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Inicia proceso para definir la Zona de Reserva Campesina en el sur del Tolima

La figura busca proteger 125 mil hectáreas, comprendidas en 93 veredas de Chaparral y 31 de San Antonio, que estarán destinadas a la producción agroalimentaria.
Zona de Reserva Campesina en el sur del Tolima
Foto: John Fredy Nagles
Fredy Nagles,

Por medio de la Resolución No. 20224300281946 del 25 de octubre de 2022, la Agencia Nacional de Tierras notificó a las comunidades de los municipios de Chaparral y San Antonio el inicio del trámite de selección y delimitación de la Zona de Reserva Campesina Chaparral – San Antonio, en el sur del Tolima.
Serían 125 mil hectáreas, comprendidas estas en 93 veredas de Chaparral y 31 de San Antonio, que estarían conformando la nueva reserva campesina del sur del Tolima. Esta figura de las zonas de reserva campesina aparece en el Capítulo 13 de la Ley 160 de 1994 y es la única legislatura que reconoce en Colombia al campesino como actor social.

De acuerdo con Rodolfo Garzón, presidente de la vereda Guainí, de Chaparral, se inicia el proceso de diseño del Plan de Desarrollo Sostenible para tener la declaratoria de Zona de Reserva Campesina en el sur del Tolima. “En este momento, contamos con 180 veredas de los cinco corregimientos de Chaparral, pero en este momento no tenemos vinculadas al polígono sino 96, pero aspiramos que día a día el proceso haya vinculado más veredas al proyecto de reserva campesina del sur del Tolima. Esto es para mejorar la producción de productos agrícolas, bien para los mismos habitantes del campo, como para los habitantes del sector urbano”, explicó el líder comunal.

La zona es una oportunidad para las mujeres. El censo agropecuario del 2016 dice que solo el 26% de la poca tierra que manejan los campesinos está en manos de mujeres, el 61,4% a cargo de hombres y el restante 12,6 % de lo manejan hombres y mujeres de campo de manera conjunta. Así mismo, la tierra explotada por mujeres es más pequeña, predominando las de menos de 5 hectáreas; además, las campesinas tienen menos acceso a maquinaria, crédito y asistencia técnica, según la autoridad.

En este sentido, para Albéniz Posada, líder del municipio de San Antonio (Tolima), es una oportunidad para mejorar el acceso a la tierra de las mujeres. “Es una oportunidad para generar más oportunidad a la mujer campesina en esas 26 veredas del municipio de San Antonio, por lo que este proyecto es una excelente noticia para todas, y en general, para las comunidades que no tienen tierra”, explicó la lideresa.

Zona de Reserva Campesina en el sur del Tolima 

Desde el domingo, 18 de septiembre, las organizaciones campesinas de los dos municipios del sur del Tolima reiniciaron los espacios pedagógicos para dar a conocer la figura jurídica de las zonas de reserva campesina, la cual se busca crear en gran parte de los territorios rurales del país. Para llevar a cabo este proceso, el comité de impulso de esta apuesta rural decidió crear una figura jurídica en donde están articuladas la mayoría de organizaciones comunales que podrían ser beneficiadas con este proceso. Esta es la Corporación Vivos en el Territorio.  

De acuerdo con Yexinober Díaz, líder campesino, impulsor de la ZDRC y presidente de la entidad, esta fue creada hace nueve meses para impulsar la figura jurídica de la zona de reserva campesina en los dos municipios. Recalcó que, por medio de las entidades locales, como las alcaldías de los dos municipios, la autoridad ambiental del departamento y otras alianzas, ellos seguirán avanzando en la recolección de información que les permita diagnosticar el territorio que buscan que quede en la declaratoria de zona de reserva campesina.

“A principios del 2022, logramos que la Agencia Nacional de Tierras realizara la primera visita técnica de varios días para iniciar el proceso. Esto permitió hacer un reconocimiento y adelantar unos ajustes al polígono que circunscribirá la declaratoria. Allí, se hicieron unos acuerdos para definir la resolución, la cual hoy tenemos y con la que se inicia el diagnóstico del Plan de Desarrollo Sostenible de la Zona”, explicó Yexinover. 

Acompañamiento de la academia

Este grupo de líderes ha contado con el apoyo de varias instituciones académicas. Para el sociólogo Andrés Martínez, integrante del Grupo Interdisciplinario de Estudios sobre el Territorio ‘Yuma Ima’ de la Universidad del Tolima, se abrió un espacio denominado Escuela Popular de Asuntos Agrarios, la cual se desarrollará periódicamente una vez por mes hasta cuando se dé vía libre en la Agencia de Desarrollo Rural a la aprobación de la figura en este territorio.

“La Escuela Popular de Asuntos Agrarios es un espacio amplio y abierto de invitación para todo el interesado en el tema de la tierra, a charlas, tertulias y seminarios en miras conocer la problemática de lo rural en el Tolima. La idea es discutir y poder discutir, proyectar y diagnosticar el territorio desde el conocimiento local y popular. La idea en estos espacios es empezar a brindar conocimientos sobre para qué sirve y porqué es necesaria la declaratoria de reserva campesina. Es brindarles a las comunidades herramientas para defender su territorio”, explicó el académico que acompaña el proceso. 

Así mismo, investigadores como Nicolás Cely Muñoz, docente de la Pontificia Universidad Javeriana, de Cali, vienen acompañando el proceso. Con ellos, se espera avanzar en la consecución del Plan de Desarrollo Sostenible, que es una herramienta de identificación y diagnóstico que permitirá a las comunidades y autoridades conocer el potencial productivo de la tierra, en miras a generar sostenibilidad económica y agroalimentaria para los dos municipios. 

“Parte del proceso que establece la Ley 160 de 1994 para la consecución de la Zona de Reserva Campesina es la elaboración del Plan de Desarrollo Sostenible. Este no es solo un documento, sino que las comunidades lo ven como un instrumento de apropiación e incidencia política, pero también su instrumento que les permita tener una carta de navegación de cómo se imaginan el territorio. 

Elaborar este Plan de Desarrollo requiere cumplir dos grandes etapas. La primera es el diagnóstico y caracterización, que es la que hoy empezamos, para tener una imagen de cómo está el territorio en potencialidades agrícolas, y ya una segunda etapa que es más prospectiva que implica un trabajo fuerte en terreno con cada una de las veredas y corregimientos que hacen parte del polígono trazado para la declaratoria. Justamente, con algunas metodologías, definir con los campesinos y campesinas cuales son esos programas, proyectos y potencialidades de sus territorios”, explicó Cely Muñoz.        
 

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