Pasar al contenido principal
CERRAR

Jéssica Caicedo, la campeona panamericana que pasó de las calles al ring mundial

La colombiana obtuvo el subtítulo mundial en Nueva Delhi, en noviembre de 2018.

Por: Alejandro Pesca Bedoya

Jéssica Paola Caicedo nació en el corazón del Valle del Cauca, creció en medio de las dificultades propias de una familia donde el dinero no abundaba. Pasó por el fútbol, por el baloncesto y en el boxeo lograría desarrollar su potencial. Deporte al que llegó siendo adolescente, luego de observar su capacidad para enfrentarse a ‘mano limpia’, no con mujeres de su edad, sino con hombres mayores que ella.

La ahora boxeadora profesional es un ejemplo de la capacidad que tiene el deporte para transformar vidas. “Gracias al boxeo pude salir de las calles y ahora puedo darle calidad de vida a mi familia, ellos son mi mayor motivación”, afirmó la reciente campeona panamericana en la división de los 75 kilogramos.

Su fuerza de voluntad es superior a las adversidades, sus golpes en el cuadrilátero llevan el fuego de alguien que forja el futuro de su familia a punta de disciplina, esa misma que vio en ella el entrenador Orlando Leyton durante una jornada de masificación del boxeo en Palmira.

“Siempre estoy agradecida con el deporte, gracias al deporte soy una mejor persona, ya no mantengo peleando en las calles como lo hacía, ni en el colegio, donde me gradué fue de milagro. (...) Siempre el problema de mi mamá y mi papá conmigo era porque mantenía peleando con hombres”, contó Caicedo.

Desde ese momento, hasta el día que se consagró campeona panamericana en el Coliseo Miguel Grau de la Villa Regional del Callao, ha escrito varias de las páginas más importantes del boxeo en Colombia, como el día que obtuvo el subtítulo mundial en Nueva Delhi, en noviembre de 2018. En un deporte dominado por hombres, llegaba Jéssica a respaldar a Ingrit Valencia, la medallista olímpica de Río 2016.

Luego del éxito en el Mundial de India, llegaron las luces de los reflectores, los mismos que acompañan los podios y que hacen brillar aún más el metal de las medallas. El histórico subtítulo mundial fue la recompensa para una deportista que comenzó muy joven en el boxeo, cuando solo tenía 14 años, hoy tiene 24 años y su carrera deportiva promete seguir en ascenso.

“Ahora se me quitó a mí y la idea es que se le pegué a mi hermana menor la pasión por el boxeo, para que deje esa peleadera y que vea que a través del deporte se puede ser una mejor persona”, manifestó la campeona panamericana.

Su sonrisa amplia y generosa la identifica cuando ingresa al ring, muy distinto a las caras enfadadas que acostumbran la mayoría de los pugilistas. Su carisma desborda la competencia y logra cautivar al público, que suele acompañarla y vitorear su nombre durante los combates. Una mujer que transformó su vida y la de su familia en el cuadrilátero, canjeando adversidades por triunfos.

ETIQUETAS