El barrio en Bucaramanga que brilla con colores propios
Por @RuthGlvez periodista de @RadNalBmanga
Muy de mañana 11 jóvenes comprometidos con el medio ambiente y los cambios sociales llegan al barrio 12 de octubre, una zona erosionada al norte de Bucaramanga la esperanza de apoyar a estas 140 familias, a través de la educación ambiental y el trabajo en equipo.
Alejandra Rico, vocera de la Fundación Ecovoces explica el por qué trabajar en una solución ambiental transforma la vida de una comunidad:
“Pensamos en cómo lograr que la gente tomara sentido de pertenencia del lugar que habitan, por ello pensamos en el asentamiento 12 de octubre de la comuna 4 de Bucaramanga. Se sacaron más de 500 bultos de basura, este trabajo lo hicimos de la mano con la comunidad” el proyecto apenas iniciaba, porque los jóvenes de la fundación sabían que al dejar el espacio limpio, pero sin un propósito, éste volvería a llenarse de basuras y el esfuerzo se habría perdido “fue un cambio grandísimo el ver que cuando iniciamos, nadie en la comunidad reciclaba, después de ello en las jornadas de limpieza y educación que llevamos a cada casa la mitad de la comunidad empezó a reciclar” explica Alejandra.
Es marzo de 2014, más de 130 familias habitan en un asentamiento, el 12 de octubre, ubicado en el norte de Bucaramanga, la lluvia no cesa y parece caer inclemente sobre las casas de madera y tejas de zinc. 4 de la mañana. Cinco toneladas de tierra y piedras se desprendieron de la ladera, varias casas desaparecieron esa madrugada. Bucaramanga fue construida en este tipo de terrenos, y quienes habitan la zona norte, sólo esperan que no haya tormenta.
Una de las razones por las que esta fundación ha decidido trabajar inicialmente en este barrio, fue para explicar la importancia del cuidado ambiental a partir de acciones sociales.
Los colores del 12 de octubre
El bambú rodea y acompaña a los habitantes del barrio, los jóvenes de la fundación saben que para cuidar el territorio, no solo había que hacer una limpieza, también era necesario construir un monumento a la identidad del mismo “Preguntamos a los niños al inicio, luego a los habitantes del sector qué les hacía falta y ellos nos dijeron – queremos un parque, una cancha" sonríe Alejandra.
Bambú, llantas, y materiales que puedan enriquecer el parque y su cancha, son las fuentes primarias para hacer un deseo realidad, es por esto que todos los domingos 11 jóvenes y los voluntarios que se unen al proyecto Ecovoces.
“Nosotros estamos seguros de que los habitantes de este barrio van a cuidar su cancha y su parque, no van a dejar que se vuelva a contaminar, hoy lo vemos, ellos cuidan su parque a capa y espada, esto permite que también cuiden otras zonas de la ciudad, los espacios donde trabajan, estudian, esta semilla deja esa enseñanza que tu dejas” finaliza Alejandra Rico
Ecovoces busca voluntarios que quieran aportar al medio ambiente y al desarrollo social. El parque será entregado el 12 de octubre para conmemorar la fecha y el nombre del mismo.
