernal, de los músicos que llegaron a ese combo, del rock. 

Bernal fue parte de El Bloque de Búsqueda, que luego se llamó El Bloque: una de las bandas más relevantes del rock nacional de los 90, integrada, además, por Benavides, ‘Teto’ Ocampo, Carlos Iván Medina, Luis Ángel ‘El Papa’ Pastor, Mayte Montero, Gilbert Martínez y Alex Martínez. Pablo también es miembro del grupo Ciegossordomudos.

Cuando le damos play al disco La Tierra del Olvido, suena Bernal en la intro del tema “Pa’ Mayté”. 

Aquí su video en el que aparecen muchos de los músicos en pleno:

La Tierra del Olvido para ‘Teto’ Ocampo: una evolución de Clásicos de la Provincia Vol. 1 

Hace años, el guitarrista ‘Teto’ Ocampo, contó a quién escribe su versión sobre el álbum. Aquí, un aparte. Algunas de estas frases fueron publicadas en la desaparecida Revista Shock. 

“Pasa por ejemplo que Los Rolling Stones, Los Beatles o los legendarios rockeros de los 60 estaban era tratando de tocar como negros gringos viejos, y no pudiendo hacerlo, en ese camino encontraron el rock´n roll. Algo bonito que sucedía en La Provincia era hacer esa investigación y volver a tocar canciones viejas. Entonces Carlos y todos, estábamos ahí imitando a Alejo Durán. 

En los 80, en Bogotá, sólo había rock and roll y nadie sabía nada de folclor. Muy pocos grupos tradicionales llegaban aquí —de hecho en esa época empezaron a venir Los Gaiteros de San Jacinto—, y en los 90 se dio ese despertar: algunos músicos citadinos reaprendieron folclor y en ese preciso momento salió el disco de los Clásicos. Varios grupos empezaron a hacer música nueva urbana basada en el folclor, y el caso de La Provincia fue el más contundente, porque sacó el folclor del underground, de sólo ser música de campesinos y ahora puede estar hasta en los Grammy.

En La Tierra del Olvido yo quería hacer como una evolución de los Clásicos Vol. 1. Con la banda, fue reconfortante poder mostrarle a la gente la música de la región Caribe, de los viejos juglares. Mucha gente joven que no tenía idea de que eso existía, aprendió a oír a grandes maestros” 

Crédito archivo personal ‘Teto’ Ocampo 

Sin una hamaca con Iván Benavides metido, no existiría el tema “La Tierra del Olvido” 

Narra Iván Benavides: 

“Hay un momento muy especial que es como un encierro que tuvimos. Un campamento. Un laboratorio en una finca en Santandercito, (Cundinamarca), sitio donde nos reunimos todo el equipo que ya se había armado: los que éramos parte del proyecto Bloque, más los músicos que venían de lo tradicional, del grupo anterior de Carlos. Egidio Cuadrado, —el gran maestro—, Mayte Montero, —quien después se vinculó a El Bloque—, ‘El Papa’ Luis Ángel Pastor, el mejor bajista de este país, el percusionista Gilbert Martínez. 

Y eran días de trabajo febriles, pero orgánicos. No era como: 'vamos a producir'. Los arreglos fueron saliendo como con tranquilidad y con euforia. Pura entrega. Fueron días de laboratorio increíbles. Yo escuchando, aprendiendo a entender bien como se le podía sacar al acordeón de Egidio que fuera un poquito más moderno. Apuntando a entender qué le podía sacar a cada instrumento. Trabajando siempre en equipo. 

Y ahí nacen, partes de las versiones. Pero lo más importante es, creo, el momento en que se comienza a componer, no solamente a interpretar.

Carlos venía de hacer el disco Clásicos de la Provincia. Y con él, hablábamos de la necesidad de renovar el repertorio y de buscar una innovación. Intuitivamente, con lo que teníamos, incorporar tanto la parte tradicional, lo moderno y la parte rockera. Y de ahí surgen varias de las canciones del álbum, como “La Tierra del Olvido”, que nace después de que yo estuviera metido en una hamaca durante varios días. 

Y ahí estoy, por muchos tiempo sentado o acostado en la hamaca, en silencio. Muy necesario para entender para dónde íbamos. 

Recuerdo que Richard decía: “¿ Y este man quién es? El que no trabaja”. 

Porque todo mundo vivía tocando todo el día y yo, en la hamaca. Pocos meditan… y después de varios días de estar en eso, de pronto llega el momento que es. Como que la iluminación llega. Y en cosa de diez minutos, sale la música, la letra y los arreglos de la canción. Se grabó en un cassette. Se la llevó el equipo. Y así fue. 

Eso no quiere decir que uno pueda hacer lo que hace, 20 minutos cada día, sino que necesita un momento previo para conectarse, para pensar. Pero hay un instante que es disparador, poético, que es imposible de explicar”.

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Video remasterizado de La Tierra del Olvido 

Sigue relatando: 

““La tierra del olvido”, aparece en un libro de Gabriel García Márquez, en El Amor en los Tiempos del Cólera. Es una frase creo, de Florentino Ariza hablando exactamente del olvido. Él termina la frase como 'esta era la tierra del olvido', hablando de su olvido, o el olvido que tenemos de todo. 

Y seguramente, sin darse cuenta, queda resonando en la cabeza de uno y regresa para darle cierre a la canción, y para que tome además, el título del álbum. Es muy hermoso, porque es una canción de amor, pero hay un subtexto detrás, y es que todas las imágenes de la canción tienen que ver con estas tierras que son olvidadas pero memorables. Que es 'la Colombia profunda', que es la tierra del olvido”. 

Mira el capítulo del programa En Clave con Deysa Rayo, con Iván Benavides. Descubre más anécdotas sobre La tierra del Olvido y la música nacional. 

La Tierra del Olvido 30 años (Remastered & Expanded) 

La celebración llega con el disco La Tierra del Olvido -30 remasterizado y expandido, disponible en plataformas y en formato vinilo conmemorativo. 

Esta edición cumpleañera incluye dos remezclas: la primera, del hermoso tema “Agua”, bautizado “Déjala Correr”, en las manos de los productores Martín Velilla, Renate y Fabi Hernández. 

Y la segunda, de la canción “Pa Mayte”, maniobrada también por Velilla, Renate y Presi On, con la aparición especial del poderoso percusionista Gilbert Martínez, —quien grabó el track original en el disco de 1995—; en esta nueva placa a “Pa Mayte” la titularon “Ahí llego yo" y tiene a los fiesteros alborotados. 

“500”: Porque la Sierra del mundo entero es el corazón ¡Yo me quedo en Santa Marta! 

Al listado de canciones se suma un homenaje musical por los 500 años de Santa Marta. 

Vives brilla con sus invitados: Bomba Estéreo y artistas de nueva generación L’Omy, Lalo Ebratt, Estereobeat, Yera, Laura Maré, Olga Lucía Vives. 

También lo rodean Gloria Torres, las voces de niños arhuacos, Paola Lacera y Rashid Zawady. A coro dicen que se juntaron todas las razas en una canción y que 500 años de flow no terminan. 

Vives y Niche, alisten sus mochitos, el zapato blanco, que hay sabor hasta el techo 

Y “porque como dicen los científicos: todos somos Niche”, pues el batazo que falta en esta parranda es la versión del combo Vives y el Grupo Niche de “La Tierra del Olvido” que estará en plataformas el 12 de agosto. 

Recordando a 

Ernesto “Teto” Ocampo (1969-2023) 

Egidio Cuadrado (1953-2024) 

Hebert Cuadrado (1955-1997) 

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