Pasar al contenido principal
CERRAR

Los taxónomos están en extinción: Orlando Rangel

Orlando Rangel es un acreditado científico y docente del Instituto de Ciencias Naturales (ICN) de la Universidad Nacional de Colombia.

Por: Richard Hernández.

Con el lema ‘Por la naturaleza’ hoy se celebra de forma virtual el Día Mundial del Medio Ambiente, que este año en plena pandemia llega a su versión número 45. Colombia con el apoyo de Alemania fue designada como el país anfitrión de este evento que se realiza todos los 5 de junio desde 1974.

La biodiversidad es el conteo detallado de todos los seres vivos. Todo lo que habita este planeta, incluyéndonos, está contenido en ella. Y esta humilde tarea, la de contar qué hay en la naturaleza, dónde está y cómo se relaciona entre sí, ha ocupado a generaciones de científicos de todo el mundo durante siglos.

Jesús Orlando Rangel es un acreditado científico y docente del Instituto de Ciencias Naturales (ICN) de la Universidad Nacional de Colombia. El profesor Rangel realizó un inventario básico de la biodiversidad del país que le tomó cerca de 25 años y el cual quedó registrado en la obra ‘Colombia Diversidad Biótica'.

A propósito del Día Mundial del Medio Ambiente, hablamos con el profesor Rangel, quien fue alumno de Thomas van der Hammen, y quien ha dedicado gran parte de su vida a este tema.

Foto: Cortesía.

¿Cuáles son las características principales que hacen de Colombia el segundo país más biodiverso del mundo?

Especialmente hay que considerar la posición del país en la región tropical. Los países situados en esta zona por su condición pueden tener mayores posibilidades de variación en cuanto los pisos térmicos y las franjas o regiones de vida.

Somos más ricos que otros países tropicales porque también estamos en el neotrópico a diferencia del paleotrópico. En el neotrópico procesos de especiación y diversificación se han disparado en épocas más recientes en comparación con el paleotrópico (El trópico más antiguo de todo lo que es África y Asia).

En el caso de Colombia, nosotros estamos en el norte de Suramérica que es una posición privilegiada, por cuanto estamos influenciados por dos mares: el Caribe y el Pacífico. Además, tenemos la cordillera Andina que viene desde el sur de Argentina a terminar en medio de Venezuela y en Colombia se divide en tres ramales. En cada región natural, el Caribe, el Pacífico, la Amazonia y la Orinoquia tenemos dos ambientes contrastantes: las tierras planas y las montañas.

Esto hace que se produzcan diferentes ecoclimas y microclimas que van a incidir directamente en la variedad del hábitat. En cuanto más variedad de hábitat hay mayores posibilidades de adaptaciones de lucha por colonizar estos nuevos espacios y los procesos de diversificación de especiación aumentan.

Estas son las características macro que nos definen entonces como el país con mayor expresión de esa diversidad en cuanto a área.

Foto: Cortesía.

Profesor Rangel usted realizó un inventario básico de la biodiversidad de Colombia ¿cómo se llevó a cabo este registro?

El inventario de la biodiversidad es un programa que tiene muchos años. En la época de los ochenta las academias de ciencias del mundo, especialmente de Estados Unidos y en Europa hicieron un llamado de atención porque se estaba perdiendo calidad de vida y esa pérdida era producto de que la biodiversidad en algunos renglones se estaba agotando.

Esto hizo que las Naciones Unidas promovieran una serie de ejercicios el cual tuvo su máxima expresión en el la Cumbre de la Tierra celebrada por la Organización de las Naciones Unidas en Río de Janeiro en 1992, en donde se reconoció la necesidad mundial de conciliar la preservación futura de la biodiversidad

Unos cuatro meses antes de la cumbre, Colombia con la colaboración del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia, bajo la coordinación del antiguo Inderena, adelantó un inventario rápido escogiendo los grupos, de plantas con flores, anfibios, reptiles, la diversidad climática y especialmente la variedad de los tipos de vegetación, como los bosques, las selvas, los matorrales y los frailejones. A partir de allí empezamos a consolidar ese inventario.

Foto: Cortesía.

¿Qué podemos encontrar en el inventario básico de la biodiversidad?

Este inventario nos dice qué tenemos, en dónde se encuentra y cuál es el estado de conservación de las plantas con flores, de grupos de fauna como las aves, reptiles, anfibios, mamíferos, invertebrados como las mariposas, los crustáceos y en algunas regiones, parcialmente el inventario de peces. También permite saber cuáles son los tipos de bosques de selva, cómo están conformados y cuánto es el área que cubre.

Además, dicho registro tiene la caracterización de la diversidad climática por regiones naturales desde el punto de vista biológico, ecológico y una aproximación sobre las características geológicas y las condiciones de los suelos.

En este trabajo han participado desde que iniciamos el proyecto en 1991, más de 300 investigadores. Cada volumen de los 16 tomos consta de 22 o 23 capítulos y cada capítulo tiene 2 o 3 autores. Todo esto ha sido realizado con pasión, con la posibilidad de formar los profesionales en Colombia, que es otra de las metas y otros de los logros fuertes de este programa del inventario de la biodiversidad.

¿Colombia podría llegar a tener un inventario total de su diversidad o es una utopía?

Tendrá que hacerse, pero para eso se necesitan conocedores y desafortunadamente cada día es menor el número de taxónomos, los cuales están en extinción. Habrá que confiar en que poco a poco se vaya dilucidando. Pero llegar a un inventario total, por ahora está bastante difícil de alcanzar.

Foto: Cortesía.

¿Qué tan efectivas son iniciativas como el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica para proteger el medio ambiente?

Todo lo que se haga por conservar la biodiversidad e inculcar nuevas maneras de aprovechamiento es bienvenido. En cuanto a los planes y las estrategias como miembro de una comunidad académica, siempre he lanzado mi voz de alarma diciendo por qué nos marginan. Nosotros somos los responsables del 90 % del conocimiento que hay sobre la materia, pero nunca nos llaman para opinar.

Llevamos más de 30 años diciéndoles a todos los ministros de Medio Ambiente y a los directores del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), hagamos el mapa de la vegetación de Colombia. Un mapa de la vegetación que les sirva a todas las entidades para que sepan, por ejemplo, donde no deben trabajar una carretera y donde no pueden permitir una explotación minera.

Pero ha sido imposible. El famoso zoólogo Jorge Hernández, conocido como el mono Hernández y mi profesor Thomas van der Hammen, se murieron con ese sueño. Mientras no tengamos una comunidad académica bien fuerte, que se haga sentir sobre cosas reales, no sobre utopías ni leguleyadas, las cosa no va a cambiar.

Sin embargo, hay que empezar, no importa que nos caigamos. Tenemos que volvernos a poner de pie, porque poseemos nuestra riqueza, la biodiversidad incomparable del país más rico por superficie en el mundo.

ETIQUETAS