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El emprendimiento avícola de las mujeres campesinas en el Catatumbo

Un grupo de mujeres le apuestan al desarrollo agrícola a través de la Asociación de Emprendedores de Romeritos.
Foto de referencia: Pixabay
Anthony Pacheco

Luz Cenith, tomó las riendas de su propio emprendimiento avícola en la zona del Catatumbo y dirige una de las asociaciones de mujeres más representativas de la región nortesantandereana. Ella se preparó en el Instituto Agrícola de Convención y en el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), y hoy cuenta con 200 gallinas ponedoras.

“A finales del 2016 llegó la oportunidad de un proyecto que estaba saliendo a través de capacidades empresariales rurales y ahí decidimos asociarnos” recuerda Luz. Son 19 las mujeres asociadas que le apuestan al desarrollo agrícola a través de la Asociación de Emprendedores de Romeritos.

“Me gusta trabajar en esta parte, porque es algo que puedo hacer sola, lo que es darles la comida, hacer la limpieza al galpón. He aprendido muchas cosas, como llevar registros de vacunación, de producción de ventas. También en la moto yo misma voy y ofrezco el producto, lo comercializo y así voy llevando este proceso” manifestó.

En su casa acondicionó un pequeño cuarto que funciona como oficina y con cuaderno en mano lleva las cuentas para que su proyecto marche de la mejor manera. Además de emprendedora, Luz es mamá y esposa, y dice que cuenta con el mejor compañero de equipo, su esposo Carlos Andrés.

“Cuando él está en la casa, me ayuda con las labores del galpón, llevar el alimento o hasta darles algún medicamento, y cuando no lo puede hacer, se encarga de las labores de la casa y el cuidado de los niños”, enfatizó.

Para Carlos Andrés, las labores del hogar son algo que realiza con mucho amor. Ver a su esposa trabajar lo llena de orgullo y sabe que el empoderamiento de su esposa motiva a las demás mujeres de la comunidad.

“La admiro mucho, su energía, su capacidad de manejar 22 asociados, ella llega y las motiva, las reúne aquí en la casa y les dice que se empeñen en trabajar, las motiva a que luchen”, dice Carlos.

Una mujer del campo

Luz nació en el corregimiento La Soledad, zona rural del municipio de Convención y es la tercera de 14 hermanos. “Somos una familia netamente campesina”, dice, y de allí nació su amor por el campo.

Por cuestiones económicas, solo ella y una hermana lograron terminar el bachillerato: “lo más difícil fue cuando mi papá tuvo que salir desplazado por la violencia de la vereda La Soledad y emprender una nueva vida en (la vereda)

Romeritos, con la cantidad de hijos, me cuenta mi mamá, había días que no había para la comida, ella a veces hacia empanadas para ayudar a mi papá e ir ahorrando para volver a tener una propiedad”, relata Luz Cenith.

Es esta experiencia de vida la que logra crear en Luz Cenith un espíritu emprendedor. Es entonces que empieza a surgir la idea de la Asociación de Emprendedores de Romeritos, que poco a poco ha ido cristalizando.

Nuevas dinámicas en el sector rural

En el Catatumbo se están creando nuevos escenarios, donde la mujer tiene un rol más participativo y el hombre reconoce que ellas son parte vital de la construcción de sociedad. La socióloga Sthephanía Burbano Becerra, quien ha trabajado con mujeres campesinas y reincorporadas, considera que los hombres están aprendiendo sobre nuevas masculinidades.

“Ya el hombre no tiene que ser el macho del machete al cinto, sino que también entiende que su esposa o compañera también pude producir, lo está haciendo y le está yendo bien y le está enseñando eso a otras mujeres, a tener independencia económica. Es muy bonito tener una figura masculina que diga ´bueno si mi esposa está trabajando, yo por qué no puedo barrer´, cambiar esos roles empieza a generar una conciencia en su entorno” afirmó.

Con la Asociación de Emprendedores de Romeritos, Luz tiene muchos anhelos, el mayor, junto con su esposo, es demostrar que los tiempos han cambiado y que ese concepto de que la mujer debe esperar en casa mientras el esposo provee, ya está pasado de moda.

“Uno ha entendido que estamos en un tiempo diferente, en el que nosotras somos muy importantes y valoramos mucho más lo que hacemos, con lo que hemos trabajado, hemos podido comprobar que sí podemos surgir y hacer las cosas. Nosotras con nuestro trabajo podemos dar mejores resultados, por eso hay que emprender labores y capacitarnos, eso es lo más importante para poder ofrecer un mejor futuro a nuestros hijos y muy importante, jamás abandonar el campo”, finalizó.

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