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Rafael Fernández Padilla: el retorno del pianista decano de la música caribeña

Para el maestro Rafael Fernández Padilla, hay que superar el empirismo, se deben estudiar los fundamentos musicales.
Foto: Humberto Carrillo
Humberto Carrillo

A sus 83 años y tras superar el encierro de la pandemia, el célebre pianista y pedagogo ha despertado el entusiasmo de la juventud vallenata que desea recoger su legado musical.

Luego del homenaje por su trayectoria que le rindiera en Valledupar la Sociedad de Autores y Compositores de Colombia, Sayco, la alegría ha regresado al alma del virtuoso intérprete. 

“Aquí he estado tantos años en mi academia, pero desafortunadamente la pandemia acabó con todo, me mantuve en acuartelamiento, no era por miedo a morir sino por el miedo al contagio, escuchaba las noticias, el contagio era impresionante en los diferentes países del mundo. Por fortuna ya estamos superando eso”, afirma el músico samario.

Con una larga carrera profesional y al contrario de muchos hombres que estarían descansando jubilados, el maestro Rafael Fernández Padilla tiene nuevos proyectos musicales. 

Rafael Fernández Padilla
Foto: Humberto Carrillo

“Ahora me siento como si estuviera renaciendo. A mis 83 años estoy en el mejor momento de mi vida, lo demuestra la facilidad que tengo para interpretar obras con profundas dificultades técnicas”, asegura, mientras revisa la programación de su academia y los arreglos para una producción con su hermana la compositora Rita Fernández.

“La edad es mental, muchas personas menores que yo no tienen quizás la lucidez que yo tengo y me perdonan la falta de humildad, pero mantener diez obras en la memoria no es fácil, tocarlas sin alterarlas, interpretarlas fielmente como debe ser, más bien enalteciéndolas, agregándoles intervalos diatónicos, intervalos armónicos, intervalos octavados. La técnica que tengo hoy, no la tenía anteriormente, yo creo que esto va a ser lo último que voy a dar”. 

El retorno del caminante

El maestro Rafael Antonio Fernández Padilla nació en Santa Marta el 24 de octubre de 1938 y desde muy niño inició sus estudios de piano con su madre y con diferentes profesoras, a los 18 años presentó su primer concierto en la capital magdalenense, dirigía su primera orquesta y dictaba clases de piano. 
En 1966 viajó a Estados Unidos y en Newark (New Jersey) trabajó en un night club donde conformó un cuarteto de jazz. “Con ese cuarteto me fue muy bien”, recuerda.

Rafael Fernández Padilla

Más tarde le salió una oferta de trabajo en Miami donde se especializó en armonía y contrapunto con el profesor Albert Krugerth; posteriormente vivió durante seis años en Puerto Rico y trabajó con las cadenas hoteleras Hilton y Sheraton.


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En 1973 regresó a Colombia, en Bogotá se casó, se divorció y tuvo tres hijos; fue director nacional de las academias de órganos Thomas y logró un buen nivel de popularidad en la televisión en programas como Sabariedades, Cabeza y Cola y Cita con Pacheco. Luego se radicó en Valledupar donde adelanta su labor pedagógica hasta hoy. 

Unas palabras para los jóvenes músicos

Para el maestro Rafael Fernández Padilla, hay que superar el empirismo, se deben estudiar los fundamentos musicales. 

“El proceso de educación auditiva es muy importante. La persona percibiendo sonidos equivocados, sonidos erróneos, melodías incoherentes, no podrá tener una educación auditiva aceptable, porque la educación auditiva es inconsciente, el oído escucha pero el cerebro humano es tan complejo que hay fenómenos que todavía muchos neurólogos eminentes no han podido descifrar”, asevera. 

“Las neuronas y los tejidos cerebrales funcionan en una armonía impresionante, el cerebro humano es altamente complejo. La educación auditiva es de una complejidad muy grande, el oído humano percibe, pero a veces nosotros sin darnos cuenta estamos oyendo, no escuchando, una cosa es oír y otra cosa es escuchar”, agregó.

Rafael Fernández Padilla
Foto: Humberto Carrillo

La relación del músico samario con el piano es calificada por los especialistas como asombrosa. Para los autores y compositores socios de Sayco, “el maestro Fernández ha dejado una huella en el corazón de los amantes de la música instrumental y se ha consagrado como el decano de los docentes en la región Caribe. Su vocación académica lo ha llevado a abanderar el piano entre los niños y jóvenes en Valledupar y sus alrededores, entregando un legado trascendente en su formación en música clásica selecta, jazz y folclor colombiano”.

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