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Un tributo a la búsqueda de la paz, la nueva obra del Colegio del Cuerpo

Entrevista con Álvaro Restrepo, director de El Colegio del Cuerpo, quien esta semana estrena su nuevo montaje ‘SacrifiXio'.

Por: Colprensa

El escenario del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo de Bogotá fue el escogido para el estreno de la nueva obra de Álvaro Restrepo y su Colegio del Cuerpo, ‘SacrifiXio: la consagración de la Paz’, una reflexión y homenaje sobre la búsqueda de la paz en el país.

Se trata de una coproducción de El Colegio del Cuerpo de Cartagena de Indias, el Ministerio de Cultura de Colombia, el Teatro Mayor, el Instituto Nacional de Bellas Artes y el Festival Internacional Cervantino de México, en el marco del Año Dual México/Colombia y del aniversario de relaciones diplomáticas entre los dos países.

Este viernes y sábado, 6 y 7 de julio, se realizarán las primeras funciones de este nuevo montaje, que Álvaro Restrepo define como un “oratorio coreográfico” en homenaje al proceso de paz de Colombia, que cuenta con la participación del Coro de la Ópera de Colombia, el ensamble mexicano de percusión Tambuco, el pianista Duane Corchan y los bailarines de El Colegio del Cuerpo.

Dentro de la obra, Jesús Abad Colorado, uno de los más importantes cronistas gráficos del conflicto armado, ha autorizado la proyección de algunas de sus conmovedoras imágenes en el prólogo de la obra. Así mismo, el fotógrafo colombiano Ruven Afanador realizó imágenes del proceso de creación.

Restrepo tomó como punto de partida la revolucionaria obra del compositor ruso Igor Stravinsky, ‘La Consagración de la Primavera’, en clave muy colombiana y en sintonía con la compleja y ardua lucha por conseguir la reconciliación del país.

‘SacrifiXio: la consagración de la Paz’ es la continuación de una reflexión escénica y ritual sobre el conflicto armado colombiano, iniciada por Restrepo en el año 2010 con la ceremonia masiva ‘Inxilio. El Sendero de Lágrimas’. Más de 400 víctimas del conflicto, 150 bailarines y 200 músicos, participaron en las ceremonias de Bogotá (Coliseo Cubierto El Campín, diciembre 2010), Medellín (Pontificia Universidad Bolivariana, abril 9 de 2013) y Cartagena de Indias (Calles del Centro Histórico y Centro de Convenciones, diciembre de 2013).

Pasos hacia la reflexión

-¿De dónde surge la idea para realizar esta nueva producción?

Esto surge inicialmente por la invitación de Ramiro Osorio, director general del Teatro Mayor, para hacer una producción para el Teatro. Yo en ese momento ya tenía la idea de hacer un trabajo sobre ‘La consagración de la Primavera’ de Igor Stravinsky y se me ocurrió pensar en una versión diferente de la misma que fuera para voces y percusión. Decidí que tendría que ser una obra nueva y comisionarla a un compositor para voces y percusión. Empecé a hablar con Ramiro y él me recomendó a Tambuco, ensamble de percusión de México. Ahí se empezó a gestar, con la ayuda del Instituto Nacional de Bellas Artes detectamos al compositor mexicano residente en Nueva York, Samuel Zyman, quien aceptó la propuesta.

Luego, contactamos al Coro de la Ópera de Colombia, con el que ya tenía ganas de trabajar para poder hacer que interactuasen danza y voces. Así empezamos a armar el equipo colombiano y se fue cuajando la idea.

-¿Por qué deciden centrar la obra en el proceso de paz de Colombia?

Es algo que no es nuevo para nosotros. Yo siempre digo que ‘El Colegio del Cuerpo’ es un animal de cuatro patas: una pata artística, el lenguaje de la danza contemporánea; una pata educativa, todo el trabajo que hacemos con la educación integral del cuerpo y del arte; una pata social, porque nos interesa mucho el trabajo en comunidades, el trabajo de inclusión e innovación social; y por último, el trabajo político, porque pensamos que todo gran arte es político y tiene una incidencia en el acontecer político de una comunidad o de un país.

