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Homenaje musical para despedir a Blas Emilio Atehortúa

El cuerpo del maestro Atehortúa será llevado, junto a sus familiares y amigos al Cementerio La Colina.

La despedida al gran Blas Emilio Atehortúa en Bucaramanga, considerado unos de los últimos grandes compositores de la música clásica colombiana, se realizará este martes 7 de enero a ritmo de música, uno de sus grandes legados para el mundo de la cultura.

El cuerpo del maestro está siendo velado en la Funeraria San Pedro de Bucaramanga, su familia ha recibido mensajes de amigos y músicos de Colombia y de diferentes países.

“Hemos estado sorprendidos con la explosión de información en redes, desde todas partes del mundo, Australia, Alemania, y bueno, Blas Emilio era conocido en todo el ambiente musical colombiano, pero también afuera” dijo para Radio Nacional, Joaquín Casadiego Arias, hijastro del maestro Atehortúa.

Desde el pasado 6 de enero, se han acercado cientos de personas que han querido despedirse de un hombre que dejó un inmenso repertorio para orquesta sinfónica, música religiosa, cantatas, elegías, música para cine, teatro y televisión.

“A las tres de la tarde es la eucaristía en la Iglesia San Pedro, donde músicos de la Universidad Industrial de Santander (UIS) y de la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB), con la presencia de los maestros Rafael Suescún y Juan Manuel Hernández, nos acompañarán en la misa”, agregó Casadiego.

Luego de la ceremonia, el cuerpo del maestro Atehortúa será llevado, junto a sus familiares y amigos al Cementerio La Colina, donde será enterrado y se realizará un tributo musical con una orquesta de la UNAB.

“Todo el que quiera acercarse es bienvenido, Blas Emilio era una figura pública y también se dió a su gente a través de sus obras, de su docencia, en esta despedida, vamos a celebrar su vida y agradecer su compañía y enseñanza”, señaló Joaquín con la invitación a músicos y amigos.

El pasado 5 de enero falleció en el Hospital Universitario de Santander, sobre las 4 de la tarde, el compositor antioqueño, Blas Emilio Atehortúa, considerado como uno de los más prolíficos de su generación, quien desde hace varios años residía en la capital santandereana.

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