Desde el pasado 1 de julio en Bogotá empezó a regir el decreto 293 de 2025 en el que establece el nuevo horario de rumba en la capital. Ahora los ciudadanos podrán estar de fiesta en establecimientos hasta las 3:00 a.m.
Esta noticia no cayó bien en el sector de dueños de comercios y bares en la ciudad. De hecho, afirman que son parte de la solución y no del problema de inseguridad que hay en la capital.
“Las restricciones y el desconocimiento de la industria ha llevado a que se potencie la ilegalidad. Justo ahí nos apartamos los afiliados de Asobares. Somos Parte de la Solución. No del problema”, se expresó Asobares Colombia en redes sociales.
De igual manera, Andrés Solano, desde la cuenta oficial de Before Club, dio a conocer su inconformidad sobre este decreto y con ello la vulneración de derechos a los trabajadores y ciudadanos frente a sus labores y seguridad para regresar a casa.
“Es un decreto que va en contra de lo que hemos participado las empresas sobre la rumba sana en Bogotá. No lo apoyo. Este decreto con las zonas localizadas genera zonas de mafia y zonas que pueden ser exclusivas a fines a su gobierno para ser partícipe de ellas y violan todas las integridades de los colectivos y se vuelve algo para algunos y no se puede permitir en Bogotá y en el gremio de la noche”, dijo en un primer momento.
Además, agregó: “Esto viola todas las garantías de trabajo, a nadie le consultaron los trabajos que quedan en vulnerabilidad. A esa hora no hay transporte, no hay Transmilenio (…) no hay garantías a las 3:00 a.m. para irse a sus hogares”.
A su vez, aseguró que no hubo consensos o espacios de diálogos con los sectores para tomar este decreto.
“Jamás existió un consenso, una propuesta participativa con los representantes del sector de entretenimiento en el distrito, abriendo una puerta peligrosa a la discriminación empresarial. Bogotá es una ciudad que avanza continuamente en el desarrollo de cultura y emprendimiento, pero con estas medidas se frena la economía”, expresó Solano en redes sociales.
También expresó que los dueños de bares no se pueden dejar intimidar por este decreto, puesto que también tienen derechos.
“La alcaldía está primero para la educación y como última instancia el sellamiento, los invitamos a grabar los procedimientos, a exigir que ellos cumplan con la pedagogía al momento de hacerles las visita y no llegar a sellar e intimidar. Nosotros también tenemos derechos”, sostuvo Solano.