Lo que tratamos es de darle la misma importancia a las cuatro patas para que el animal galope y dance armónicamente. Además, a raíz de todos los últimos acontecimientos, de la firma del proceso de paz, del plebiscito y del cambio de gobierno, nos parece fundamental que los artistas nos manifestemos y tomemos partido por la paz.

-¿Qué es lo que ‘SacrifiXio: la consagración de la Paz’ pretende mostrar y despertar en el público asistente?

Es suscitar la reflexión y también la conmoción. Yo creo que al país le ha faltado conmoverse colectivamente. Nos ha faltado llorar juntos, nos ha faltado hacer el duelo juntos. El duelo desafortunadamente ha quedado reducido a la esfera íntima y solitaria de las víctimas en las regiones. El dolor de las víctimas debe convertirse en el dolor del país. Todos estos eventos sirven para expandir esa esfera del duelo y espero que contribuyan a que reaccionemos ante ellos: que lloremos y que nos conmovamos juntos me parece muy importante.

-¿Quiénes estarán en escena?

Son casi todos colegas, amigos, hermanos y cómplices de muchos años de lucha y trabajo a quienes hemos convocado para manifestarnos juntos. Los bailarines son de la Compañía Cuerpo de Indias, el núcleo profesional de El Colegio del Cuerpo (eCdC), más estudiantes de los diferentes proyectos y programas de eCdC.

28 voces del Coro de la Ópera de Colombia dirigido por Luis Díaz Herodier, uno de los mejores coros de Latinoamérica, que va a interpretar esta obra que ha compuesto el Maestro Zyman, para ‘SacrifiXio: la consagración de la Paz’. Adrián Chamorro, el director y violinista colombiano, va a estar al frente de la dirección musical general. Gabriel Ossa, video artista, Rosario Jaramillo Actriz y Doña Rosalba Martínez, cantaora chocoana. Son muchas personas las que están detrás de esta gran creación que se ha unido para producir un documento y un testimonio que nos conmueve a nosotros y que pretendemos que conmueva y conmocione al público.

- Se han realizado muchas versiones en todo el mundo de ‘La Consagración de la Primavera’ de Igor Stravinsky, ¿Cuál es el punto diferencial de su versión?

A pesar de que partimos de Stravinsky y a pesar de que estuvimos muchos meses trabajando con su música antes de tener a nuestro compositor, es algo completamente diferente. El enfoque, desde el punto de vista de la dramaturgia no tiene nada que ver con la obra original, aunque hemos mantenido los dos movimientos centrales ‘La adoración de la tierra’ y ‘El sacrificio’ y la duración y los matices tímbricos y rítmicos de la obra.

Yo he querido darle una lectura completamente colombiana y por eso el movimiento de ‘La adoración de la tierra’ no tiene que ver con ritmos paganos de fertilidad, sino con la obsesión por la tierra, la lucha por el territorio, que es lo que ha motivado la guerra en nuestro país.

Y ‘El Sacrificio’ no es el de una doncella en un rito de fertilidad, si no es más el acto de ‘hacer más sagradas las cosas’: consagrarlas. Para mí el sacrificio es un tributo, una ofrenda y, a la vez, la renuncia más difícil a través del perdón. Quien perdona, renuncia a la venganza. Y yo creo que, si no renunciamos a la venganza, no vamos a encontrar nunca la paz.

-¿Qué encontrará el público en ‘SacrifiXio: la consagración de la Paz’?

Creo que va a ser algo muy bello y potente. Estamos expectantes y contentos con lo que se ha ido tejiendo. Es increíble como partimos de una idea que ya me rondaba en la cabeza hace dos o tres años y por fin todas las piezas empiezan a engranarse. Creo que esta es una oportunidad extraordinaria de ver todos estos lenguajes conjugados: la música, la danza, las artes audiovisuales, el teatro, la literatura y la poesía en escena.

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