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¿Conoce la historia del barrio Paulo VI en Bogotá?

Esta urbanización comenzó a construirse en 1966, con motivo de la visita del Papa Pablo VI a Colombia el 22 de agosto de 1968.

Por: Richard Hernández.

Esta urbanización comenzó a construirse en 1966, con motivo de la visita del Papa Pablo VI a Colombia el 22 de agosto de 1968. Era la primera vez que un Sumo Pontífice llegaba a Latinoamérica y lo hacía a nuestro país.

Como interventor del Instituto de Crédito Territorial, ICT, fue nombrado Alberto González, ingeniero civil, egresado de la Universidad Nacional de Colombia, para dirigir la construcción de la primera etapa del conjunto, la cual constaba de 1.119 apartamentos, para alojar a unas 12 mil personas.

Las obras duraron unos seis meses, por la premura del tiempo, para albergar a los miles de peregrinos que asistirían al Congreso Eucarístico Internacional presidido por el Papa italiano, Pablo VI.

Este conjunto el cual pertenece a la localidad de Teusaquillo, fue diseñado por los arquitectos Eduardo Londoño y Gabriel Pardo, quienes con este proyecto ganaron en 1968 el prestigioso Premio Eternit.

Tiempo después se construyó la segunda etapa, que, a pesar de sus fachadas de ladrillo, conserva el estilo abierto de la primera y que lleva el nombre de Pablo VI.

Foto: Daniela Godoy.

“Yo llegué muy pequeña a Paulo VI, mis padres junto a otras familias fueron los fundadores de este conjunto. Lo que más me encantaba era montar en bicicleta porque no había carros en el parqueadero y estos se convertían en pistas o ciclovías. Éramos muchos niños y ya en la adolescencia bailábamos en los garajes”, recuerda Zilia Reyes Hernández, actual administradora del conjunto.

Zilia resalta que más que un barrio, Paulo VI, es un conjunto de tipo mixto como lo califico ley 675 del 2001.

Está compuesto por 80 edificios que contiene, 1019 apartamentos. Asimismo, señala que “durante el gobierno de Carlos Lleras Restrepo, 1966–1970, gracias a la descentralización, nació el Instituto de Crédito Territorial y muchas otras entidades, que lograron dar un beneficio de tipo social a los trabajadores. En esa época no existía el UPC, ni el UVR. Yo recuerdo que estos apartamentos costaron 275 mil pesos y la cuota inicial era de unos 26 o 30 mil pesos”.

Otra ventaja que resalta Reyes, es que “la menor área de un apartamento es de 113 metros cuadrados y hoy en día, la vivienda de tipo social, son como de 40 metros cuadrados e incluso acá hay unos 75 apartamento que quedan en las esquinas de los edificios, que son de tres niveles y tienen 165 metros cuadrados, porque en ese tiempo las familias eran numerosas”.

La administradora también cuenta que en septiembre pasado recibieron por parte del Concejo de Bogotá la orden Civil al Mérito José Acevedo y Gómez, en el grado de gran cruz, al conjunto residencial, por la conservación que se ha tenido durante estos cincuenta años.

Asimismo, Zilia comentó que, en el año 2000, el conjunto fue declarado Bien de Interés Cultural del Distrito. Según la Secretaría Distrital de Planeación de Bogotá “El patrimonio construido del Distrito Capital está conformado por los Bienes de Interés Cultural tales como sectores, inmuebles, elementos del espacio público, caminos históricos y bienes arqueológicos, que poseen un interés histórico, artístico, arquitectónico o urbanístico”.

Foto: Daniela Godoy.

Para el arquitecto Carlos Niño Murcia, profesor pensionado de la Universidad Nacional de Colombia y un experto en el tema sobre bienes de interés cultural:

“Paulo VI no tiene los bloques altos, como los que tiene el conjunto Antonio Nariño, el cual fue construido durante el gobierno de Rojas Pinilla, en el año 1953, o 1954. Gracias a la ley de propiedad horizontal, Paulo VI ha preservado su fachada y estructura.

Asimismo, Niño afirma que “este conjunto tiene una riqueza de espacios, sobre todo verdes, que muy pocos lo tienen y que por ejemplo, hoy, en el 2018, ya no lo están haciendo, ahora crean parqueaderos, bloques como lo que están haciendo en Soacha, con edificios de 5 pisos. Pablo VI tienen una jerarquía de calles por donde entra y sale todo el mundo; una jerarquía menor para los autos, que van a los sitios de parqueadero, pero también muchas zonas verdes, muchísimas, es un verdadero parque”.

También, Niño afirma que “el conjunto mantiene su calidad, ya que lo que él percibió, es que los residentes cuidan su entorno, como las zonas verdes. Caso contrario a las casas de algunos barrios, en donde se han transformado de forma arbitraria, eliminando los jardines y patios por hacer tiendas y pequeños apartamentos”.

Otro punto importante que resalta el arquitecto, es la plazoleta de Paulo VI, “es el corazón del conjunto, que tiene la cualidad enorme, que, a esa plaza, dan locales comerciales y edificios cerrados, lo que permite que haya comercio y gente entrando y saliendo…hay vida en la plazoleta”.

El pasado 22 de agosto, con motivo de la conmemoración de los 50 años de fundado el conjunto, en la parte donde el Instituto de Crédito Territorial, colocó el tricolor colombiano, cuando se inauguró la urbanización, se hizo una reforma y se colocó una imagen del Papa Pablo VI y el logo tradicional del conjunto, donde se ven las cuatro zonas, las cuales se distinguen por su color: zona A, color azul; zona B, color rojo, vino tinto; zona C, color verde pino y zona D, color amarillo.

“Son muchos recuerdos y símbolos que tenemos de nuestro barrio: el teatro Adriana que funcionó en los años setenta, nuestra parroquia, La Sagrada Eucaristía, que está ubicada en la parte sur, cerca a la cancha de futbol, que tiene un hermoso y grande cuadro de la última cena y nuestra plazoleta con su fuente original, donde todos los residentes tienen que pasar por ahí”. Comenta Zilia.

Asimismo, Reyes resalta la unión de los residentes “quedamos como 90 familias de las fundadoras. Sin embargo permanecen los hijos y las nuevas generaciones. En el conjunto viven muchas personas que le han aportado a la construcción del barrio, como Víctor Hugo Prieto, vicerrector de la Universidad Antonio Nariño; Pablo Orozco, ex presidente de la ETB; Gladys Núñez, decana de la facultad de odontología, de la Universidad Nacional de Colombia; muchos profesores de diferentes universidades, también vivió en el conjunto, uno de los integrantes de la banda colombiana de hip hop y de música alternativa, ChocQuibTown”.

Hace cincuenta años Paulo VI, se convirtió en un gran hotel para hospedar a los peregrinos por la llegada del Papa, hoy se ha convertido en un un bien de Interés cultural, que encierra gran parte de la historia bogotana.

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