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Prótesis mioeléctrica, una mano amiga para quienes no la tienen

Tres santandereanos idearon una de las prótesis mioeléctricas más económicas del mercado.

Por: Angélica Blanco Ríos.

Un accidente de trabajo hizo que el ingeniero mecánico Alejandro Velandia Ramírez perdiera su mano izquierda a los 29 años de edad. Hoy, a los 32, puede gozar nuevamente de dos movimientos que había olvidado, el agarre tipo pinza y el cilíndrico, gracias a tres estudiantes de la Universidad Industrial de Santander.

Ellos crearon una prótesis mioeléctrica desarrollada con tecnologías de impresión 3D, con piezas traídas de Estados Unidos y ensamblada en Bogotá. Esta innovación le facilitará la vida a quienes perdieron alguno de sus miembros superiores, tal y como sucedió aquel 15 de noviembre del 2014 con Velandia Ramírez.

En la actualidad el costo de este tipo de prótesis oscila entre $70 millones, “lo que dificulta en muchos casos su adquisición y lo que genera que la mayoría de la población se resigne a vivir sin sus manos. Nuestro diseño tendrá un valor de $4 millones”, dice Ángel Eduardo Oviedo, uno de los creadores de este prototipo.

“El hecho de volver a sujetar cosas tan simples como un lapicero, una botella o solo las hojas de papel, es algo que devuelve lo que algún día se perdió. Para mí tener una discapacidad no fue fácil y buscar alternativas fue complicado en Santander”, explica Velandia Ramírez, el primer paciente con el que trabajaron los ingenieros electrónicos Ricardo Bueno Lozano y Ángel Eduardo Oviedo, y el ingeniero mécanico Alberth Alexander Calvache.

La idea nació en un aula de clase hace un año y medio, después se convirtió en el proyecto de grado de Lozano, Oviedo y Calvache, quienes se graduaron el 23 de junio del 2017. Ahora será lo que ellos denominan “un proyecto de vida”.

“Buscamos que se convierta en una oportunidad para los colombianos que necesiten una mano amiga que les dé la posibilidad, no de lucir estéticamente bien, sino funcionalmente”, cuenta Ángel Eduardo Oviedo.

Alejandro Campero Vélez, director del taller de Órtesis y Prótesis y del Hospital Universitario de Santander, añade que en los últimos dos años cerca de 400 personas han llegado a esta institución con la necesidad de una prótesis.

Ante esto, desde la secretaría de Salud departamental informaron que no se tiene claridad de la cifra ni de la población que requiere de este tipo de artefactos.

Por ahora el diseño del dispositivo contempla una segunda fase, con el fin de comercializar el artefacto a nivel nacional y posiblemente a nivel internacional.

Sin embargo, “para ello requerimos de apoyo y esa es la labor que vamos a realizar desde el próximo año, pues lo que resta de este vamos a dedicarnos a mejorar la primera prótesis para presentar una segunda”, concluye Ángel Eduardo Oviedo.

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