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Historias de paz y café en Nariño

Productores de café del departamento, cuentan su experiencias de reconciliación y emprendimiento a través de este cultivo.

Por: Ingrid Gracia. Radio Nacional de Colombia Nariño.

Productores de café del departamento, cuentan su experiencias de reconciliación y emprendimiento a través de este cultivo, donde incluso víctimas y excombatientes, han encontrado un lugar para trabajar unidos por el bien de sus familias.

Braulio Salcedo es campesino productor de café del municipio de San José de Albán. Actualmente es el gerente comercial de la Fundación Germinar, que fue conformada por dos víctimas del conflicto hace 10 años, quienes decidieron buscar proyectos productivos para generar sus propias soluciones a las necesidades de esta población.

“La fundación ha creado un proceso alrededor del café encaminado a encontrar el perdón y la reconciliación entre víctimas y victimarios. Nosotros lo que hoy estamos logrando es que exguerrilleros y víctimas del conflicto trabajen en un solo propósito: sembrar café para hacer un diálogo de paz, un encuentro del perdón y buscar aliados estratégicos, para que podamos mejorar el comercio del café en 17 municipios que benefician a 840 familias”, asegura Salcedo.

Braulio asegura que el café es el segundo producto que más se vende en el mundo después del petróleo. Considera además que para la mayor parte del campo colombiano es una alternativa legal para tener ingresos rentables, dado que otros productos no generan la misma estabilidad económica.

En Nariño son aproximadamente 42 mil familias las que sustentan sus ingresos de la producción de café.

“Nosotros creemos que cambiar en un reto difícil, pero créanme que para nosotros perdonar lo fue más. Creo que el país debe entender que un acuerdo de paz nunca va a ser perfecto, pero debemos seguir adelante y encontrar la oportunidad para reencontrarnos en alternativas que permitan unirnos. El café, la agricultura y el campo son esas alternativas que nos pueden llevar a la unión”, indica el caficultor.

Andrés Felipe Realpe es representante de la Asociación de productores “Café Amanda” del municipio de Yacuanquer. Para él, este producto se ha convertido en el pretexto para enseñar a mujeres, niños y jóvenes que el campo y los cultivos lícitos si son rentables y traen consigo una mejor calidad de vida.

“Café Amanda busca reactivar la labor de las mujeres en la caficultura. Amanda fue una compañera que trabajó con nosotros en el campo, sin embargo ella por motivos que desconocemos migró a los cultivos ilícitos y nunca más regresó, nunca supimos qué pasó con ella. Es por eso que esta asociación es un homenaje a esas mujeres que migraron a esos cultivos ilícitos y las queremos de regreso para que vean en la caficultura una segunda oportunidad”, explicó Realpe.

Andrés considera a Café Amanda como una triangulación entre la parte técnica, económica y social. Aunque llevan 8 meses conformados, este proyecto ya beneficia a 10 familias de mujeres cabeza hogar que a través de su labor, buscan enseñar a sus hijos que la caficultura es rentable, con el fin de alejarlos de los cultivos de uso ilícito.

El municipio de El Tablón de Gómez, fue otra de las localidades de Nariño que tuvo gran presencia de cultivos ilícitos y por ende gran presión por parte de grupos armados ilegales. En la actualidad más de 80 familias subsisten de la producción de café, como una alternativa de sustitución de cultivos de coca que decidieron emprender en el marco de los acuerdos de paz.

Luis Carlos Cerón es miembro de Asoprocafé en ese municipio y asegura que el bienestar y la tranquilidad que les genera los cultivos de café no tienen precio.

“Anteriormente, los cultivos ilícitos eran muy rentables, pero luego nos dimos cuenta con la sustitución que el café se convirtió en nuestra alternativa de salir adelante con nuestro propio producto, y además que es mucho mejor vivir en paz y con seguridad para nuestras familias y nuestros hijos. Nuestro café es un café que sabe a paz porque a partir de este producto nosotros hemos encontrado nuevas alternativas para subsistir y ser amigables con nuestro territorio”, afirma Cerón.

Luis Carlos explica que desde el punto de vista comercial, a través de la figura de asociación, les ha sido mucho más fácil tener alternativas de negocio que les ha permitido exportar su café.

Los datos sobre el café en Nariño

Luis Efrén Delgado, presidente de la Asociación de Ingenieros Agrónomos de la Universidad de Nariño, en un artículo difundido en mayo de este año, que titula “Realidad del sector cafetero en Nariño”, dio a conocer que en este departamento hay 39 mil 651 caficultores sembrando 38 mil 169 hectáreas en 41 municipios, lo que significa que el promedio de tenencia de fincas cafeteras es de 0.96 por ciento de hectáreas.

Según el ingeniero Delgado, las estadísticas institucionales arrojan que el 93.6 porciento de caficultores son pequeños productores que generan anualmente en promedio 30 millones de kilos de café, el cual es comprado por dos cooperativas, empresas privadas multinacionales y más de 80 comercializadores particulares, los cuales adquieren el café directamente a productores, comprándolo a mejor precio e incluso pagando mejor que las misma cooperativas.

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