Pasar al contenido principal
CERRAR

La radio: los sonidos que construyen paz

Una de las participantes del taller Ondas de Paz contó su experiencia de esta capacitación que hace parte del Acuerdo de Paz.

Por: Elizabeth Tique, participante de Ondas de paz

La Radio es una cajita mágica que de niña me atreví a destapar para buscar los personajes que allí se escuchaban, me ha acompañado desde siempre. “Lo que no se oye, no existe en la radio”. Con esta frase recuerdo el taller Laboratorio Ondas de Paz organizado por RTVC Sistema de Medios Públicos y que dictó Consejo de Redacción.

El taller significó para los participantes la posibilidad de recordar temas aprendidos, pero también un mundo de sonoridad infinito que de saber explorarlo y narrarlo nos permitirá marcar la diferencia y seguir reconstruyendo tejido social desde la radio.

Como lo plasma la cartilla Ondas de Paz, existen lugares, momentos y oficios que nos permiten contar a la audiencia no solo local y regional, sino lo mundial, esas historias que solo contamos nosotros, esas que hacen parte de la cotidianidad de nuestros pueblos, pero que muchos desconocen.

Esas historias debemos plasmarlas con contenidos atractivos, creativos, educativos, que nos permitan con mayor compromiso hacer pedagogía de paz de una manera distinta, para que el mundo sepa que existe un antes, un mediante y un después de la firma de un acuerdo para la terminación del conflicto, ese mismo del que somos producto las cinco Emisoras de Paz que hoy están funcionando en Colombia: en Fonseca (La Guajira), Convención (Norte de Santander), San Jacinto (Bolívar), Ituango (Antioquia) y Chaparral (Tolima).

Podría extenderme definiendo cada uno de los temas o módulos vistos en el taller: la dimensión participativa en la comunicación radiofónica, reportar desde y para lo local, la producción radial y los sentidos de la radio.

Pero considero que no tiene el mismo sentido describir lo aprendido con palabras técnicas, que plasmar mi sentir, que a su vez conlleva la responsabilidad de representar a mis compañeros y a las personas de las organizaciones que participaron de esta capacitación radial.

El taller nos permitió acercarnos por medio de una plataforma virtual, esa que en medio de la pandemia ha sido canal de comunicación. Logramos detenernos a pensar en qué quieren, esperan y perciben las audiencias, viajar a través de los sonidos que nos rodean y que a veces no nos detenemos a escuchar.

Los invito a que, en medio de sus afanes, hagan una pausa y se detengan a escuchar ese paisaje sonoro que los rodea, ¿lo escucharon? Pues ese sonido, es la radio.

Hacer radio es más que un oficio, es una pasión y eso marca la diferencia. Sentarnos a definir el tema, el mensaje que queremos transmitir y el formato en el que lo vamos a contar es un abanico de emociones que nos permite crecer como seres humanos, periodistas y profesionales.

Cualidades o aptitudes que tratamos de dejar plasmadas en el decálogo de ética periodística de los periodistas de las regiones colombianas en el posacuerdo, que trabajamos guiados por Hernán Restrepo, uno de los excelentes profesionales que tuvo la gentileza de compartirnos sus conocimientos como tallerista.

Y es que nosotros somos personas que se unen en torno a una magia exclusiva que magnetiza y está presente en el mundo entero, una magia que nos envuelve en un remolino de historias y que solo ella puede proporcionar: la radio. Una magia que incita a soñar, a vivir, a luchar y a construir paz.

ETIQUETAS