Wilfer Soler, el guerrero boyacense que compite en esgrima paranacional

Por: Thomas Beltrán Lozano

En medio de las competencias de los Juegos Paranacionales llama la atención la esgrima, un deporte que en este caso se practica en una silla de ruedas y solo con el movimiento y la acción a través de las extremidades superiores.

La delegación de Boyacá estuvo representada por seis deportistas, y hay uno en especial que se destaca sobre los demás. Se trata de Wilfer Soler, un deportista que tiene amputada una de sus piernas, pero que eso no ha sido impedimento para que vea, no solo el deporte, sino la vida con naturalidad. Prefiere no hablar de lo que le ocurrió y se concentra en las competencias.

Wilfer pasó por varios deportes, pero la esgrima fue la que le quedó gustando, hasta el punto que ya ha representado al país en competencias internacionales.

“Llevo 10 años practicando, empecé en pesas, atletismo, fútbol en bastones. Un día me invitaron a la esgrima, quise probar cómo me iba con esto, y ya tengo hasta ahora seis medallas a nivel nacional”, destaca este deportista boyacense.

Nunca había tenido en sus manos una espada, pero una particularidad de este deporte lo hizo enamorarse de su práctica. “Simplemente me llamó la atención por esas películas antiguas que combatían con espadas, se me dio por probar y me encantó, me gustó”, cuenta.

Una de sus características es que tiene una pañoleta en la cabeza, debajo de su careta mientras compite. Wilfer quiere verse siempre como un guerrero, y no duda en resaltar que este no es un deporte fácil. De hecho, sus exigentes entrenamientos son de seis horas diarias: tres en la mañana y tres en la tarde.

“El hecho de estar en una silla de ruedas no quiere decir que uno esté quieto todo el tiempo. Hay que esforzarse, sale uno empapado de sudor, hay que mirar por dónde le puede entrar al rival y también esquivar los ataques”, dice con contundencia este esgrimista.

Es el orgullo de Boyacá en el deporte paranacional, consiguió medalla para su departamento y seguramente gran parte de sus logros se los debe a su mentalidad. Muestra con orgullo su prótesis, de una pierna que perdió, pero que no le arrebató sus ganas de hacer deporte y salir adelante. Probó y lo intentó en varios deportes, pero ninguno ha sido más importante que la esgrima que lleva en el alma como un guerrero de película.